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alumnos. Fue así como comenzaron a agendar horas y reuniéndose en los domicilios de los clientes, llevando toda la implementación deportiva necesaria como colchonetas, barras y pesas, entre otros, para ejecutar las clases.
Este es el caso de los instructores José Miguel Prieto y Felipe Aravena que realizan entrenamiento personalizado, además de la profesora de natación Priscila Pereira, quienes tuvieron que reinventarse tras la pandemia con una fórmula que les está dando frutos. Y ellos quisieron contar cómo ha sido esta nueva experiencia.
Del fútbol al gimnasio
José Miguel Prieto (29 años) se titulará en enero de profesor de Educación Física y ha tenido una vida ligada al deporte desde muy pequeño.
Fue jugador de Provincial Osorno y llegó en 2007 a la serie Cadetes y tuvo intermitencias ya como Adulto: jugó las temporadas 2009-2010; tras un paso por Malleco Unido en 2013, retornó al año siguiente para luego retirarse de la actividad para estudiar y representar a la Universidad de Los Lagos.
Sobre cómo ha vivido la pandemia, Prieto dijo que "creo que el área de la actividad física y todo lo que tenga relación con el deporte ha sido uno de los sectores más golpeados, si no el más, porque hasta los restaurantes han podido abrir y el turismo ha podido funcionar", reflexionó.
En cuanto a su presente, detalló que con su amigo Alejandro Herrera, que también jugó en Provincial Osorno, iniciaron un proyecto de gimnasio.
"Empezamos en un departamento chico, pero hoy tenemos un espacio bastante grande, pero nos ha tocado difícil con el corte de agua, luego el estallido social, entonces cada vez que íbamos repuntando había un problema y otro hasta que con el tema de la pandemia a mediados de marzo tuvimos que cerrar y no hemos podido abrir hasta el día de hoy", manifestó.
En un principio -dijo- estuvo sin saber qué hacer porque sus ingresos se cortaron de un día para otro, la Escuela de Fútbol Academia donde trabaja también suspendió sus clases y con el gimnasio cerrado debió reinventarse.
"Por lo mismo surgió la idea de empezar a hacer entrenamiento a domicilio, que en otras ciudades es muy típico y de a poco fui teniendo más alumnos y ahora ya sumo 10. Esto es como entrenar en el gimnasio, pero en tu casa. Yo me dirijo al domicilio de la persona, traslado todo el material que voy a necesitar para esa sesión y el trabajo es de acuerdo a los objetivos del alumno. Por ejemplo, si una persona quiere aumentar su masa muscular, yo le haré un entrenamiento en busca de ese objetivo. Poseo una pesa con tecnología bien avanzada en lo que es evaluación de grasa y musculatura y a partir de eso le doy a conocer sus resultados, así ellos me dicen cuáles son sus objetivos y partimos", detalló Prieto.
Agregó que los espacios y los horarios para entrenar son diversos porque algunos viven en casa, otros en departamentos y mientras algunos prefieren entrenar en la tarde, a otros les gusta bien temprano, antes de trabajar.
"Es súper diverso el tema del espacio y el horario. Por ejemplo tengo una persona a las 7 de la mañana, otro que tiene un espacio súper reducido en la casa donde tenemos que ingeniarnos para hacerlo, hay una con un espacio muy amplio, otro tiene gimnasio en su condominio... es todo muy distinto. En su momento tuve una persona que no tenía espacio en su casa y tuve que hacerle actividad física en un parque cercano a la casa. La idea es que si la persona tiene un espacio muy reducido o siempre va a ser más grato entrenar en un área verde que esté limpia. Si la persona se siente con poco espacio o prefiere entrenar al aire libre, no hay ningún problema", comentó.
Prieto dijo que comenzó a promocionar su trabajo en redes sociales. Indicó que aún tiene horas disponibles si es que alguna persona quiere entrenar en su casa bajo esa modalidad. Lo pueden contactar al fono +569 30816744 o a su cuenta de Facebook, José Miguel Prieto.
Al agua
La historia de la profesora de Educación Física, Priscila Pereira, siempre ha estado ligada a la natación, desde que acudió por primera vez cuando tenía 6 años a los cursos de la disciplina que realizaba el Consejo Local de Deportes (Colodep) en la piscina del Regimiento Arauco.
"Yo aprendí a nadar en el Colodep porque fui parte de esos cursos, hasta que en algún momento llegué a ser ayudante. Antes de ingresar a la carrera de Educación Física ya hacía clases como instructora y luego aprendí todo lo que sé hoy en día", comentó la profesora de natación.
Dijo que nunca ha ejercido como profesora en colegios porque siempre ha tenido sus proyectos particulares. "Mi primer proyecto fue en el colegio Andalué y siempre haciendo cursos de natación enfocados a la comunidad osornina y abarcando todas las edades. Yo arrendaba la piscina y tenía algunas horas durante el año que eran para niños y adultos, pero mi fuerte era el verano porque teníamos la piscina todo el día durante enero y mitad de febrero. Esto era netamente particular", comentó.
Explicó que como en Osorno no existen muchas piscinas, la del Andalué la tenía que compartir con varios clubes deportivos y por lo mismo existe poca disponibilidad.
"Durante el año éramos muchos los que arrendábamos allá y teníamos ciertas horas, pero ellos son clubes deportivos, en cambio mi proyecto es netamente recreativo. Nosotros formamos a los niños para que tengan una buena base y si ellos quisieran enfocarse en lo competitivo los derivábamos a estos clubes. En un año normal yo podía tener fácil 60 niños durante el año, porque el verano que para mí es totalmente aparte, nuestros cursos duraban 2 semanas de lunes a viernes: los niños tenían 10 clases y en esas 2 semanas podíamos tener 110 personas entre niños y adultos", reconoció la instructora de nado.
Pero con el tema de la pandemia, Pereira manifestó que ha sido súper complicado porque como trabaja independiente, no recibe un sueldo como sí lo hacen quienes se desempeñan en el sistema educacional, entonces tuvo que reinventarse y tratar de acostumbrarse a la nueva realidad y por lo mismo se le ocurrió realizar clases de natación a domicilio.
"Lancé la propaganda ahora hace poco, aunque en realidad lo tenía pensado para el verano. Por el momento tengo solamente dos alumnos y espero que en el verano prenda más. Mis alumnos tienen 6 y 7 años, y lógicamente sus familias tienen su piscina propia. Hay otros que quieren comenzar a trabajar conmigo pero no hemos podido partir porque están terminando sus piscinas, así que estoy a la espera de eso", sostuvo.
La profesora tuvo que cerrar hace cuatro meses su gimnasio de entrenamiento funcional ubicado en el strip center de Barros Arana ante la inviabilidad de mantenerlo sin poder abrir sus puertas.
Dijo que el sistema es novedoso en Osorno porque en la ciudad son pocos los instructores de natación y por lo mismo quiso adelantarse por si alguien quería hacer lo mismo.
"Surgió la idea de empezar a hacer entrenamiento a domicilio que en otras ciudades es muy típico y de a poco fui teniendo más alumnos y ahora ya tengo 10".
José Miguel Prieto, Personal trainer
"Por el momento tengo dos alumnos y espero que en el verano prenda más. Mis alumnos tienen 6 y 7 años y lógicamente sus familias tienen su piscina propia".
Priscila Pereira, Profesora de natación