Un tema en el que se ha venido insistiendo constantemente desde este espacio es la conducción de vehículos motorizados con estricto apego a la normativa vigente. Ello porque, si bien ha bajado el flujo de automóviles desplazándose por las calles de las ciudades debido a los periodos de cuarentena que han enfrentado las distintas comunas, eso debiera incidir en una menor tasa de accidentes de tránsito, pero la realidad dista de aquello.

Una de las razones de este problema, según una indagatoria realizada por el Ministerio de Transportes, radica en que al haber menos flujo vehicular, los automovilistas tienden a aumentar la velocidad de desplazamiento. Si a ello se le agrega una conducción imprudente, no atenta a la señalética vial y además haciendo uso de dispositivos móviles mientras se guía un vehículo motorizado, el resultado no es muy alentador.

Frente a este escenario se hace necesario volver a este tema, con la finalidad de generar una real toma de conciencia por parte de quienes asumen la conducción de un vehículo motorizado. Más en una ciudad como Osorno, donde es habitual ver vehículos circulando a velocidades que claramente exceden los 50 kilómetros por hora permitidos como máximo en la zona urbana, o bien a conductores manejando mientras hacen uso de sus teléfonos celulares, ya sea hablando por ellos o bien chateando.

Cuando el país enfrenta el mayor desafío sanitario en su historia reciente, todos los esfuerzos logísticos, económicos y humanos de la Salud debieran estar puestos en la batalla que se está librando para controlar el avance del coronavirus y a la vez proteger a la población.

Por ello, exponerse uno y a la vez a otros a un accidente de tránsito, por mera irresponsabilidad, es un acto absolutamente egoísta e irresponsable, más cuando casi la totalidad de los incidentes viales son evitables.

En momentos tan duros como los que enfrenta el país, la responsabilidad y el cuidado personal y colectivo son fundamentales.

En nuestro país el movimiento social de octubre y la posterior pandemia han generado cambios inusitados en la convivencia social, en la economía y en la política. Como es de esperar, no será lo mismo el cómo nos enfrentamos a los acontecimientos, sólo hace algunos meses era imposible hablar de una red de salud pública y privada unificada, de educación a distancia o teletrabajo como una posibilidad cierta de enfrentar la obligada distancia social.

La sociedad ha demostrado que es posible enfrenar nuevas formas de convivencia, asumiendo altos costos por las cuarentenas y toque de queda que han desnudado una vez más la precariedad de miles de familias, el hacinamiento, la pobreza, el trabajo informal nos han mostrado la cara de Chile que no queríamos ver.

La indolencia de la sociedad y un modelo neoliberal nos había vuelto ciego a la realidad. Hoy sin dudarlo, añoramos los almuerzos familiares y el contacto con la familia y los amigos. Es decir, vida genuina en comunidad.

El necesario el cambio de estrategia en el manejo de la pandemia por el aumento de contagios y fallecidos de las últimas semanas, lo que ha generado una tensión innecesaria en el gobierno y la credibilidad en las cifras oficiales, produciendo una incertidumbre imposible de manejar, siendo la salida del Ministro de Salud una medida oportuna en beneficio de un nuevo liderazgo, que convoque a un diálogo transversal, que tome nuevas medidas, se corrija el rumbo y se fortalezcan las buenas acciones generadas. Todo esto sujeto al escrutinio público.

El Acuerdo covid por la Protección, la Reactivación y la Responsabilidad Fiscal, logrado el día domingo de madrugada involucra 12.000 millones de dólares a ejecutar los próximos dos años para reactivar la economía. A corto plazo beneficiará a millones de chilenos que han visto disminuidos sus ingresos a causa de la pandemia con el Ingreso Familiar de Emergencia, siendo esencial el apoyo directo a las familias que permita una cuarentena efectiva, disminuya la exposición al contagio y favorezca a las familias de menores ingresos. El reto de todos es una mayor conciencia al desafío de transformación que hoy Chile necesita.

Oscar Garrido, rector Universidad de Los Lagos

30 años | 17 de junio de 1990

La ropa usada provoca gran demanda en Osorno

Los comerciantes osorninos, desde 1978, se encuentran importando ropa para satisfacer las necesidades de un público que busca marcas y calidad al vestir. Y entre las preferencias se cuentan las tiendas de ropa americana y europea, ya que es posible encontrar desde las piezas más insignificantes hasta pieles de alta calidad.

20 años | 17 de junio de 2000

Buscan solución a costanera de Francke

Un estudio para ver la mejor alternativa de solución técnica que ponga punto final al eterno problema de anegamiento en el sector costanera de Francke inició el Serviu, el cual comprende las mediciones de niveles y de factibilidad para captar en un colector las descargas de aguas lluvias y servidas para llevarlas mil metros río abajo.

10 años | 17 de junio de 2010

Osorninos celebraron con debut de la Roja de fútbol

Los bocinazos inundaron las calles de la ciudad, hasta donde llegaron cientos de osorninos para celebrar el primer triunfo de Chile en un mundial de fútbol luego de 48 años. El gol de Jean Beausejour ante Honduras desató la algarabía entre quienes vieron el partidos en su casa, colegios y locales comerciales del centro.