Detección del cáncer de mamaEn los doce años ejerciendo como tecnóloga médica de especialidad en imagenología he tenido la oportunidad de utilizar diversos equipos de mamografías, desde los más básicos hasta los más modernos para la detección del cáncer de mama. Bajo esta experiencia, he comprobado que muchas pacientes asisten a su cita rigurosamente año a año y otras, lamentablemente se lo realizan cuando se acuerdan, a veces pasando 2 o 3 años sin asistir. Otras que se lo realizan por primera vez y deciden nunca más volver, porque consideran el examen doloroso, simplemente porque no tienen tiempo de asistir a sus controles. Un sin número de excusas, sobre todo cuando las cifras en nuestro país son preocupantes.
Según el Ministerio de Salud, una de cada 9 mujeres padece esta enfermedad, anualmente se diagnostican alrededor de 4.200 nuevos casos y mueren aproximadamente 1.500 mujeres.
Si bien el avance en las tecnologías entrega una mejor imagen y como consecuencia ayuda a un mejor diagnóstico, esto no lo es todo, debido a que el examen tiene que ir acompañado de la concientización de cada mujer y que a partir de los 40 años debe realizarlo de forma anual, además, tener una constante auto examinación.
El cáncer de mamas no distingue raza, sexo, religión o condición social, por lo mismo es importante poder detectarlo temprana y oportunamente para así tener un tratamiento menos invasivo y una mejor expectativa de vida. Nada más cierto que el refrán "mejor prevenir que curar".
Actualmente existen diversos programas preventivos y gratis para las mujeres, ya sean pacientes de Isapre o Fonasa. Sólo basta con consultar en sus respectivas entidades de salud, donde además hay una ley de medio día de permiso laboral que permite realizarse de forma anual este examen. Ninguna mujer está libre de sufrir este mal, por lo que la mejor manera de luchar contra el cáncer de mama es y será, promover fuertemente la realización de una mamografía de manera anual y la auto examinación.
Lorena Jara
Preparados para la crisis...
Crisis es una "situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso" y, en su quinta acepción, la RAE la define como: "Reducción en la tasa de crecimiento de la producción de una economía, o fase más baja de la actividad de un ciclo económico".
Crisis es lo que viene. Todos lo sabemos. ¿Y qué hacemos cuando sabemos que viene algo no deseado? La lógica es que nos preparemos, idealmente antes de que "la sangre llegue al al río".
Bloomberg Economics informó que la probabilidad de una recesión en Estados Unidos es de 100% para octubre de 2023. Y, como dice el dicho, "cuando llueve, todos se mojan", lo que significa que en Chile también enfrentaremos una crisis.
¿Estamos preparados para la crisis que viene?. Sin duda, cada empresa y organización es diferente, pero hay ciertos principios básicos que se pueden aplicar, entre ellos: determinación de comité de crisis; identificación de posibles amenazas; preparación de escenarios y acciones responsivas y definición de estrategias de comunicación interna y externa.
La consigna es una sola: si no nos preparamos, la crisis nos golpeará en la cara como un terremoto. Y ya sabemos lo que son los terremotos.
Juan Claudio Edwards
Personas mayores
Se estima que para 2025 cerca del 20% de la población en Chile tendrá más de 60 años. Es decir, un alto porcentaje de nuestra población será considerado una persona mayor en los próximos años.
Este envejecimiento es consecuencia de un proceso biológico, el que no debe ser visto sólo desde este punto de vista, sino que debe ser abordado de manera integral, considerando los distintos aspectos de la vida de una persona y sus ocupaciones.
No basta sólo con conocer el promedio de vida las personas, sino también por cuánto tiempo pueden esperar vivir con buena salud y mantenerse activos. Y para esto, es primordial que las personas mayores sean incluidas dentro de la sociedad y que se les pueda entregar toda la libertad y autonomía que su salud permita.
La tercera edad es una etapa de la vida para la cual generalmente no estamos preparados, por lo tanto, como sociedad, debemos hacernos cargo de que esta etapa, para que sea lo más amigable posible con todas las personas.
Macarena Galdames, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, U. de los Andes
El arte del desaprendizajeDe acuerdo a la regla de Malcom Gladwell, sociólogo y escritor canadiense, se requieren 10.000 horas de práctica para dominar una actividad. Un estudio de FIS afirma que el aprendizaje de un idioma puede tomar entre 480 y 720 horas, para contar con una fluidez básica. La diferencia de horas depende del idioma que se esté aprendiendo. Es muy común hablar, conversar o investigar sobre el tiempo que se debe destinar para aprender, pero pocos se han preguntado ¿cuánto tiempo se requiere para desaprender?.
En un mundo donde todo está en constante cambio, muchos han debido aprender a desprenderse de lo que conocían para enfrentar nuevos escenarios. El aprendizaje es tan importante como la capacidad de una persona para dejar antiguas prácticas.
Hoy las personas viven y conviven en un espacio donde se ha vuelto relevante desechar algunos hábitos y formas de trabajar. Es necesario contar con las herramientas para superar, modificar y cambiar tanto el pensamiento como el comportamiento. Esto ha convertido la habilidad de desaprender en una power skill -o también conocida como habilidad blanda- ya que permite a las personas contar con una capacidad de reprogramarse, para volver a integrar conocimientos útiles que permitan mirar y enfrentar el futuro. Bien lo decía el escritor español Eduard Punset, "desaprender lo aprendido es hoy lo más importante".
Aprender a desaprender requiere de una ciencia especial. En nuestra experiencia, lo incorporamos en el viaje del usuario, donde antes de aplicar el aprendizaje nos enfocamos en el cambio de mindset, a través de la sicología positiva y sicología cognitiva conductual, para generar primero un cambio a nivel interno que permita una apertura, que facilite la adquisición de nuevas herramientas. Esto, con el objetivo de que se apliquen de manera efectiva y que además este cambio sea coherente y perdure a lo largo del tiempo.
El desaprendizaje es un desafío más a los que las personas se deben enfrentar al momento de querer incorporar conocimiento. La buena noticia es que conocemos la solución que te permite el éxito al final del proceso.
Valentina Laval