Sergio Silva Vásquez
Días llenos de angustia y pena viven los hermanos Marisol, Ruth y José Abello Silva, ya que hace unos días se enteraron que su padre asesinó a su mamá hace 24 años y luego la enterró en una pesebrera del Club de Campo de Osorno. Ellos crecieron pensando que su madre, Marisol Abello, los había dejado de la noche a la mañana el 13 de julio de 1998, mentira que fue siempre relatada por el jefe de hogar, Carlos Silva.
La verdad de este caso salió a la luz tras la confesión de Silva. En un momento de extrema sinceridad, dijo que mató a su esposa, con quien se casó en 1983, por celos y luego la enterró en la caballeriza N°4 del sector de Polo, en el Club de Campo de Osorno, ubicado a dos kilómetros de la ciudad por la ruta 215 a Puyehue.
El cuerpo fue hallado por detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) de Osorno exactamente en el lugar descrito.
Doble injusticia
Hoy sus hijos están sumidos en el sufrimiento y angustia, llenos de rabia y dolor por el crimen y las mentiras. Esperan, nerviosos, que los contacten de la PDI o del Servicio Médico Legal para los peritajes de ADN a los restos desenterrados, tras lo cual programarán una fecha para darle una sepultura digna a quien les dio la vida.
"Sabemos que lo que hizo mi padre no tendrá justicia, eso lo dejó bien claro el juez durante el careo. Nos señaló, además, que por tratarse de una persona adulta mayor, no podemos dejarlo solo. Ninguno quiere volver a la casa. No sabemos qué hacer, necesitamos que nos ayuden. Le dijimos que se vaya a un hogar. No se dio cuenta del daño y dolor que nos causó, mató a nuestra madre como un animal", expresó Ruth.
Los hermanos Silva Abello piden ayuda a las autoridades para internar a su padre en algún recinto para su cuidado.
"No sabemos a quién recurrir, al presidente Boric (…) piensen en el daño que nos hizo, es un asesino. El juez nos cerró las puertas, esto no es un tema judicial, ahora es un tema social. Veo cómo sufren mis hermanos menores con todo lo que estamos pasando, pedimos a gritos que nos ayuden, la justicia está en deuda con nosotros y nos dejaron botados. Vivimos dos pérdidas", comentó Marisol, la hija mayor.
Los tres hermanos sienten rechazo hacia su padre y piden comprensión sobre el mal momento que los aqueja.
"No quiere salir de ahí, quiere morir en su casa, es otra carga que tenemos. Hoy estamos dando la cara por toda esta tragedia, vivimos una pesadilla de la cual queremos salir. Necesitamos ayuda para que se hagan cargo de él (...) Nos cuesta decirle papá por todo lo que hizo", sostuvo José.
4 días planificó Carlos Silva el crimen de su mujer. Tenía la excavación lista cuando la mató con un cuchillo.