Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

Salud impide el consumo de agua en tres sectores rurales de San Pablo por mala calidad

RIESGO. Tomaron muestras tras una denuncia de vecinos de Maile, Chifka Medio y El Monte, donde verificaron que no es apta para el consumo humano. El municipio entrega el vital elemento en camiones aljibe y avanza en soluciones definitivas.
E-mail Compartir

Verónica Salgado

Las más de 200 familias que viven en los sectores rurales de Maile, Chifka Medio y El Monte, en la comuna de San Pablo, desde hace un año que enfrentan graves problemas de salubridad a causa de la mala calidad del agua que sale a través de las cañerías de sus hogares, las que están conectadas al sistema de distribución abastecido por un pozo profundo desde donde han extraído el vital elemento durante 18 años, pese a que sólo estaba habilitado para riego de predios y no como sistema de agua potable rural (APR) para el consumo humano.

La Autoridad Sanitaria realizó ayer una fiscalización en terreno tras la denuncia realizada por vecinos del sector, constatando que el agua no es potable y, por lo tanto, no apta para el consumo de las personas. Por ello, inició un sumario sanitario al comité de agua del sector, además de coordinar con la autoridad comunal la implementación de un plan de contingencia de entrega del vital elemento a la comunidad, a la que llamó a no beber la que escurre por las cañerías porque no cumple con la normativa sanitaria para que sea potable.

Desde hace unas semanas que la comunidad de los tres sectores rurales de San Pablo que dependen del agua proveniente del pozo profundo destinado a riego de predios ha denunciado públicamente que reciben agua color café en sus hogares (similar al barro), con mal olor y sedimentos, lo que hace imposible beberla, cocinar e incluso realizarse aseo personal o lavar ropa. Aseguran que ello altera su calidad de vida. El complejo escenario se agudiza dada la crisis sanitaria causada por la pandemia del covid-19, donde resulta fundamental contar con agua potable para mantener la higiene tanto del hogar como el constante lavado de manos y desinfección de ropa para evitar contagiarse con la enfermedad.

Impotencia y temor

Muchos vecinos han optado por comprar agua envasada, con el gasto adicional que eso significa, o hervirla antes de consumirla, lo que tampoco ha significado una tranquilidad para los vecinos, muchos de ellos adultos mayores, enfermos o con niños pequeños.

Luisa Valderas vive desde hace 40 años en el sector rural de Maile, donde asegura que no había mayores problemas de abastecimiento de agua. Todo se inició cuando hace un año se realizó la limpieza del pozo profundo, lo que aparentemente generó alguna alteración que se refleja en el agua que sale por las cañerías.

"Es un tema complejo porque claramente nos da temor, estamos hablando de agua potable que es fundamental para la vida y la salud de las personas. Acá no es un tema político, sino encontrar una solución definitiva a un problema que en plena pandemia es más preocupante aún", dijo la vecina.

Jeanette Licandeo, presidenta de la Comunidad Mapu ko de Chifka Medio, indicó que desde hace más de 6 años vienen solicitando que se concrete la construcción de un APR sin que las autoridades comunales de turno dieran respuesta a la justa demanda vecinal.

"No puede ser que la burocracia nos tenga en esta situación donde no somos escuchados por las autoridades comunales y muchas familias están en riesgo de salud, porque tener agua de este tipo es un riesgo para todos. Acá el llamado es a que las autoridades reaccionen ahora y no cuando hayan enfermos e incluso vidas que lamentar", enfatizó la dirigenta.

Autoridad Sanitaria

Vania Rojas, jefa subrogante de la Autoridad Sanitaria Osorno, explicó que la semana pasada se recibió la denuncia formal de los vecinos del sector, por lo que ayer personal de la Unidad de Aguas y la Unidad de Proyectos fiscalizaron al comité de agua del sector.

