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Al ser reconocidos como uno de los vinos naturales más australes de Latinoamérica, sentaron un precedente respecto a las posibilidades que aún quedan por explorar en este rubro. Un descubrimiento que están haciendo grupos campesinos de la zona, evaluando los resultados, a la espera de construir un emprendimiento en los próximos años.
Retos
El comienzo de este proyecto coincidió con la llegada de la pandemia, por lo que representó un desafío tanto la capacitación de los participantes como la ejecución en cada uno de los terrenos. Antes de comenzar a trabajar, a través de Indap, hubo una selección de más de 40 personas postulantes y, sobre una guía de parámetros, finalmente, quedaron 10 y los dos establecimientos educacionales.
Para ser seleccionado era necesario contar con un espacio propio, de al menos 0,25 hectáreas destinadas a sembrar Chardonnay o Pinot Noir, tener al menos 2.000 litros diarios de agua y una disponibilidad de mano de obra.
"Es fundamental que el clima sea favorable, hay una condición conocida como sombra de la costa. Si bien San Juan de la Costa y San Pablo están muy cercanos a Osorno, las temperaturas son completamente diferentes. Muchas veces hay variaciones entre 2 grados, lo que propicia que crezca la planta", explicó Joseline Hipp, directora del proyecto y académica de la Universidad Santo Tomás.
Cuando les correspondió cultivar la primera planta en septiembre de 2020, los agricultores y encargados de la iniciativa estuvieron acompañados de autoridades regionales, directivos de la instituciones involucradas, diputados, entre otros. El objetivo principal era que, en un plazo de 18 meses, debía estar concretada la transferencia de tecnología, técnicas en gestión organizacional y comercial, con el fin de buscar que las familias aprendan a generar recursos.
"La idea es que ellos puedan llevar a cabo esto a largo plazo, pero entregándoles nosotros las herramientas, que así se mantengan en el tiempo y su emprendimiento entregue fruto gratos para generar una entrada a través de esto", manifestó.
Durante este proceso, Indap dispuso de recursos para el trabajo, como garantizar la limpieza del lugar, los materiales, el riego, los fertilizantes y cerrar los perímetros para evitar que los animales entren. Pese a la contingencia sanitaria, han tratado de mantener las capacitaciones y orientaciones de manera virtual.
"Tenemos planeada una gira tecnológica pero, debido a la pandemia y la cuarentena, hemos tenido que aplazarla. Estos emprendedores viajarán a Coelemu, en la Región del Bío Bío, a visitar la viña TresC. Verán cómo funciona, cuál es el proceso y de esa manera también van a recibir otros conocimientos", detalló la profesional.
Novedad
Uno de los beneficiarios es Sixto Aguas, quien reside en el sector Los Juncos, en la comuna de San Pablo. El trabajador estuvo laborando en el riego durante 25 años, invirtiendo la mitad de su tiempo en sus huertas y en los animales.
No obstante, ahora su dedicación es exclusiva a la siembra y el hecho de ser parte de esta propuesta ha incrementado su motivación. "Me interesó, porque primero es una novedad. Si bien es cierto acá hay uvas, nunca la habíamos cultivado. Al inicio no tenía mucho interés, pero después don Rodrigo (Moreno, líder del proyecto) me dijo 'acá el campo está espectacular' y respecto al tema del sol está todo muy bien, así que decidí y he ido cultivando", contó.
Además de comercializar en su vivienda los productos que extrae del campo, Aguas se ha centrado en brindar los cuidados a su viña de un cuarto de hectárea de Chardonnay y Pinot Noir. En poco tiempo ha constatado avances y desarrolló un sistema de riego de goteo, por lo que cree que en invierno tendrá que empezar a hacer la conducción de los viñedos.
"Me ha gustado, estoy contento con este proyecto y le he dedicado mucho tiempo. He tenido que dejar cosas por fuera de lo que estoy haciendo para dedicarme a la viña, que está quedando muy bonita y yo espero que en un futuro nos sirva de mucho", agregó.
Ha contagiado esta pasión a su familia, la cual ha seguido de cerca cada una de las etapas. Al momento de recibir las plantas, manifestó que muchas venían produciendo y, aunque no pudieron aprovecharlas, estiman que en 2022 ya podrán ver algunos resultados; y en 5 años los apreciarán con regularidad.
"La idea es un emprendimiento, pero tenemos que pensar cómo puede ser, si se puede producir vino y lanzar nuestra marca. Lo iremos viendo en el camino, porque si esta cuestión va bien, yo puedo plantar uvas después. Tampoco lo haré si aún no tengo experiencia para trabajar, así que pretendo aprender primero", recalcó.
"La idea es un emprendimiento, pero tenemos que pensar cómo puede ser, si se puede producir vino y lanzar nuestra marca".
Sixto Aguas, Agricultor
"Si bien San Juan de la Costa y San Pablo están muy cercanos a Osorno, las temperaturas son completamente diferentes".
Joseline Hipp, Académica de la UST