Vecinos se quejan por el mal estado de caminos rurales y urbanos en La Unión
BARRO Y BACHES. Varios ya perdieron parte de la capa de asfalto o ripio y se han vuelto intransitables. Las lluvias invernales agravan el problema. Acusan falta de mantención y apelan a la voluntad de las autoridades.
Inquietud existe entre dirigentes y vecinos de La Unión por el mal estado de los caminos rurales y urbanos en el periodo invernal, que ha motivado quejas y solicitudes de mantención para permitir el tránsito de los vehículos particulares, locomoción colectiva y transporte de carga.
El recién asumido alcalde de la capital del Ranco, Andrés Reinoso, ha sostenido reuniones con dirigentes en varios sectores urbanos y rurales, donde han expresado su malestar y preocupación por la falta de mantención de caminos principales y vecinales, donde en algunos casos han perdido la capa asfáltica y otros el material pétreo, siendo reemplazados por innumerables baches de gran tamaño. La situación se agrava por las lluvias y bajas temperaturas del invierno, que influyen y dificultan el paso, en especial de los vehículos más pequeños.
Los casos más graves se registran en la parte norte de la Cordillera de la Costa, sector Santa Elisa Ñanculén, con baches en los caminos asfaltados; y en los sectores Puerto Nuevo, Rofuco, La Plata y Auquinco, cuyos vecinos se han encargado de registrar los daños con fotografías.
Lluvias limitan
El municipio tiene dos camiones tolva, un cargador y una motoniveladora que ha trabajado en diversos lugares, arreglando caminos y calles que requieren urgente mantención. No obstante, reparar en este tiempo las vías puede ser incluso peor, debido a las lluvias, por lo que es necesario esperar que se sequen y luego rellenar los baches.
Los dirigentes vecinales sostienen que, como todos los años, el invierno ha transformado varios caminos en intransitables.
El presidente de la junta de vecinos de Mashue, Eliecer Álvarez, se refirió al problema que afecta a unas 50 familias, con caminos que no tienen asfalto en el sector. El daño se aprecia con mayor claridad en el sector del cruce Macaya.
"Lamentablemente, debido a las lluvias, el trabajo de la motoniveladora de Vialidad no ha sido la solución, porque se requiere rellenar con ripio. Tenemos problemas entre el cruce Huitano y el cruce Ponce, lugares donde todos los días circulan buses y afecta además a la escuela fiscal y a la posta", indicó.
El dirigente Juan Burgos, del sector Ñanculén, distante a 30 kilómetros de La Unión, en la parte norte, se refirió a las condiciones de los caminos en el lugar, que pueden generar accidentes con los vehículos más pequeños, debido a la cantidad de baches que han aparecido en los 6 kilómetros entre Santa Elisa y Los Pantanos.
"Sucede que allí se instaló hace poco más de 3 años asfalto básico, que requiere una nueva capa, que hasta ahora no se ha colocado, por lo que hemos solicitado al Ministerio de Obras Públicas (MOP) que se haga efectivo ese mejoramiento", explicó el presidente del sector.
En el acceso a Folleco, por Rapaco (que preside Ingrid Fuchslocher) enfrentan el problema con el camino que pasa al costado del río Llollelhue. Se trata de un sitio complejo, que logró el año anterior una solución transitoria, no obstante, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) aclaró que debe buscarse un mejoramiento definitivo y es lo que moviliza además a la junta vecinal Panguimilla, encabezada por María Elena Jaramillo, que comparten la misma preocupación por el aumento de tráfico en la vía a Los Conales.
El dirigente Héctor Uribe apela a la comprensión de las autoridades para solucionar los problemas que afectan a los vecinos del perímetro de estas juntas de vecinos.
"En algún momento nos plantearon tener una alternativa de tránsito por Daglipulli, debido
al costo de canalización del río Llollelhue para acceder a este vasto sector de la comuna. Sabemos que ya existe un bosquejo del proyecto para el mejoramiento de nuestro camino", afirmó.
También hay otros obstáculos que frenan el mejoramiento de los caminos vecinales, como la falta de comprensión de los privados para colaborar con la habilitación de vías que permitan el normal tránsito de los vecinos.