A 9 años de la última erupción del volcán Calbuco, el tercero más peligroso en Chile
EFEMÉRIDE. El director de Senapred Los Lagos resaltó la labor que hoy cumple el servicio por medio de planificación, planes de respuesta y sistema de alerta SAE.
Como un evento que nos obliga a estar preparados, a trabajar en planificación de riesgos y también a repasar las lecciones aprendidas. Así fue recordada por el director del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) en Los Lagos, Alejandro Vergés, la erupción del Calbuco, al cumplirse 9 años.
El Calbuco, considerado un estratovolcán y el tercero más peligroso en Chile, registró su primer pulso eruptivo a las 17.50 horas del 22 de abril, registrando luego otros dos pulsos a la 1 del 23 de abril y a las 13.08 horas del 30 de abril.
La emergencia generó la evacuación forzada de unas 9 mil personas y ocasionó daños a 500 viviendas, que fueron estimados en 40 millones de dólares.
Vergés recordó que al momento de ocurrir la erupción, aún no existía el Senapred, entidad que entró en vigencia hace 2 años con la publicación de la Ley 21.364. "Ello nos obliga a estar preparados, a trabajar en el desarrollo de planificación, medidas, coordinaciones que nos permitan en gran medida primero conocer el medio en general donde nos estamos desenvolviendo, conocer las distintas amenazas que hay en la región, y particularmente cada uno de los sectores que puedan ser afectados", dijo.
A partir de ello, relevó la generación de instrumentos de planificación de la gestión del riesgo, planes de emergencia, el Sistema de Alerta de Emergencia (SAE), pero por sobre todo resaltó el que la comunidad incorpore las distintas lecciones aprendidas, en cuanto a preparación para las respuestas.
"Las emergencias llegan cuando menos lo esperamos y por ello debemos estar preparados", dijo Luis Toledo, periodista, máster en Protección Civil y Emergencias, quien añadió que el volcán Calbuco nos sorprendió a todos, sin un registro instrumental previo, sin que nadie lo anticipara. "En la cara sur del volcán, Río Blanco y Lago Chapo sufrió el efecto de los lahares que descendieron de sus faldas en el segundo pulso eruptivo".