Correo
Jadue y medicamentos
¿Quién paga el costo de los medicamentos comprados? ¿cuántos recursos gastó el alcalde Daniel Jadue y Recoleta para traer Avifavir, un remedio experimental?
El alcalde no sólo hace un mal sanitario importante, sino también un daño a las arcas municipales. Dios nos salve de este tipo de decisiones.
Renata García
Héroes anónimos
Comienza el plan de vacunación en nuestro país. Un hito en la "guerra contra el enemigo invisible" que, sin embargo, sigue sin dar tregua. Las medidas sanitarias deberán continuar si queremos que este plan cumpla su objetivo. En suma, cabe recordar a aquellos que han sido protagonistas de una lucha silenciosa, pero eficaz. El personal sanitario, logístico y de transporte. Son ellos, héroes anónimos, que con su enorme vocación y entrega por su país han disminuido los efectos nocivos de esta pandemia. Sólo cabe decirles una y otra vez, ¡gracias, muchas gracias!
Herman Durán Urra
Agradece a banco
Como cuentacorrientista del Banco de Chile, quiero agradecer a esta institución su acogida, agilidad y pronta respuesta ante un desafortunado evento que me tocó vivir. Fui víctima de una estafa telefónica. Mediante hackeo, mentiras y engaño, unos ladrones sinvergüenzas y parias de nuestra sociedad, que intentan constantemente aprovecharse y vivir como zánganos de los que trabajan, lograron sustraer una importante suma de dinero de mi cuenta. Los montos fueron restituidos en su totalidad en los plazos legales. Muchas gracias al Banco de Chile, un entidad que ha demostrado su responsabilidad y ética comercial.
María Francisca AltamiranoVacunaciónComo es sabido, el Instituto de Salud Pública (ISP) aprobó el pasado miércoles 20 de enero el uso de esta vacuna -que lleva el nombre de CoronaVac- tras determinar que es segura y que tiene una eficacia de un 78% para inocular en dos dosis a la población de entre 18 y 60 años contra el coronavirus.
Turquía aseguró que la eficacia era de un 91%; en Brasil promedió un 78% para infecciones leves y un 100% para casos graves, mientras que para nuestro país se aprobó con una eficacia de 78%.
La vacuna no garantiza que la persona no se enfermará, pero sí asegura que no se caerá en cuadros graves que son los que hoy complican a los centros hospitalarios. Hay que tener confianza en lo que ha dispuesto la autoridad, los científicos y personal médico y desestimar las estupideces (no hay otra forma de decirlo) de quienes se autodenominan "antivacunas". Pero por sobre todo, tener el ánimo de colaborar, de ayudar y hacer que este desafío sea cumplido a cabalidad, porque vienen muchos más.
Ricardo Oyarzún
Héroes y villanos
Sin duda los funcionarios de la salud han sido los grandes héroes de esta pandemia que está ad portas de cumplir un año. Pero además de ellos hay un grupo silencioso de pequeños héroes que han pasado casi inadvertidos: los niños, quienes bruscamente experimentaron el paso de políticas restrictivas de pantallas a ser parte de un mundo digital abrumador, a dejar de tener contacto presencial con sus amigos y a salir en todo momento con sus mascarillas, adaptándose de la mejor manera a a la crisis sanitaria.
Del otro lado de la vereda encontramos a jóvenes y adolescentes con una postura que se podría definir como indiferente y desafiante, dispuestos a arriesgarlo todo por unas horas de diversión, incluso exponiendo a sus padres a multas millonarias a cambio de saciar sus egoístas necesidades.
Algunos expertos explican que cuando sólo se habla de números de contagios o muertes se pierde la dimensión de la enfermedad y se ve como algo lejano. En este contexto, pareciera que los jóvenes necesitan vivenciar un funeral en su familia para empatizar con los enfermos y con agotados funcionarios de la salud, dejando claro una vez más que son muchos los que viven en una burbuja.
En esta coctelera de acciones no podemos dejar de lado la responsabilidad de los padres, puesto que es la más importante de todas. Parece inverosímil que los mismos adultos faciliten sus casas para realizar fiestas masivas, también que sus hijos salgan en horario de toque de queda o en períodos de cuarentena, ausentándose como si estuviéramos en un escenario normal. No es posible que miremos hacia el lado sin importarnos el dolor ajeno y que esa indolencia esté costando la vida de tantos. El llamado es a tomar conciencia de qué tipo de personas estamos formando y dejando a esta sociedad.
Carolina Araya, directora de Derecho, sede Concepción U. de Las Américas