Región: tras cierre de refugio, especies fueron enviadas a un zoológico
ANIMALES. Pese a ser también un centro de rehabilitación de fauna silvestre, ubicado en Linares y autorizado por el SAG, representante de "Romahue", dijo estar "preocupado" por el bienestar de los animales, los cuales estuvieron en Puerto Varas.
Afines de 2022, la Fundación Romahue anunciaba, después de 16 años de funcionamiento, el cierre de su centro de rescate, protección y rehabilitación de animales nativos silvestres, ubicado al interior del Parque de Conservación Romahue, a orillas del río Maullín, a 14 kilómetros de Puerto Varas.
El parque era famoso porque realizaba visitas guiadas de educación ambiental, donde los visitantes podían conocer algunas especies, que se encontraban en recuperación, debido algún daño provocado por el ser humano.
El lugar albergó, por casi dos décadas, animales silvestres como pumas, pudúes, zorros, guiñas, tiuques, choroyes, chunchos, entre otras especies, todas amenazadas por la expansión de proyectos inmobiliarios, la tala indiscriminada de bosques, la caza furtiva, atropellos y/o ataques de perros.
Para operar este tipo de establecimiento, la Fundación Romahue, contaba con la autorización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y se encontraba inscrito en el Registro Nacional de Tenedores de Fauna Silvestre, que administra el SAG. De acuerdo con esta entidad, dicho parque estaba tipificado como un "centro de rehabilitación o rescate", donde se brinda auxilio y una segunda oportunidad a los animales para su recuperación tanto física, como sicológica y conductual.
40 millones de pesos
Luego de dos meses, Silvio Rozzi, presidente de la Fundación Romahue, detalló los motivos que gatillaron el cierre del parque, que hasta diciembre del año pasado aún operaba y cumplía funciones educativas. "Lo que pasa es que los costos en Chile aumentaron un 30% en todo y no hubo posibilidad de seguir sosteniendo el lugar. Esto lo visualizamos y lo conversamos con el SAG. Hay una gran cantidad de infraestructura que mantener, están los sueldos del personal y los gastos generales", señaló Rozzi.
El también médico veterinario explicó a El Llanquihue que el costo de operación anual del lugar, requería un financiamiento cercano a los 40 millones de pesos.
"Solicitamos urgente apoyo al SAG y nos dijeron que nos iban a dar 900 mil pesos. Con eso imposible", expresó.
Y agregó que, "al vernos en esto, solicitamos apoyo a algunos privados, pero tampoco nos fue bien. Nosotros trabajamos 17 años en turismo para sostenerlo, financiar la infraestructura y la mantención del parque".
Por otro lado, el representante de la Fundación Romahue aseguró que la "gota que rebasó el vaso" y que precipitó el cierre del centro de rehabilitación y rescate fue una notificación de sanción que recibieron por parte del organismo dependiente del Ministerio de Agricultura.
"Nos negamos a una petición del SAG para identificar los animales. Había que colocarles chip a los pumas, los zorros; anillos en las patas a los choroyes, a las aves rapaces, medidas que en el fondo no tienen ningún sentido y si se aplican son de un alto riesgo para el animal. Como lo que paso con el león en el zoológico de Los Ángeles, en la octava región, que lo sedaron para controlar su identificación con chip y nunca más despertó", destacó Silvio Rozzi.
El experto lamentó que en Chile "no exista un organismo responsable de la flora y fauna", indicando que "tenemos puros fiscalizadores", y que las leyes, "se hacen en base al escritorio"; y no hacen partícipe "a las personas que realmente están metidas en el baile". En definitiva, dijo que, "el que no haya responsable es el gran problema, porque no nos hemos sentado como país a organizarnos y ver esta situación".
Zoológico
Una de las grandes preocupaciones de Rozzi es el destino de los 65 animales que, a mediados de enero, fueron trasladados por el SAG desde Puerto Varas hacia Chiloé y Linares. En esta última ciudad fue donde reubicaron a la mayor cantidad de las especies, específicamente en "Casa Noé", zoológico y centro de rehabilitación de fauna exótica y silvestre, entidad que es parte del listado de centros de rehabilitación autorizados por el SAG.
"No conozco el lugar, sé que es un zoológico, y eso también es curioso, porque a nosotros siempre nos cuestionaron que pedíamos una colaboración en dinero y finalmente el mismo SAG los destina a un zoológico", comentó.
El ambientalista puertovarino cuestionó la decisión del SAG, señalando que un zoológico no es el lugar más apto para reubicar especies como pumas, pudúes o zorros, que vivieron toda su vida en un espacio como el Parque Romahue, donde el tipo de exhibición es diferente a la que ofrece un zoo.
"Es muy distinto al sistema de visita que teníamos nosotros, que eran guiadas, en silencio, explicativas, con el cariño y el respeto que merecen los animales. Nosotros teníamos dos visitas diarias a todo reventar y eran todas guiadas, no había ruido, ni estimulación para que los animales se movieran. Hay un cambio de región donde las temperaturas son distintas, la humedad es diferente, los olores son distintos, el estrés es diferente que es lo que nos preocupa hoy día", puntualizó.
Por último, Rozzi, enfatizó que lo que marcará para siempre, a todos quienes fueron parte de este centro de rehabilitación es "la emoción de generar vidas". "A todos los animales que llegaron, sobre todo los recién nacidos, les dimos la posibilidad de vivir, con todas nuestras limitaciones que teníamos, pero lo lográbamos y lógicamente eso nos marcó".
Sag
Al cierre de nuestra edición, el director del Servicio Agrícola y Ganadero, de Los Lagos, Cristian Andrade, se refirió por escrito al traslado de las especies que pertenecieron a la Fundación Romahue, hasta la ciudad de Linares.
"Se gestaron correos electrónicos a algunas entidades que cuentan con autorización del SAG, ubicadas en distintas partes del país, para saber si alguno de esos recintos podía recibir parte o la totalidad de los ejemplares que en ese momento se encontraban en las instalaciones de Fundación Romahue. Se derivaron 59 ejemplares, entre mamíferos y aves, a la Casa Noé, CEREFAS (Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre), ubicado en la ciudad de Linares, llegando en buenas condiciones a destino", señaló Andrade.
En el mismo escrito, explicaron que el cierre de las instalaciones del Romahue "fue una decisión voluntaria de los propietarios de este Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (CEREFAS)". Y agregaron que "la función del SAG es netamente de fiscalización a estos recintos en el marco de la Ley de Caza N°19473 y su Reglamento, no tenemos más facultadas que aquellas que nos confiere la propia ley".
Finalmente, precisaron que "actualmente, en la región, contamos con dos CEREFAS en funcionamiento: uno en Puerto Montt, que es de la Universidad San Sebastián, y el otro en Chiloé, que es de ONG Chiloé Silvestre. La demanda de recintos de esta naturaleza existe, más aún, en regiones como ésta donde hay riqueza de biodiversidad y por ende de especies silvestres".