Correo
Recambio de calefactores
Por segunda vez el sur de Chile se quedó sin pellets para estufas en los fríos meses de invierno y hoy, ya entrada la primavera, el problema parece haber sido olvidado.
En Chile, la producción de este energético se ubica principalmente en la región del Bío Bío, al alero de la industria de la madera y se basa, casi en su totalidad, en la reutilización de los residuos generados por el aserreo. Hasta ahí es una buena noticia, ya que se trata de una industria que mueve miles de metros cúbicos de madera. Pero entonces, ¿por qué falta pellet para las estufas?.
A modo de contexto, las estufas a pellets han sido fomentadas en Chile a través de los Planes de Descontaminación Atmosférica (PDA) que se elaboraron cuando muchas ciudades desde O'Higgins hasta Aysén fueron declaradas zona saturada en material particulado.
La solución pasa por bajar la cantidad de material particulado en el aire, lo que se logra con la acción coordinada de dos aspectos i) bajar la cantidad de agua en la biomasa que se utiliza como combustible, ya que es la humedad la que genera una combustión incompleta que resulta en el material particulado y ii) bajar la cantidad de biomasa combustionada.
Los PDA han fomentado bajar el contenido de agua usando una forma alternativa a la leña: los pellets, que al ser un producto industrializado se puede estandarizar la humedad que contengan desde su origen, pero requieren una estufa adaptada a estas condiciones y un parque industrial que los fabrique.
Junto con fomentar el uso de pellet, se debe potenciar tanto la producción de éstos, como la comercialización de las estufas y la logística asociada al transporte. Por ejemplo, debido a la pandemia, al pasar más tiempo en las casas se necesita más calefacción, por lo que la cantidad de pellets planificada para el año 2020 se acabó mucho antes de finalizar el invierno.
De esta forma, es necesario pensar este problema no sólo como una implementación de políticas públicas, sino como una oportunidad para generar tecnología local y limpia e incentivar el aprovechamiento de este residuo en la pequeña industria para una mejor distribución.
Francisco Burgos, académico del Instituto de Bosques y Sociedad e investigador del núcleo INVENT UACh
Letreros de advertencia
Durante la última semana hemos visto las "manifestaciones" violentas, los desmanes, vandalismo, saqueos, ataques con bombas molotov a carabineros e incendios provocados por grupos de encapuchados en distintos puntos de la Alameda y que se dirigían a la sede de gobierno.
Sugiero instalar letreros de advertencia con la siguiente leyenda: "Los manifestantes que traspasen los anillos de seguridad alrededor del palacio de La Moneda serán repelidos mediante el uso de fuerza letal".
Adolfo Paúl Latorre
Semillas en la dieta diaria
En los últimos años y más en el período de pandemia, las semillas (zapallo, girasol, sésamo, chía, etcétera) han tomado cierto protagonismo dentro de la alimentación de las personas, ya sea por diferentes razones: tienen colores y formas variadas y, además, propiedades beneficiosas.
Este pequeño y novedoso ingrediente es una fuente calcio, grasas buenas, potasio, vitamina E, fibra, magnesio, ácido fólico, proteínas, energía y antioxidantes, entre otras. Por esto mismo, hay que saber cómo prepararlas para así aprovechar todos estos nutrientes.
Estamos acostumbrados a ver las semillas como ingredientes en panes, algunos pasteles, pero no es la única forma de comerlas, existen otras maneras de incorporarlas a la alimentación diaria.
Todos alguna vez hemos preparados algún plato apanado. Esto también se puede hacer con las semillas, sustituir el pan rallado por este pequeño ingrediente. Tu plato aparte de crujientes, quedará con un nuevo sabor y más nutritivo.
Ahora que viene el verano, las ensaladas toman más protagonismos. Puede añadir una o varias semillas molidas en un recipiente con aceite de oliva, un poco de sal y vinagre o limón. Mézclelo todo bien hasta que el aceite emulsione y úselo como aliño para cualquier ensalada.
También puede espolvorear las semillas enteras de zapallo, girasol y sésamo sobre cualquier ensalada: le dará un toque crujiente que queda bastante bien.
Danissa Rojas Académica Escuela de Nutrición y Dietética U. Andrés Bello