Myanmar: sancionan a hijos de jefe militar y mueren 10 manifestantes
CRISIS. Desde el golpe de Estado se registran al menos 70 fallecidos, mientras que la junta en el poder acusó de corrupción a la líder Aung Sang Suu Kyi.
Agencias
Las fuerzas de seguridad de Myanmar, lejos de cesar la violencia, reprimieron a tiros a las manifestaciones en las que murieron al menos 10 personas que protestaban ayer contra el golpe militar del 1 de febrero pasado. El Ejército también presentó una nueva acusación contra Aung San Suu Kyi, la líder de facto que fue depuesta en esa ocasión.
Suu Kyi, también Premio Nobel de la Paz, fue acusada ahora de haber recibido ilegalmente 600.000 dólares y lingotes de oro por un poco menos de ese valor en 2017-2018, por parte de su aliado político, el exjefe de división de Rangún, Phyo Min Thein.
El vocero militar brigadier general, Zaw Min Tun, dijo que Phyo Min Thein admitió haberle dado el dinero y el oro a Suu Kyi, pero no presentó pruebas contra la primera ministra. Mientras ella y el presidente Win Myint están detenidos, aunque hasta ahora por acusaciones menos graves.
Myanmar ha registrado intensas protestas y otros actos de desobediencia civil desde que el golpe de Estado derrocó al gobierno justo cuando el sector de Suu Kyi se aprestaba a renovar sus puestos en el poder tras vencer en las elecciones legislativas de noviembre de 2020. De esta forma, se revirtieron años de lento progreso hacia la democracia en la nación del Sudeste Asiático, luego de cinco décadas de régimen militar.
Reportes locales informaron de seis muertes en Myaing, una en Rangún, en Mandalay, Bago y otra en Taungoo.
Las fuerzas de seguridad llevan semanas reprimiendo las protestas, que han dejado al menos 70 muertes.
Sanciones
Múltiples han sido las reacciones internacionales a la cruda violencia que se desató tras el golpe militar y ahora el Gobierno de Estados Unidos sancionó a dos hijos de quien encabezó la operación militar, Min Aung Hlaing.
Los sancionados por Washington son Aung Pyae Sone y Khin Thiri Thet Mon, y seis de sus empresas, porque "se han beneficiado directamente de la posición y la influencia maligna de su padre".
Las sanciones bloquean los bienes que ambos puedan tener en Estados Unidos y prohíben eventuales transacciones.
Por su parte, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) suspendió temporalmente la financiación de proyectos gubernamentales en el país, lo que supone un revés para la junta militar.
La institución dijo que estar "profundamente preocupada" por la situación en el país, en particular por los muertos a manos de las fuerzas de seguridad. Su decisión restringe cientos de millones de dólares en proyectos de infraestructura que el banco apoya en Myanmar, incluido uno para mejorar las carreteras rurales.
Probables crímenes contra la humanidad
El relator de Naciones Unidas para Myanmar, Thomas Andrews, dijo que la represión de la junta militar debe ser respondida con severas sanciones. "Crece la evidencia de que la junta militar comete probablemente crímenes contra la humanidad, incluidos asesinatos, desapariciones forzadas, persecución, tortura y encarcelamientos en violación de la ley internacional", declaró Andrews, que pidió investigar a los líderes que llevaron adelante el Golpe. El miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió revocar la acción y "máxima moderación" a los militares.