El domingo 7 de mayo se realizarán los comicios para elegir a los 50 consejeros que participarán en un nuevo proceso de elaboración de una Constitución, luego de que en la elección de septiembre pasado la ciudadanía rechazara por amplio margen la propuesta presentada por la Convención.

Ese día será feriado irrenunciable y el voto será obligatorio, por lo que hay poco más de 15 millones de ciudadanos habilitados para ir a las urnas. Ya en el plebiscito de salida de septiembre de 2022 se había implementado el voto obligatorio, y luego de la publicación de una ley, Chile ha retomado la inscripción automática en los registros electorales, con voto obligatorio en todos los procesos que se desarrollen.

En el calendario previo a la elección, precisamente el sábado se difundió el listado de los vocales de mesa y los miembros de colegios escrutadores designados por las Juntas Electorales. Las excusas se podrán presentar entre el 17 y 19 de abril, y el listado definitivo se hará público el sábado siguiente, el 22 de abril.

Según datos publicados por el Servel, del total de habilitados para sufragar en mayo, 7.385.592 son hombres y 7.764.980 son mujeres. En cuanto a la principal concentración de electores por edad, hay 2,9 millones entre 30 y 39 años; 2,6 millones entre 20 y 29; y 2,5 millones entre 40 y 49 años.

Aun así, el panorama es complejo, pues pese a que faltan cuatro semanas, todavía no se aprecia un ambiente de campaña. Según la reciente encuesta Cadem, un 70% dice tener "poco o nada de interés" en las noticias relacionadas con el nuevo proceso destinado a redactar una nueva Constitución, a la vez que un 48% no sabe que se celebrarán dichos comicios. De acuerdo a los expertos, esto obedece a factores como una especie de "fatiga constitucional" de las personas con el tema, ante las altas expectativas que existieron con el proceso anterior y la desilusión generada posteriormente por su fracaso. También se suman a eso las múltiples prioridades que tiene hoy la población y que están enfocadas en temas que considera mucho más importantes, como es la inseguridad y la violencia delictual, con asesinatos diarios en las calles. Los candidatos tienen así una enorme tarea para darse a conocer, primero, y para conquistar el voto, luego.

La delincuencia es un problema complejo que afecta a muchos países, incluyendo Chile. Para abordar este problema de manera efectiva, es necesario implementar una estrategia integral que involucre medidas preventivas y punitivas. A continuación presentaré algunas de las posibles medidas que podrían ayudar a reducir la delincuencia y que siempre han sido esgrimidas como necesarias: a) Fortalecimiento de la educación y la formación de valores: La educación es una herramienta clave para prevenir la delincuencia. Es importante que se promueva la educación en valores como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad y la solidaridad, y que se fomente la educación cívica, técnica y profesional para que los jóvenes tengan mejores oportunidades de empleo. a) Mejorar del sistema judicial, es fundamental que el sistema judicial sea efectivo y realmente justo, para que las personas confíen en él y se sientan motivadas a denunciar los delitos. Para ello se deben implementar medidas como la modernización del sistema judicial, la capacitación de los jueces como fiscales y la creación de mecanismos para agilizar los procesos judiciales. c) Prevención del consumo de drogas: La drogadicción es uno de los principales factores que contribuyen a la delincuencia. Es importante que se promueva la prevención del consumo de drogas mediante campañas de concientización, programas de rehabilitación y la implementación de políticas públicas que fomenten el deporte y la cultura. d) Reforzamiento de la seguridad: Es necesario aumentar la presencia policial en las calles, especialmente en las zonas de mayor riesgo y dar seguridad de nuestras policías. También se pueden implementar tecnologías para mejorar la vigilancia, como cámaras de seguridad y sistemas de geolocalización, es decir, que las policías hagan realmente un análisis de la criminalidad en sus zonas. d) Inversión en infraestructuras y programas sociales: La delincuencia se asocia con la pobreza y la exclusión social. Por lo tanto, es importante invertir en infraestructuras y programas sociales que mejoren las condiciones de vida de las personas, fomenten la inclusión y reduzcan la brecha económica. En eso siempre fallamos, al no darle continuidad o entregar a fundaciones dicho trabajo. Sólo con el trabajo de todas las comunidades en su conjunto, en coordinación con los municipios, policías, gobiernos regionales, gremios, la sociedad civil, organizaciones sociales, colegios y sistema de salud, podremos sacar adelante a este país.