Correo
Retiro de fondos pensiones
La discusión respecto al retiro de fondos previsionales para hacer frente a la crisis económica producto del coronavirus está abierta.
Claramente el retiro de ahorros previsionales es una mala medida que disminuye las pensiones futuras, pero si la crisis económica perdura en el tiempo, es una herramienta que se debe discutir, pues puede tener un alcance de casi 11 millones de afiliados, además de validar nuestro modelo previsional, ya que en un sistema de reparto esto es imposible.
Medidas como el plan económico de emergencia del Gobierno, o retiro de ahorros del seguro de Cesantía deben anteceder a cualquier retiro de ahorro previsional, pero también es relevante acotar cualquier los montos del retiro, pues retirar un 10% del fondo previsional es un exceso.
Un ejemplo a considerar es el caso australiano, país que permitió el retiro de ahorros previsionales sólo a quienes postularan y cumplieran ciertos requisitos y donde el monto máximo de rescate era cercano a tres sueldos mínimos australianos, independiente del saldo acumulado de cada afiliado. En Chile se podría evaluar el retiro de un sueldo mínimo mensual por tres meses y prorrogable a otros tres meses a quienes postulen y demuestren la necesidad del dinero.
Eduardo Jerez Sanhueza
Alcohol en pandemia
Durante el período de cuarentena es común que aumente la ansiedad, el estrés y la depresión, ya que estamos viviendo una situación sin precedentes. No solo estamos luchando contra un virus, que ha sido capaz de resistir a la ciencia que creíamos imbatible, sino que ahora luchamos contra una enfermedad desconocida y que ha provocado que muchos se queden en casa para prevenir el contagio.
Al temor de la enfermedad propiamente tal, se suman factores como la incertidumbre laboral, el aislamiento o la muerte de seres queridos. Ante este escenario, donde el encierro impacta negativamente en la salud mental de las personas, una de las consecuencias es el incremento de consumo de alcohol y otras sustancias, lo que no sólo afecta a la salud, sino también al entorno.
Es común entender que en nuestro aburrimiento o distracción se utilice el alcohol como medio para distenderse con los amigos, vecinos y familia. Pero, actualmente, la realidad es que ahora el alcohol ya no solo se utiliza para compartir, sino que se ha transformado en un canal para lograr tranquilidad y disminuir la ansiedad.
Lamentablemente el alcohol se encuentra muy alejado de esta realidad, ya que se trata de una sustancia que provoca un estado de placer momentáneo, el que gradualmente se va transformando en un aumento de la angustia, lo que conlleva a estados severos de ansiedad y que puede desencadenar agresividad y trastornos a nivel emocional que también afecta a nuestro entorno.
He ahí la importancia de manejar el consumo de alcohol en cuarentena y en nuestro hogar. La relativización del consumo provoca la adicción, lo que conlleva al deterioro cognitivo y sicológico, afectando severamente nuestra salud.
Si bien muchos vamos a sobrevivir al covid-19, es fundamental también sobrevivir al encierro con una salud mental indemne, lo que pasa a ser un desafío aún mayor.
Matías Ibáñez, médico cirujano y experto en Alcoholismo
Una vacuna contra el covid-19
Son muchos los países que se encuentran en la carrera por conseguir y concretar una vacuna eficiente y segura contra el virus SARS-CoV-2, un tipo de coronavirus que a la fecha ha causado miles de muertes en el mundo y continúa propagándose.
Decenas de científicos alrededor del mundo trabajan aceleradamente para encontrar una vacuna que pueda poner fin a esta pandemia.
La velocidad con que se están llevando a cabo las investigaciones es extraordinaria, considerando que el desarrollo de una vacuna puede tomar varios años, o incluso décadas. Vacunas contra SARS-CoV-2 están siendo elaboradas y al menos 9 de ellas estarían ya en fases clínicas aprobadas.
Las vacunas que están en desarrollo en países como China, Rusia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, se diferencian en los métodos de elaboración. Algunas utilizan métodos basados en ingeniería genética, mientras que otros emplean modelos más tradicionales como inactivación del virus y la purificación de sus componentes moleculares.
Muchos de estos prototipos, dependiendo del resultado de las pruebas clínicas, podrían empezar a utilizarse a fines de este año.
Dra. Carolina Otero