Correo
¿Dónde está Dios?
En esta pandemia que avanza día a día, sensaciones y sentimientos tan humanos como soledad, enfado, tristeza y desesperanza se han apoderado de nosotros. Sin duda constituyen otra forma de virus que ha infiltrado nuestras vidas, mentes y corazones. En medio de este descalabro, que no se experimentaba desde más de un siglo, aflora una pregunta muy válida: ¿dónde está Dios?. En el evangelio según San Juan (14,7-14), Jesús dice a sus discípulos "Si me conocierais a mí, conocerías también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto".
Las palabras de Jesús a sus discípulos fueron sencillamente magistrales; lo convirtieron desde ese instante en un ícono. Jesús tiene la cara, ojos, boca, oídos y el cuerpo del Padre. Es el Padre. En el Antiguo Testamento, con la sola excepción de su conversación con Moisés, Dios es invisible y únicamente se conoce por sus obras. Si esperamos ver cosas extraordinarias procedentes de Dios, muchos no tendremos esa experiencia en la vida que nos queda. Más participamos del espíritu del Padre siguiendo a Jesús, quien dirige nuestro accionar ya sea guiando a los expertos en la resolución de la pandemia u ofreciéndonos la oportunidad de traer paz, ayudar a los que sufren a levantar cabeza y, en general, a ser compasivos y caritativos.
Gustavo Astorquiza
Zonas de sacrificio y energía
Hoy en Chile existen 66 zonas de sacrificio activas, con la gran mayoría situadas en la zona centro y sur del país y de las cuales la mayoría responde a proyectos energéticos, con un 37%. Estas zonas se caracterizan por ser asentamientos humanos expuestos a altos niveles de contaminación y el ámbito energético tiene mucho que decir en este sentido.
De hecho, una de las inspiraciones de la meta de descarbonizar la matriz energética en su totalidad al 2040 es justamente mitigar la existencia de estas zonas, buscando mejorar la calidad de vida de distintos pueblos y localidades situados a lo largo de nuestro país.
Sin ir más lejos, la proliferación de pequeños parques solares situados cerca de algunos de estos asentamientos abre una luz de esperanza, no sólo debido a que se prescindiría de fuentes que generan altas emisiones, sino también aportan al desarrollo local, generando empleo regional y descentralizado, diversificando las actividades económicas de las localidades y abriendo la puerta a una oportunidad de desarrollo única: producir hidrógeno verde.
Víctor Opazo Carvallo
Provoste y Larroulet
De pronto emerge Yasna Provoste en el escenario presidencial de noviembre. Senadora oriunda de Vallenar, con estudios en liceo público y en la Universidad de Playa Ancha, donde se graduó de profesora de Estado. Un perfil dúctil dada su profesión, cercana a la ciudadanía, con sensibilidad por el desarrollo social y material de las familias. Diferente a su correligionaria Ximena Rincón, candidata oficial de la DC, de perfil frío, tieso incluso, lejana a la plebe y con pasado activo en un directorio de AFP.
Al frente, en la Moneda, la elite de ingenieros comerciales "made in Chicago", Piñera y Larroulet sumando a Cerda arrimado de otro costal, se desviven sólo por mantener las finanzas a favor del poder financiero. De suyo, Larroulet, trata de entronizar a otros economistas, Lavín, Matthei, Briones y hasta Sichel, para que afirmen la sartén por el mango a futuro. Lejanos están los tiempos en que ingenieros de la talla de Raúl Sáez, Premio Nacional de Ciencias, impulsor en tiempos de Frei padre de Endesa, Entel, Corfo y otros organismos públicos, trabajaban para el gobierno. ¿Logrará la senadora Provoste amarrar una candidatura sin extremos faranduleros o radicales?.
Gaspar Millas
Protección a adultos mayores
En las últimas semanas se han conocido historias lamentables de adultos mayores: el caso del señor que lleva 20 años jubilado, pero que a diario debe viajar más de 100 kilómetros para ir a trabajar porque su pensión es insuficiente; y la situación de la señora de 100 años a la que se le negó el ingreso a un supermercado por no contar con su permiso de desplazamiento.
Sabemos que la pandemia ha afectado a cada uno de los hogares chilenos, sin embargo, hemos olvidado a las personas mayores. Si bien ha habido medidas del Gobierno que privilegian y resguardan especialmente la salud de este grupo etario, ¿son suficientes?, ¿se entrega una apropiada cobertura a sus necesidades? ¿Es responsabilidad absoluta del Estado velar por su protección?. Desde el 2017 Chile incorporó a su ordenamiento jurídico la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, contrayendo una serie de obligaciones en la materia como fortalecer y propender a la igualdad, protección, inclusión y libertad en la sociedad, pero no es menos cierto que los primeros llamados al acompañamiento de este grupo somos el núcleo familiar.
Javiera Fernández