Golpes de Estado
¿Por qué será que estos presidentes (sudamericanos) cuando escuchan, presienten o sospechan que se abrirán juicios en su contra (de cualquier naturaleza) y comienzan a hablar de "golpes" para derrocarlos?.
No debemos olvidar que algunos de estos frescos utilizaron la democracia para hacerse del poder y cambiaron leyes a su antojo, atornillándose en el gobierno, porque el poder seduce, malcría, crea hábitos y además corrompe, en un afán sublime de "dar lecciones de moralidad"...
Es de esperar que a nuestro Primer Mandatario (que no se le ocurra ser el último) no lo veamos alguna vez de barba blanca y nos quiera convencer de que es Santa Claus... o el abuelito de Heidi y comience a escuchar golpes por todos lados. En esa situación no le quedaría más que instalar hartos timbres en La Moneda...
Ricardo Cea
¿Sólo perspectivas distintas?
Karol Kariola, en conversaciones con ADN Chile, dijo: "acá nunca ha habido, de parte de la izquierda, una obstaculización, lo que ha habido son perspectivas distintas", en el contexto de su actuar en la agenda de seguridad nacional.
Al parecer debemos refrescar la memoria de la actual presidenta del Congreso Nacional, que aquella izquierda de hace dos años atrás, cuando era oposición, rechazó la ley Juan Barrios, para fortalecer el control de armas, para sancionar penalmente el ingreso de elementos prohibidos a recintos penitenciarios, para mejorar la persecución del narcotráfico, de infraestructura crítica, antiterrorista, entre muchas otras. Podrán tener memoria a corto plazo, sea verdad o por conveniencia, pero nosotros los ciudadanos afectados por la crisis de seguridad, no lo olvidamos, porque en jerga suya "ni perdón, ni olvido".Felipe Jara, Fundación para el progreso
Pro competencia
Impacto ha causado el reciente caso de colusión, esta vez en el mercado de los gases industriales y medicinales. Y no sólo porque se originó en medio del denominado "estallido social", sino que, peor aún, afectó a sectores particularmente sensibles. Si le sumamos la figura de la delación compensada, se entiende el malestar que esto genera. Al respecto, dos reflexiones.
La ciencia económica, y en particular en lo que atañe al comportamiento de los mercados y cómo estos pueden beneficiar a la sociedad, es una ciencia pro competencia, no pro empresa. La competencia es lo que genera eficiencia, con el consecuente beneficio para el consumidor final.
La delación compensada es una herramienta (la más efectiva que se conoce… hasta ahora) que debilita, de manera eficiente, a los carteles que habitan en la economía. Esta es eficiente en el sentido de que las pruebas que demuestran la existencia de un cartel "llegan", por así decirlo, a la Fiscalía Nacional Económica (FNE), evitando complejos y onerosos procesos de investigación. Ciertamente, genera en la opinión pública una incomodidad, puesto que el coludido que delata queda exento de multas. No obstante, vale la pena recordar que lo que convoca a la ciencia económica es la eficiencia, y no la justicia.
Rodrigo Montero y Natalia Bernal, académicos
Teletrabajo y 40 horas
En medio de la implementación de la Ley de 40 horas en Chile, el debate sobre cómo se aplicará esta normativa al teletrabajo no ha cobrado la relevancia que debiera. La flexibilidad laboral que caracteriza al teletrabajo plantea interrogantes sobre cómo se integrará esta modalidad laboral con las nuevas regulaciones horarias.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el teletrabajo ha experimentado un aumento significativo en Chile en los últimos años. En 2023, se estimaba que aproximadamente el 25% de la fuerza laboral chilena estaba trabajando de forma remota al menos una parte del tiempo. Este crecimiento se debe en parte a la pandemia de Covid-19, que aceleró su adopción en muchas empresas.
El artículo 22 del Código del Trabajo, pilar de la Ley de 40 horas, establece la jornada ordinaria de trabajo en no más de 44 horas semanales. No obstante, no entrega lineamientos claros sobre su aplicación en el contexto del teletrabajo, donde la supervisión y el control de la jornada laboral son más desafiantes.
Esta falta de especificidad genera incertidumbre para empresas y trabajadores, dificultando el cumplimiento efectivo de la ley. La naturaleza flexible del teletrabajo complica la supervisión de las horas trabajadas, lo que podría derivar en abusos por parte de empleadores que exijan jornadas laborales que superen las 40 horas semanales.
Es crucial comprender que el teletrabajo no es un concepto homogéneo. Existen diversas modalidades, algunas de las cuales pueden ser más flexibles en cuanto a la distribución del tiempo laboral, mientras que otras pueden seguir patrones más estructurados. Es en este punto donde la ambigüedad de la aplicación de la Ley de 40 horas al teletrabajo se hace evidente.
A inicios de abril, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, intentó explicar esta ambigüedad, al afirmar que el teletrabajo no queda necesariamente sujeto a la limitación de jornada impuesta por la nueva ley. Esto sugiere que las empresas que opten por el teletrabajo pueden tener cierta holgura en la implementación de la jornada de 40 horas semanales.
Sin embargo, esta flexibilidad no debe traducirse en una falta de responsabilidad por parte de las empresas. Es esencial que las compañías garanticen que, independientemente de la modalidad de trabajo, se respeten los derechos laborales de los empleados, incluyendo el derecho a descansos adecuados. Además, deben establecerse mecanismos de supervisión que aseguren el cumplimiento de las normativas laborales.
Rodrigo Garay