Deudas de los servicios básicos
El 31 de diciembre vence una normativa especial que le ha permitido a numerosas familias no pagar, durante la pandemia, las cuentas de agua, gas y electricidad. Tanto el Gobierno como las empresas distribuidoras ya deberían estar explorando fórmulas para enfrentar el fin de la ley especial.
Apenas tres meses de vigencia le queda a la Ley de Servicios Básicos, que de manera excepcional dispone medidas a favor de los usuarios de los servicios sanitarios, electricidad y gas de red, como la continuidad del suministro y la suscripción de planes de pago para quienes no puedan cumplir con sus cuentas debido a la pandemia.
Hay un tema de fondo, que es el endeudamiento que se ha ido provocando por las postergaciones o la cesantía, la falta de trabajo y la falta de ingreso, lo que podría transformarse en algunos casos en compromisos casi impagables.
A mediados de 2020, el Gobierno llegó a un acuerdo con las empresas distribuidoras a fin de no interrumpir el suministro en casos de morosidad. La iniciativa no representaba una condonación, pues luego debería repartirse lo postergado en 12 meses, lo cual significaría un aumento en las cuentas futuras de los usuarios. Inicialmente, la medida estaría vigente mientras durara el Estado de Excepción, pero en el último aplazamiento se acordó prorrogarla hasta diciembre.
No obstante, los alcaldes de variados municipios han planteado que esta fórmula ha generado un alto endeudamiento de los hogares, ya que las cuentas no se han condonado, sino que se han prorrogado, lo que significa que al terminar la vigencia de la medida, en diciembre, esas familias podrían tener serias dificultades para cumplir sus compromisos.
Las autoridades comunales temen que las empresas distribuidoras suspendan el suministro cuando la ley venza y, además, suban las tarifas. También se ha señalado que la deuda va acumulando intereses, por lo cual han pedido al Ejecutivo que se busquen fórmulas de solución, como condonación o generar un subsidio al servicio eléctrico que permita regularizar las deudas de las familias más vulnerables del país. Asimismo, piden que las empresas concesionarias asuman parte de la deuda con el fin de conseguir el saneamiento.
Lo claro es que en pocos meses más se abrirá esta caja de Pandora que puede generar un evidente flanco de tensión de cara a la asunción del bloque que resulte ganador en la elección presidencial.