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Jorge Rosas, dirigente social de Puyehue, detalló que la implementación de cuarentenas tiene una infinidad de efectos que no son considerados por las autoridades y que se siguen repitiendo a pesar que ya ha pasado más de un año del inicio de la pandemia.
"Ha sido muy complicado para las familias de sectores rurales llegar incluso a la misma ciudad de Entre Lagos, ya que no hay recorridos a zonas como El Encanto, Desagüe Rupanco, entre otros. Ahí la gente se organiza con algunos vecinos, pero es un problema tener que andar pidiendo favores o pagando cifras bastante más elevadas para abastecerte o ir a trabajar. Entendemos que la cuarentena busca disminuir la movilidad, para evitar contagios, pero olvidan que hay personas que trabajan igual y que la gente tiene que comer. Hemos manifestado este problema incluso con cartas al Presidente de la República, pero no somos escuchados. ¿Cómo le vamos a exigir a los dueños de máquinas que trabajen si también están afectados por la pandemia?. Es un escenario complejo y que se agudiza con el paso de los meses", manifestó el dirigente.
La operatividad al mínimo del transporte público intercomunal ha favorecido la aparición de "servicios piratas" que cobran tarifas muy elevadas e ilegales por realizar los servicios y donde los pasajeros quedan expuestos, ya que en caso de accidentes no hay seguros asociados como sí ocurre en el transporte público.
Los vecinos de la comuna de San Pablo también viven esta realidad, donde muchos deben esperar buses interprovinciales que circulan por la Ruta 5 para llegar hasta el acceso a Osorno, desde donde buscan distintas opciones para desplazarse hacia sus lugares de trabajo o la zona central de la comuna.
Consuelo Salas trabaja en un supermercado en Osorno, por lo que diariamente utiliza el transporte público en distintos horarios, ya que sus jornadas son por turnos, aunque reconoce que durante las cuarentenas ha sido muy complejo, más aún si es fin de semana.
"He tenido que pagar cifras bastante más caras en pasajes para llegar a trabajar, porque no puedo quedar cesante. Si bien mis horarios de entrada y salida no son siempre iguales, porque tenemos turnos, estoy saliendo todos los días a la hora que hay bus, aunque eso significa estar hasta 3 horas sin hacer nada más que esperar mi inicio de jornada laboral", dijo Salas.
Sonia Mansilla, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de San Pablo, considera que la disminución del transporte público es un tema que se podría evitar con mayor planificación desde las autoridades, más aún si ya ha transcurrido más de un año de pandemia y varias cuarentenas territoriales.
"Suponer que todos tienen autos es un error que se arrastra desde el nivel central, donde además parece que no hay comunicación entre ministerios, porque llevamos más de un año en emergencia y siguen pasando las mismas falencias y problemáticas. En la provincia, nos guste o no, existe un vínculo directo con Osorno y aseguro que la gente que viaja hasta allá no lo hace por gusto o ir a pasear, es por necesidad. Es ahí donde la autoridad no se hace cargo y endosa responsabilidad a los transportistas, que también dependen de esto para vivir. ¿Cómo van a mover una micro con 10 personas?. Si el Estado se preocupara de apoyarlos, nos beneficiaría a todos", argumentó la dirigente.
Capacidad mínima
Manuel Peña, presidente de la Asociación Rural de Buses de la provincia, que agrupa a cerca de 80 socios de líneas (150 máquinas), reconoce que actualmente la flota que recorre las comunas de la provincia tiene cerca de 20 máquinas, lo que es una preocupación para las personas afectadas, no obstante, económicamente es imposible sostener servicios con tan pocos pasajeros.
"Hemos planteado este tema a las autoridades, porque finalmente nos van endosando responsabilidades como los permisos, ya que si fiscalizan y alguien no lo lleva, la multa también es para el conductor, pero resulta que son de dos horas, entonces la gente busca sacarlo al llegar a Osorno para alcanzar a hacer algo. Hemos coordinado con los dirigentes, pero igual es muy difícil mantener frecuencias, porque nosotros y los choferes vivimos de estos ingresos y estamos muy críticos. Le planteamos a las autoridades asegurar de alguna forma al menos tres servicios diarios, pero llevamos un año de pandemia y no se logra, porque todo depende del nivel central", explicó Peña.
Agregó que las cuarentenas han sido muy complejas, más aún cuando son todas las comunas, porque efectivamente hay flujo de pasajeros, pero mínimo y disperso durante el día, lo que significa trasladar dos o tres personas en un viaje.
"No alcanza ni para cubrir el combustible. Hemos hecho esfuerzos, porque entendemos nuestro rol social y tenemos al menos servicios de ida y vuelta en la mañana y tarde, pero sigue siendo un problema que se agudiza en las cuarentenas, porque en Fase 2 tenemos una operatividad de más del 60%, que satisface adecuadamente la demanda de la comunidad", detalló el dirigente gremial.
El seremi de Transportes, Nicolás Céspedes, está consciente del problema que afecta también a quienes deben trasladarse hasta Puerto Montt e intermedios, mayormente por razones laborales, donde la falta de transporte público se suma al estrés que vive la ciudadanía a causa de la crisis sanitaria.
"Lo que hemos hecho en cuarentenas anteriores es coordinar con las juntas de vecinos y los empresarios de las líneas para que puedan generarse horarios que sean útiles para ambos. Efectivamente la pandemia ha impactado fuertemente al transporte, no sólo intercomunal rural, sino también al urbano, interregional y de todo tipo, ya sea aéreo, terrestre, marítimo, etcétera. Tenemos servicios subsidiados, pero dada las cuarentenas simultáneas y tan extensas por ejemplo en Osorno que es fundamental para la operatividad provincial resulta muy complejo regularizar este tema. Acá lo básico es que la comunidad cumpla con las medidas para salir de cuarentena a la brevedad, es la única forma y el objetivo fundamental de todo esto, porque se requiere controlar la pandemia que afecta la salud y vida de las personas", enfatizó.
Agregó que retomarán la coordinación con la comunidad y transportistas para disminuir el impacto negativo en los vecinos, además de otras adecuaciones que se están realizando desde el nivel central para enfrentar las cuarentenas de distinta forma, principalmente en el transporte rural.
Indicó que también se aprobó el apoyo a transportistas y choferes que están en un escenario sumamente complejo y cada vez más crítico.
150 máquinas realizan los recorridos intercomunales en la provincia, las que pertenecen a cerca de 80 socios de la Asociación Rural de Buses de la provincia. Actualmente circulan alrededor de 20 máquinas.
2 meses que el país enfrenta la pandemia, lo que ha generado diversas medidas para controlar la propagación y contagios en la comunidad, a lo que se suman una fuerte crisis socioeconómica.