Visualizar al coaching más allá del enfoque individual y transformarlo en un instrumento efectivo de acompañamiento del desempeño y rendimiento colectivo, es lo que le ha dado a esta disciplina un nuevo y fuerte impulso, lo que ha significado la publicación de numerosos estudios, libros y artículos científicos al respecto de este tema.
La práctica del "coaching de equipo" facilita la creación de una dinámica de carácter colectivo, la realización de cambios al interior de las empresas e, incluso, permite ir más allá y transformar la cultura organizacional de la compañía en su conjunto.
Para liderar equipos en las empresas, lo primero que debe hacer el coach -o entrenador- es experimentar él mismo un proceso de innovación personal.
Esta transformación se inicia a través de un cambio profundo en la persona, una experiencia que, luego, podrá ser transmitida a sus asesorados.
Para lograr lo anterior, el coach debe tener claro que la primera persona que tiene que aprender a delegar, gestionar de manera adecuada el tiempo, saber interactuar con pares y colaboradores, y ser un ejemplo de carisma para los demás, es él mismo.
Desarrollar estas competencias -que podríamos calificar de "esenciales"- le exigirá al coach tiempo, esfuerzo y dedicación, pero una vez incorporadas y practicadas de manera regular, entonces ya puede dar el siguiente paso para convertirse en el coach de un equipo de trabajo, ya que cuando se tiene personas bajo su mando, se vuelve imperativo ser capaz de reconocer el talento de la gente y buscar la fórmula adecuada para desarrollar dichos talentos y utilizarlos en beneficio de la empresa.
En este punto es clave realizar un diagnóstico de competencias, el que puede ser hecho a través de una evaluación externa, o bien, por medio de una autoevaluación, por cuanto, el tipo de coaching a aplicar dependerá del grado de conocimiento que los asesorados tengan de sus propias fortalezas y debilidades.
Luego de cruzar las observaciones del coach de lo que detecta en sus asesorados con los resultados de la autoevaluación, se analizan las diferencias o coincidencias entre ambas evaluaciones y se procede a aplicar el tipo de coaching que la persona necesita.