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Baeza aclaró que para llegar a la urgencia del hospital las personas deben acudir cuando han tenido algún tipo de accidente, como por ejemplo una quemadura, una caída desde una estructura, pero también cuando hay alguna crisis convulsiva, compromiso de consciencia o dolores fuertes que van de 1 a 10, donde 10 es el dolor más fuerte que una persona haya tenido en su vida y 1 es la ausencia de dolor.
"Todos los dolores 6 o sobre 7 deberían ser evaluados; una fractura, una herida cortante, esas son las cosas para las que nosotros estamos preparados para solucionar en forma rápida", explicó.
Prioridad
El profesional agregó que en cuanto a las enfermedades respiratorias, los casos que deben llegar a la urgencia son los adultos mayores sobre 70 años, que tengan fiebre y tos, mientras que los niños menores de un año, que cumplan con esas mismas condiciones pueden acudir también.
Pero, para evitar que los menores lleguen a estos servicios, cuando comiencen con síntomas respiratorios, los adultos deberían llevarlos inmediatamente con un médico, no de urgencia, de tal manera que comiencen a tomarse las medidas para evitar llegar a un cuadro más grave.
"Generalmente cuando llegan acá (a la urgencia), están agravados porque no han consultado a tiempo y se desesperan y vienen solamente al final del problema, cuando ya lleva tres o cuatro días. En ese lapso podrían lo más bien haber ido a algún lugar de atención primaria y haber solucionado el problema antes de que llegue a ser más grave", sostuvo.
El doctor Baeza comentó también que la clasificación de los casos que se utiliza en la urgencia existe desde hace más de 10 años, aunque se ha ido modificando para perfeccionarla, pero es básicamente la misma.
"Hemos tratado de hacer campañas, tanto en la prensa, radio y dentro del mismo hospital entregamos volantes, trípticos, pero verdaderamente la población a veces opta por lo más fácil que es venir a la urgencia del hospital porque tienen todas las cosas que pueden requerir en algún momento, pero eso no necesariamente es lo mejor, porque es saturar un servicio de urgencia con problemas que son leves y cuando se tengan los problemas de verdad, sean mucho más demorosos", dijo.
Además la permanencia de tantas horas, hace que haya un aumento en el riesgo de contagios por la alta circulación viral, pese a que en el recinto el uso de mascarillas siga siendo obligatorio para todos, porque igual hay un riesgo", remarcó.
La consciencia y la educación pasa a ser lo más clave en estos momentos y lo que hay que apelar ahora es a la educación de los niños con este tipo de cosas, lo que más efecto tendría es hacer una especie de campaña a nivel de los colegios, asociados con la municipalidad, manifestó.
Patologías agudas
En cuanto a la situación de los Sapus de Osorno, el coordinador de estos centros de urgencia primaria, Mauricio Águila, señaló que la semana pasada presentaron una baja de 9,4% en las consultas generales, mientras que las por causa respiratoria disminuyeron un 14,8% respecto a la semana anterior, pero siguen siendo la mayoría, con un 60% del total.
El profesional indicó también que los Sapus están destinaos a la atención de usuarios con patologías agudas, ya que sus recursos son limitados, no hay toma de exámenes de sangre a diferencia del hospital, ni tampoco de imagen, limitándose a la evaluación médica, a veces con tratamientos endovenosos intramusculares.
Aquí existen 2 médicos de turno actualmente y en algunos hay un tercero de refuerzo, más dos enfermeros 3 Tens y personal administrativo y el traslado.
3 Sapus existen en la comuna y se ubican en los Cesfam Marcelo Lopetegui, Pedro Jáuregui y Rahue Alto. No obstante estos centros de salud primaria igual presentan congestión.
5 categorías distinguen la gravedad de los pacientes que llegan a los servicios de urgencia, que van de 1 a 5, donde C1 es el más grave y el C5 es el más leve; estos últimos son los que más consultan.
10 años por lo menos lleva este sistema de categorización de los pacientes, sin embargo la comunidad aún no hace caso del correcto funcionamiento de estos.