Se acerca un nuevo fin de semana largo (entre el 9 y el 11 de octubre), y tanto Carabineros como las autoridades de tránsito ya están planificando las campañas de prevención. Hay preocupación luego de las cifras que dejó el reciente feriado largo de Fiestas Patrias, donde a nivel nacional se registraron 719 accidentes, un 21% más que el año pasado en la misma fecha. En esos siniestros de calles y carreteras lamentablemente resultaron fallecidas 24 personas (dos más que el año pasado) y 586 quedaron heridas.

La ministra de Transportes, Gloria Hutt, ha señalado que fueron números altos que estuvieron lejos de lo que las autoridades hubiesen querido observar para todas las medidas que se tomaron, si se considera que Carabineros dispuso de 6.148 funcionarios a lo largo de Chile, quienes realizaron 122.870 controles, de ellos 89.529 a conductores de vehículos y más de 33 mil a personas en general, con el fin de resguardar el orden en las ciudades.

Volcamientos, atropellamientos y colisiones fueron los siniestros con más ocurrencia en las carreteras del país, muchos de ellos debido a exceso de velocidad, conducción bajo la influencia del alcohol o las drogas y no tomar las medidas defensivas en la circulación, en un balance muy por sobre igual período del año pasado, en medio de extensas cuarentenas por el covid-19.

Las principales causas de accidentes de tránsito durante los fines de semana largos siguen siendo la distracción en la conducción, la consecuente pérdida de control del vehículo, así como manejar en estado de ebriedad. Más allá de lo que dicen las estadísticas, es obvio que desde el punto de vista humano cualquier tragedia es lamentable, pues muchas de ellas pueden evitarse si se toman medidas preventivas.

Es de esperar que los usuarios de la vía pública lo tengan presente, en especial en el próximo fin de semana largo. El desafío es hacer entender a quienes están a cargo de un automóvil y a los transeúntes que la adopción de medidas preventivas y responsables es la única forma de bajar el alarmante número de accidentes de tránsito y las lamentables secuelas que dejan, con heridos y víctimas fatales.

Cristian Martínez Badilla, cabo segundo de Carabineros de Chile. Un hijo, Abraham de tres semanas de vida. Mártir número 1.039 de nuestra noble institución. Una bala lo asesinó el 11 de septiembre de 2012, mientras cumplía con su deber. Además de él, una veintena de carabineros fueron heridos ese día, dos de ellos de gravedad.

Según informaciones, tenía 27 años, sin duda nuestro héroe nació mucho antes que las Leyes Cumplido y la Reforma Procesal Penal. Cuando daba sus primeros pasos, aún no se encontraban las armas en Carrizal Bajo y el atentado al Presidente Pinochet estaba en la mira de los terroristas. Cuando llegó la alegría y mataron al senador Jaime Guzmán, estaba en enseñanza básica; y cuando se "arrancaron" los terroristas de la cárcel de alta seguridad ya era un adolescente soñando con el uniforme verde de carabineros. Su madre cuenta que siempre quiso ser policía.

¿Por qué el recuerdo? Aquí entre nos, si usted tiene la fortuna de tener un hijo de 27 años ¿en qué trabaja? ¿Y si hubiese querido ser uniformado, puntualmente Carabinero? Por supuesto viviría con el alma en un hilo, después de todo, de las profesiones, ser policía es la más arriesgada e ingrata. Además, en otros trabajos se puede ganar mucho más…

¿Y? Y aquí estamos, a merced del desgobierno y la politiquería; abúlicos viendo cómo "la constituyente" quiere destruirlo todo, cómo la oposición sólo promete gratuidad y el retiro del cuarto 10%; cómo el Gobierno insiste en ofrecer acuerdos histéricos, mientras la institución más confiable para los ciudadanos sigue siendo vejada, difamada, atada de manos. Y aquí seguimos, invadidos por inmigrantes ilegales, La Araucanía devastada y nuestras calles saturadas de delincuentes, mientras los mártires de Carabineros siguen aumentando a nuestra vista y paciencia…

¿A alguien le importa?, ¿alguien le ha tomado el peso a lo que significa vivir sin ley, sin chilenos dispuestos a defendernos? Sí, a una institución privada y cristiana: la Universidad San Sebastián (USS), que becará a los hijos de mártires de Carabineros. Gracias a la USS, la muerte de un mártir no será en vano; los "Abraham" tendrán un futuro y, nosotros, la esperanza de que no todo está perdido.

Vivian Arend