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No hay señalización ni pasos preferenciales para los peatones. Todo para los automovilistas que pasan por esta ruta para evitar tacos y peajes. Los matorrales tapan el paso y la visibilidad. El pobre siempre queda esperando que hagan algo y andar pidiendo por favor seguridad en caminos por donde también circulan las autoridades y no se dan cuenta o se hacen los locos", comentó el jardinero.

Efectivamente, los vecinos del sector han presentado solicitudes individuales y colectivas tanto en la Municipalidad como en la Dirección de Vialidad para lograr soluciones. Esto, debido a que ambos organismos tienen responsabilidad sobre el bien de uso público en la zona urbana (municipal) y rural (Vialidad).

Miguel Arredondo, concejal DC por Osorno, explicó que el tema fue abordado durante el Concejo Municipal, desde donde se enviaron oficios a Vialidad para abordar el problema; igualmente, se instruyó a personal municipal para ver las opciones en la zona urbana.

"Ese camino es un peligro, porque no existe una berma peatonal habilitada ni demarcada. Hay material pétreo suelto en el camino y cuando pasan los vehículos es un riesgo. Es un camino como otros accesos a la ciudad que se ha ido transformando en zona habitacional y por ende tiene flujo peatonal. Es necesario generar proyectos integrales que suban los estándares de seguridad peatonal y para bicicletas en caminos de este tipo, porque no podemos pensar sólo en el desplazamiento vehicular, menos en zonas donde hay cada día más personas haciendo sus hogares", indicó el edil, quien además preside la Comisión de Infraestructura del Concejo Municipal.

Falta de mantención

El camino a Barro Blanco también presenta problemas de mantención en los costados de la vía, donde hay abundantes matorrales y de gran altura, lo que complica el desplazamiento peatonal seguro, así como de ciclistas e incluso automovilistas que requieren detenerse a un costado.

"Este problema parte en la caletera, pero al ingresar al camino a Barro Blanco el tema se complica aún más, porque los matorrales están largos y ocupan el espacio donde circulan los peatones. Ello obliga a que las personas vayan por la vía de los vehículos con el peligro que significa para el conductor y el propio peatón. Por acá anda gente con bebés, adultos mayores, es un sector donde viven muchas familias, pero estamos olvidados por la mantención vial", expresó Ana Salinas, vecina del sector, quien indicó que personal de aseo antes cortaba los matorrales, lo que ahora no sucede.

El diagnóstico es compartido por los conductores que frecuentan la zona, ya que aseguran que los espacios para los peatones o ciclistas son angostos y descuidados, lo que transforma a la vía en un peligro para quienes la utilizan.

"Siempre se habla de la seguridad del peatón y, claro, es una realidad, porque son los más expuestos, pero la falta de demarcación o de corte de ramas, murras o cualquier situación anómala en una vía, es un peligro para todos los usuarios. Nadie quiere protagonizar un accidente y menos aún quitarle la vida a alguien cuando va al volante, así que el llamado es por todos", señaló Marcelo Oporto, conductor de radiotaxis.

Los organismos públicos trabajan en soluciones, según lo informado en el Concejo. Desde Vialidad regional declinaron referirse al tema.

2 servicios públicos tienen responsabilidad en la mantención del camino Las Quemas: el municipio en la zona urbana y la Dirección de Vialidad en la zona rural.

2020 comenzó la pandemia, lo que agudizó el problema en los caminos de acceso alternativo a Osorno, como Las Quemas y Barro Blanco, donde la población ha crecido.

4 accesos desde la Ruta 5 hacia la comuna están habilitados de forma expedita, pero no así las vías alternativas, que presentan problemas de matorrales, falta de berma, entre otros.

Denuncian falta de bermas, limpieza y seguridad peatonal en rutas de acceso a Osorno

TRÁNSITO. El problema se genera en Las Quemas, Barro Blanco, entre otras áreas rurales, donde los matorrales cubren la huella que existe para el desplazamiento de personas que trabajan o viven en esos sectores. Piden que tanto el municipio como Vialidad resuelvan el tema cuanto antes.
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Verónica Salgado

Molestos y expuestos a accidentes están los vecinos de las comunidades que viven en las rutas de acceso a la comuna de Osorno, como Las Quemas, Barro Blanco, entre otras, quienes denuncian falta de bermas, escasa señalización, nula limpieza de matorrales e inseguridad peatonal en las vías emplazadas en esos sectores, las cuales tienen un alto y creciente flujo vehicular, pero también de personas y ciclistas que pueden sufrir graves accidentes.

Aseguran que han planteado el tema a las autoridades de la Dirección de Vialidad y del municipio de Osorno, sin que el problema sea resuelto, ya que la abundante presencia de matorrales (murras principalmente), falta de demarcación vial, desniveles, piedras y oscuridad dejan a los peatones relegados a un segundo plano en zonas donde viven, trabajan e incluso estudian.

Si bien los cuatro accesos a Osorno provenientes de la Ruta 5 cuentan con los estándares mínimos para el flujo peatonal, se han generado otras vías alternativas donde el tránsito peatonal y vehicular se incrementa debido a la parcelación de terrenos, lo que se suma a las comunidades que ya existían en las zonas. Esto obliga a subir los estándares de seguridad vial, aunque los constantes reclamos y accidentes evidencian todo lo contrario.

Preocupación

María trabaja como asesora del hogar en un condominio ubicado a un costado del camino Las Quemas, por donde circula diariamente. Ha sido testigo del peligro en la zona para los peatones y ciclistas que transitan por la casi inexistente berma.

"En verano y en pandemia parece que las cosas quedaron congeladas, porque el camino para los peatones es casi una huella que hacemos quienes circulamos por el lugar. Muchas personas venimos a trabajar a esta área y además están los residentes. Hay zonas de escuelas (el Colegio Francés y una escuela rural) que significa niños que se van a sus casas y todos por el mismo lado. Mi jefes me salen a dejar al punto donde pasa la locomoción colectiva, pero en la mañana para llegar no es así y ahora con lluvia es más peligroso aún. Además, los autos pasan a toda velocidad con el riesgo que eso significa", manifestó la trabajadora, quien optó por mantener la reserva de su apellido.

La misma situación describe Juan Castro, quien trabaja en labores de jardinería en distintos condominios: "normalmente me desplazo caminando con mis herramientas, pero la verdad anda gente corriendo o que viven por acá y la berma no existe o está muy mal demarcada.