"Se pudo constatar que efectivamente el agua que se estaba entregando no era potable, más bien era un agua predial, por lo tanto, se inició un sumario sanitario. Nos comunicamos con el alcalde Soto para ver cuáles son las medidas que ellos van adoptar para proporcionar agua potable a los vecinos. El llamado es a no consumir esta agua, ya que no tiene las características de potable y sólo utilizarla para el uso de los servicios higiénicos", explicó la profesional.

Agregó que las muestras tomadas fueron enviadas a laboratorios para conocer los detalles, cuyos resultados estarán la próxima semana. "El agua, para que sea considerada potable, debe cumplir con los parámetros de la norma chilena (…) de desinfección, microbiológicos, físicos y químicos", dijo.

Municipio

Juan Carlos Soto, alcalde de San Pablo, explicó que el año pasado se concretó un proyecto de mejoramiento y ampliación de cobertura del sistema en el sector, que consideró la instalación de cierre perimetral, tableros eléctricos, cambio de tuberías y limpieza del mismo pozo por $25 millones aportados por la Subdere. Esta iniciativa no significa que transformará el sistema de pozo predial en uno de Agua Potable Rural (APR).

"En la comuna, durante mi gestión, nos hemos preocupado de mejorar la forma de entregar agua potable a las familias de los sectores rurales, ya que había sólo sistemas prediales adaptados para consumo en las casas y sólo tres APR. La dispersión territorial es mucha y complejo de trabajar las autorizaciones, pero tenemos varias iniciativas ya listas para financiamiento y otras que están trabajando en su ejecución. En el caso puntual de Chifka Medio, nos hemos reunido con los dirigentes y vecinos para lograr un trabajo definitivo", dijo Soto.

Precisó que en los sectores afectados con el problema entregarán agua potable en camiones aljibe y estanques de almacenamiento.

Alerta de un carabinero desencadena un operativo antidrogas: incautan más de un kilo de cocaína

ILÍCITOS. Además, se decomisó un arma de fogueo adaptada; municiones calibre 9 mm, 38 y calibre de escopeta, teléfonos celulares, entre otras especies.
E-mail Compartir

La alerta de un carabinero, que se topó de casualidad con una aparente venta de droga en el sector Ovejería, desencadenó un operativo que terminó con la incautación de un kilo 323 gramos de clorhidrato de cocaína, municiones, un arma a fogueo y un vehículo.

Por casualidad

Durante la tarde del miércoles, un funcionario que se encontraba en su día libre, saliente de un servicio y con permiso temporal de compras, se desplazaba por los alrededores de la pasarela peatonal de la zona.

En el trayecto se percató que llegó un automóvil, se estacionó y una persona se acercó. El individuo le entregó un paquete y recibió una suma considerable de dinero por parte del sujeto que estaba al interior.

"Él (funcionario) logra avisar al personal de servicio del retén de Ovejería. Con las características que el carabinero entrega, pueden ubicar este vehículo y proceder a su fiscalización. Se logró controlar a esta persona, detectando que entre sus vestimentas mantenía un paquete sospechoso, el cual daba indicios fehacientes que podía ser algún tipo de droga. El procedimiento se trasladó hasta nuestro destacamento, con el apoyo de la sección OS7 de Puerto Montt. Se efectúa una prueba de campo y logramos determinar que la sustancia era clorhidrato de cocaína, que arrojó un peso de un kilo 323 gramos", detalló el coronel Gustavo Saavedra, prefecto de Prefectura de Carabineros Osorno.

Operativo

De esta situación se dio cuenta al fiscal de turno, quien instruyó diligencias para personal especializado, entre las que se incluyeron el ingreso a dos domicilios.

En el operativo se decomisó también un arma de fogueo adaptada; municiones calibre 9 milímetros, 38 y calibre de escopeta, teléfonos celulares, entre otras especies.

Además, fue detenido un hombre de 30 años, con domicilio en Osorno y sin antecedentes policiales.