A los 96 años muere la reina Isabel II de Inglaterra y con ella el siglo XX
REINO UNIDO. Hace 70 años que no se pronunciaba "Dios salve al rey". Miles de personas comenzaron a llegar a Buckingham apenas la BBC cambió su clásica estética roja a negro. La monarca falleció en Escocia, hasta donde llegaron hijos y nietos.
Pasado el mediodía en Chile fue bajado el Puente de Londres en Inglaterra, junto a la bandera sobre el Palacio de Buckingham, señales inequívocas del fallecimiento de un monarca. Isabel II murió a los 96 años de edad y 70 de reinado, siendo la persona que más tiempo ha llevado la corona, tras nacer en medio de la Primera Guerra Mundial, ver a su padre sobrellevar la Segunda, presenciar el levantamiento y caída del muro de Berlín, así como la Guerra Fría, bombas atómicas, el surgimiento de la televisión e internet, entre cientos de otros hechos que la coronaron como la gran testigo del siglo XX.
A las 16:30 horas de ayer en Reino Unido -11:30 en Chile -sonó el teléfono de la Primera Ministra británica, Liz Truss, según CNN. La noticia ya se sospechaba desde hace unas horas, cuando en el amanecer chileno la televisión pública británica, BBC, interrumpió su transmisión, informó que la reina permanecía bajo observación médica en su residencia de Balmoral, Escocia, y los periodistas, a los minutos, reaparecieron con rigurosos trajes negros.
La música que anuncia las noticias bajó de intensidad, al igual que el tono de los reporteros que contaban cómo el príncipe Carlos, hoy rey Carlos III, esperaba a sus hijos en la puerta del castillo escocés. Guillermo y Enrique viajaron sin sus esposas ni los niños a acompañar a su abuela en los últimos minutos.
La única mujer de la familia presente en la escena fue Camilla Parker, a quien Isabel II, a comienzos de año, dio el título de reina consorte, desatando algunas críticas al interior de la corona: la sombra de Diana de Gales, primera esposa de Carlos, nunca dejó a la monarca.
La reina, fiel a lo que prometió en su coronación en 1952, dedicó a la nación hasta sus últimos días: el martes ungió a Truss como premier. Nuevamente Reino Unido tendría dos mujeres a la cabeza, al igual que con Margaret Thatcher y Theresa May.
Claroscuros
Las 48 horas posteriores al nombramiento fueron, como acostumbró la reina durante 70 años, un juego de sombras, es decir, una intensa vida política pero alejada de la prensa y las cámaras. De hecho, su coronación fue la primera con transmisión televisiva, a lo cual inicialmente se opuso. Las intervenciones ante los medios de comunicación fueron escasas, por ende, muy esperadas. Su fallecimiento fue seguido minuto a minuto gracias a internet.
Esta misma instantaneidad provocó que miles de personas llegaran al Palacio de Buckingham apenas conocida la noticia y cambiado a negro el logo de la BBC, junto con sus proyecciones gráficas. Horas antes, el tradicional cambio de guardia, atracción turística de la ciudad debido a su estricta coordinación, fue cancelado para dejar en silencio el lugar que fue rodeado por ofrendas florales y velas.
"Dios salve al rey", señaló Downing 10, la residencia del Ejecutivo británico tras despedir públicamente a la monarca y recibir a su sucesor. Esta frase no se escuchaba hace 70 años en Reino Unido.
Boris Johnson, el último premier con que Isabel II compartió la guía del destino de la nación, y quien fue a Baltimore a presentar su dimisión hace unos días, tras meses de turbulencias en el Ejecutivo, escribió que "este es el día más triste de nuestra nación. (... Una) pérdida, mucho más intensa, tal vez, de lo que esperábamos", al ser considerada la monarquía una institución anacrónica.
Sin embargo, Isabel II actualmente seguía siendo una de las personalidades con mayor popularidad en el país, por sobre su nieto Guillermo, segundo en la línea de sucesión. "Parecía tan atemporal y tan maravillosa que me temo que habíamos llegado a creer, como niños, que ella seguiría y seguiría", sostuvo Johnson.
Un arcoíris atravesó Buckingham en las horas en que Isabel II dejaba este mundo, pero aún no era pública la noticia. En 1952, cuando aún era princesa, estaba de vacaciones en Kenia el día en que su padre falleció. Las comunicaciones entonces eran algo totalmente distinto y supo que era reina varias horas después. En ese momento, recordó que a la hora de la muerte de su antecesor, un águila voló por sobre su cabeza.
"Parecía tan atemporal y tan maravillosa que me temo que habíamos llegado a creer, como niños, que ella seguiría y seguiría".
Boris Johnson, Exprimer ministro