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Uno de los maestros que desde hace años trabaja con los fierros y soldaduras para fabricar "panchos", parrillas, discos y cuchillería es Carlos Saavedra (54 años), quien tiene su taller en calle Valparaíso #703, en Rahue Bajo.
"Yo empecé de muy niño con la forja de los cuchillos, pero primero los fabricaba en madera y luego comencé a forjar metales por hobby y los regalaba. Pero ya llevo nueve años establecido y metido de lleno en cuchillería, entre otros. Hasta ahora tengo encargados algunos trabajos como "panchos" y parrillas que las estoy haciendo ahora", comentó el artesano.
Explicó que le están encargando muchos cuchillos grandes, típicos de asados, además de tenedores. "Todos van con la funda y lo que le gusta mucho a la gente es que algunos tienen astas de ciervos y también uso madera nativa", comentó.
En el caso de las parrillas, Saavedra comentó que tienen un valor desde $30 mil hacia arriba, debido a los distintos modelos y tamaños, como también al fierro y la estructura.
En el caso de los cuchillos, el valor igual variará del largo de la hoja y si lo quieren con funda. "Por ejemplo el juego de tenedores chicos completo con funda está alrededor de los $30 mil y el cuchillo individual grande puede costar entre $30 y $40 mil, dependiendo de si lo quieren con o sin funda", explicó.
Agregó que últimamente he tenido muchos pedidos incluso de otras ciudades como Río Bueno e incluso Santiago. "En estos últimos meses he tenido mucho trabajo, aunque cuando comenzó el tema de la pandemia los encargos bajaron bastante, pero he repuntado. La gente me puede ubicar en mi Facebook por ni nombre, Carlos Saavedra Ortega", manifestó el emprendedor, el cual ha adquirido máquinas de primer nivel para mejorar sus creaciones.
"panchos"
Uno de los soldadores que desde hace años trabaja confeccionado "panchos", parrillas y azadones, entre otras obras metálicas, es el maestro José Vallejos (37 años), quien vio un nicho de trabajo importante y le ha ido bastante bien, según explicó.
El trabajador que tiene su taller en su domicilio ubicado en Ovejería Alto, en la primera cuesta, comentó que comenzó a realizar este tipo de trabajos hace unos siete años porque antes se desempeñaba como mecánico industrial en Santiago, donde debía supervisar todo lo relacionado con maquinaria de acero inoxidable.
"Trabajaba para empresas como Coca-Cola, CCU, Andina, Sopraval, San Jorge, todo por intermedio de una empresa. Luego me vine a Osorno, ya que el último año que estuve en Santiago falleció mi mamá y mi abuela, por lo que no tenía otros motivos para quedarme allá, así que me vine a probar suerte", comentó Vallejos.
El soldador empezó en Osorno a fabricar rejas en casas particulares, hasta que fue estafado por un contratista, a quien le hizo dos de estas instalaciones en su casa las que nunca canceló; de paso le arrebató sus herramientas.
"Terminé viviendo casi un mes en la calle, dentro de una camioneta vieja que me había comprado y que no servía. Luego la misma gente me empezó a ayudar con trabajos pequeños como soldar una puerta, una reja, etc., hasta que conseguí que uno de mis clientes de una verdulería me consiguió una pieza y después de eso conseguí taller, aunque actualmente estoy trabajando en la casa que arriendo en Ovejería", manifestó Vallejos.
Y fue ahí donde se le ocurrió la idea de comenzar a fabricar estructuras para realizar parrilladas y asados. Le ha ido bastante bien porque según dice, los osorninos son buenos para comer carne y compartir en este tipo de celebraciones.
"Principalmente me encargan parrillas, quinchos, todo lo que son estructuras especiales. En el caso de los "panchos", ha sido el boom de las ventas y estoy entregando hasta 10 en un día. Eso lo voy invirtiendo, ya que este año el precio de los materiales se disparó, de hecho les estoy explicando a mis clientes que los panchos subieron de $35 mil a 40 mil pesos, ya que antes el tambor de aceite yo lo compraba a 4 mil pesos y ahora lo están vendiendo a 12 mil pesos. Para mí el alza fue mayor que la ganancia que recibo con el alza en el precio", señaló José Vallejos.
Agregó que en todos estos años se ha destacado por el hecho de que sólo trabaja con materiales nuevos, excepto de los "panchos", ya que los tambores son reutilizados.
En detalle, el "pancho" viene con las patas, tambor y un marco en todo el borde para que la gente no se corte las manos con el filo de la estructura, una parrilla con marco de ángulo y la malla, y el asador o espada donde cabe medio cordero. "Es el "pancho" básico que vendo y es lo que más compran", agregó.
Dijo que con el 10% la gente aprovechó de darse un pequeño gusto, porque el aumento de las ventas en estas últimas semanas también ha coincidido con esa tendencia. "Este año la gente no me ha pedido descuentos, porque años anteriores me han ofrecido pagarme la mitad primero, no obstante ahora han sido más conscientes y de verdad me respetan los precios que pido, especialmente cuando les explico la procedencia de los materiales y cómo se fabrican", reconoció.
Actualmente trabaja con dos personas, debido a que hace unas semanas fue atropellado y resultó con algunas lesiones, unas en sus manos que tiene un poco resentidas.
"Este accidente me dejó sin trabajar tres semanas y todavía no puedo utilizar bien las manos, así que mis colegas están
"Llevo nueve años establecido y metido de lleno en cuchillería, entre otros. Hasta ahora tengo encargados algunos trabajos como "panchos" y parrillas que las estoy haciendo ahora".
Carlos Saavedra, Artesano y soldador
"Principalmente me encargan parrillas, quinchos, todo lo que son estructuras especiales. En el caso de los "panchos", este año ha sido el boom de las ventas y estoy entregando hasta 10 al día".
José Vallejos, Soldador