"A mí me gustaría hablar de avances cuando veamos los resultados"
La secretaria de Estado defiende las prioridades de su cartera y asegura que están conectadas con las necesidades ciudadanas y subraya que no ha tenido influencia en el proceso de selección del próximo Fiscal Nacional.
El 14 de marzo se realizó el primer Comité Político del Gobierno de Gabriel Boric. Ese día, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, se sentó en la mesa que lleva el pulso del Ejecutivo con sus homólogos de Hacienda, Interior, Secretaría General de Gobierno, Vocera de Gobierno y el Presidente. Toda una novedad en la historia republicana, pero que estaba conectada con la declaración de ser un gobierno feminista.
A poco más de ocho meses de esa primera cita, esta semana la encuesta DataInfluye reveló que es la ministra con menor aprobación, aunque ella subraya que no es la de mayor desaprobación (Giorgio Jackson, de Desarrollo Social, y Camila Vallejo, la vocera, superan su 11% con 46% y 40%, respectivamente).
-¿Le preocupan estos números, ministra?
-No, en general no, porque nuestras cifras internas muestran que nuestro principal desafío es de conocimiento. No de evaluación. Pero se ha dado y entiendo que hay hoy un interés por el Ministerio de la Mujer que antes no había y, por lo tanto, esa mayor exposición nos desafía a mejorar nuestro trabajo. Pero creemos que, efectivamente, nuestras actividades están muy en sintonía con las necesidades de las mujeres. Pensiones de alimentos, seguridad, mejorar la lucha contra la violencia contra las mujeres, acceder a mejor salud en todas sus dimensiones… y eso es de todos, no es un trabajo que solo nos corresponde solo a nosotros..
-Pepe Auth señaló que está muy "disociada de las prioridades ciudadanas".
-Las tres prioridades de la ciudadanía son seguridad, donde nosotros tenemos una parte que ver con la violencia contra las mujeres, que es nuestra prioridad legislativa y presupuestaria número uno. Y también lo que le dedicamos siempre más tiempo en todo que es la seguridad de las mujeres. La segunda prioridad tiene que ver con la previsión, con las pensiones, y hemos estado trabajando para que la reforma previsional incorpore a las mujeres. Y, una tercera que siempre sale es la salud. Y ahí también estamos, o sea, ¿qué cosa beneficia más a las mujeres que el copago cero? Ayer estuve haciendo en terreno en un operativo móvil exámenes de Papanicolau y mamografía y me decía una señora que nunca se la había hecho porque era Fonasa D y por lo tanto tenía que hacer copago y que siempre privilegió los exámenes de su hijo. En ese sentido, obviamente las críticas son parte del juego político.
-¿Ve intencionalidad política en las críticas?
-Yo creo que evidentemente el Ministerio de la Mujer siempre es algo bien evaluado porque es muy políticamente correcto. Pero, cuando las mujeres entran a espacios donde se toman decisiones diarias de gobierno, entra también al juego de la política oscura y por lo tanto es un costo que tenemos que pagar por estar en la toma de decisiones.
-Sabía que iba a ser así…
-Yo sabía que no iba a ser fácil.
-¿Y le han dicho directamente "qué hace en esa mesa"?
-Sí.
-¿Y cuáles son los argumentos de sus críticos?
-Es que no se trata de que esté yo como persona, sino de que esté el Ministerio de la Mujer, porque hay que reconocer que las mujeres no hemos estado siempre en la primera línea de objetivos de las políticas públicas. Ayer
"Cuando las mujeres entran a espacios donde se toman decisiones diarias de gobierno, entra también al juego de la política oscura y por lo tanto es un costo que tenemos que pagar por estar en la toma de decisiones".