Carpintero alemán que recorre la zona ofrece su trabajo a cambio de comida y alojamiento
ITINERANTE. Lleva años viajando por el mundo, dando a conocer su tradición y practicando sus oficio. Colaboró hace poco en el festival de Manquemapu, en la comuna de Purranque.
Los pantalones acampanados, la camisa blanca, la chaqueta gris y el sombrero de copa alta permiten reconocer a Charly (prefiere no indicar su apellido), carpintero alemán que llegó hasta la provincia de Osorno en medio de su 'Walz Wanderschaft' o peregrinaje como trabajador itinerante.
Esta tradición alemana data de la Edad Media y la practican aquellos artesanos que terminan su etapa de tres años de aprendizaje en la Escuela de Oficios.
El viaje dura tres años y un día, pero puede ser más. Charly comenzó su periplo el 16 de septiembre de 2016 y decidió extender su viaje. Llegó a Chile el 25 de diciembre de 2019.
Antiguamente viajaban bajo el financiamiento de un gremio, pero hoy en día muchos llevan a cabo esta dinámica de manera independiente.
"Para emprender el viaje hace falta alguien que ya se encuentre viajando, pues hay muchas cosas que no enseñan en la escuela y que uno debe aprender, por ejemplo, sobre la vestimenta, cómo ganarse la vida, los alojamientos, cómo conseguir trabajo y comida, y cómo viajar sin gastar dinero", detalló Charly.
Mientras se encuentran de viaje no deben pagar por comida ni por hospedaje, sino que deben vivir del intercambio de sus servicios por alimentos y estadía.
Cuando Charly llegó a Santiago logró desempeñarse como mueblista a cambio de un lugar para dormir y comida.
La mayoría de los artesanos trabaja en aquello para lo que se les capacitó, pero también pueden realizar otros trabajos. En el caso de Charly, su especialidad es la carpintería bruta: construcción de viviendas, de tejados, escaleras y pisos.
Logró llegar a Osorno gracias a la buena voluntad del jefe que tuvo en la capital, ya que financió el viaje hasta Purranque, donde llegó a trabajar al festival nómade de Manquemapu y donde posteriormente fue ayudante en un aserradero.
"Se trata de entrar en contacto con las personas, culturas, el entorno y así conocer y conocerse a uno mismo. Además, uno también aprende de las personas con las que se encuentra en el oficio, porque en todos los lugares se construye de manera diferente", precisó el singular viajero.
Vestimenta y normas
Sus atuendos típicos permiten reconocerlo en público, pues viste ropas muy particulares, pero con una gran carga tradicional.
El sombrero de copa representa la libertad de un viajero y se quitan este accesorio sólo cuando cocinan, comen y duermen.
El color de la chaqueta indica su oficio: los carpinteros y techadores usan el negro, los seis botones de esta prenda representan los días trabajados en la semana y los tres botones de cada manga, los tres años de aprendizaje en la escuela de oficios y los tres años de viaje.
Y los ocho botones del chaleco representan las ocho horas de trabajo al día.
Los viajeros deben cumplir con estrictas normas, pues no pueden portar celular, no pueden tener un domicilio fijo, un auto propio, "la idea es ser lo más libres posible", afirma Charly.
"Se trata de entrar en contacto con las personas, culturas, el entorno y así conocer y conocerse a uno mismo".
Charly, Carpintero alemán
2 meses atrás llegó a Chile. Trabajó 20 días en Santiago y decidió venir a ayudar en el festival de Manquemapu.
3 años y 6 meses lleva viajando por el mundo mientras ejerce su oficio.