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Programa beneficiará a vecinos de cuatro poblaciones antiguas de La Unión

QUIERO MI BARRIO. Se trata de los complejos habitacionales Daiber, El Rehue, Villa El Sol y Nueva Esperanza. El apoyo considera una inversión de 800 millones de pesos.
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Ricardo Cifuentes

Con la presencia de los dirigentes y vecinos de las poblaciones Daiber, El Rehue, Villa El Sol y Nueva Esperanza de La Unión se dio el vamos al programa Quiero Mi Barrio, iniciativa que busca la recuperación de espacios y el mejoramiento del entorno, con una batería de iniciativas que incluyen la interacción necesaria entre los vecinos para generar lugares de trabajo conjunto.

Este programa, que se ha desarrollado con éxito en otras partes de la comuna, busca la inclusión y la participación sin discriminación de edad, tal como quedó en evidencia en El Maitén, donde los adultos mayores son los que más se integran y proponen metas de trabajo, con el respaldo de especialistas en diferentes áreas.

$800 millones

Con el trabajo de los profesionales del municipio local y el alcalde Aldo Pinuer se logró que este sector de la ciudad sea incluido por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (Minvu) para el programa, que tendrá tres años de duración y considera cerca de 800 millones de pesos para la ejecución de las iniciativas priorizadas con participación de los vecinos. Se trata de un perímetro que suma más de 1.200 personas.

Los dirigentes tienen ahora por delante la tarea de difundir la iniciativa entre los residente de las poblaciones, para dar vida a las mesas de trabajo donde se establecen las necesidades de cada lugar.

Cuentan con más de una sede social para recoger las inquietudes de los vecinos, entre las que se cuenta el mejoramiento del entorno con jardines, la pavimentación de algunas vías, como la avenida que une las poblaciones, el control de animales, en especial perros que deambulan libremente, y disponer de locomoción a toda hora para cubrir los casi 3 kilómetros al centro de la ciudad.

Accesos

El matrimonio compuesto por María Jaime y Daniel Salgado, que residen en la población Irene Daiber desde hace 12 años, señalaron que el lugar es tranquilo y bueno, pero cada vez tiene más gente, por lo que "es bueno para todos que se concrete la ayuda", dijo la dueña de casa.

En tanto, Elba Fuentealba manifestó que todo adelanto para la comunidad es conveniente, porque cada vez va creciendo, como se aprecia en la nueva población que será entregada.

La comerciante Ámbar Pérez sostuvo que "es muy positivo para todos, es bueno lograr otros adelantos para nuestra gente".

Uno de los colectiveros que hace el recorrido habitual para el sector precisó que el único problema que observa en el desarrollo de este sector es el acceso, ya que si bien con dos poblaciones era riesgoso, con la llegada de más familias puede transformarse en caótico.

"Es necesario instalar un semáforo para entrar y salir a la calle Ricardo Boettcher. Hay que buscar una alternativa de acceso o salida y nosotros creemos que puede ser al lado del recinto del ex regimiento", indicó el transportista.

Aquellas y otras inquietudes se irán canalizando en la organización que prioriza la solución más rápida en los siguientes tres años de este programa, así como el mejoramiento de calzadas de los programas de pavimentación participativa.