Las personas que practican deportes generalmente no se preocupan de dar ningún cuidado especial a sus pies, olvidando que son esenciales para desarrollar cualquier actividad física, adecuada y exitosamente. Por ello, es primordial tratarlos de manera adecuada, para evitar dolores y problemas innecesarios.

Los pies están diseñados para soportar la práctica de cualquier tipo de deporte pero, a veces, es tanta la exigencia a la que se ven sometidos que sufren consecuencias muy negativas.

Las lesiones o enfermedades en los pies de quienes trotan o corren regularmente se producen por varias causas. Una de éstas son los gérmenes presentes en calcetines o calzado. Por cada kilómetro que se corre, los pies tocan el suelo alrededor de mil veces y, en cada pisada, absorben la fuerza equivalente a varias veces el peso corporal de la persona. Uno de los factores para que se produzcan molestias es el uso de calzado inapropiado, como zapatillas mal ajustadas, muy apretadas o con la suela demasiado gastada.

Además, hay amenazas permanentes como ampollas, pie de atleta, verrugas plantares y callos, entre muchas otras, para las cuales hay que tener precauciones básicas. Lo mejor es utilizar un calzado adecuado para cada deporte, pues actualmente hay diseños especiales para cada práctica, los que se adaptan perfectamente a la anatomía del pie. Es importante que el talón quede muy firme para brindar estabilidad y un buen soporte al cuerpo. También hay que considerar el tamaño correcto, porque al usar una zapatilla más grande o más pequeña que nuestra numeración, podríamos provocar torceduras o un roce constante entre el pie y el calzado.

Otro punto a considerar en el cuidado de pies en los deportistas es siempre anudar bien los cordones, ya que no es bueno dejar el pie muy comprimido, pues afecta la circulación sanguínea durante la práctica deportiva. Lo recomendable es abrocharlos sin hacer ninguna fuerza, utilizar zapatillas y calcetines de buena calidad y, una vez terminado el ejercicio, ventilar los zapatos y evitar utilizarlos otra vez ese mismo día.

Guissella Yáñez Torres Jefa carrera Técnico en Podología Clínica, CFT Santo Tomás

Una de las cuestiones más fundamentales para cualquier ciudad es contar con servicios que garanticen una buena calidad de vida, felicidad, o más precisamente bienestar.

Las ciudades, las mejores, se afianzan con personas que aportan, ofreciendo oportunidades a quienes allí habitan y atrayendo a poblaciones de otros lugares.

Casos emblemáticos están ubicados en los grandes centros urbanos del planeta, tanto en Sudamérica como en Europa, siempre en transformación.

Los latinos, entre ellos los chilenos, poco observamos los contextos y tendemos a mirar aquello que nos rodea y se nos relaciona de inmediato. Si no sentimos algo con evidencias palpables, parece no existir. Sin embargo, situaciones que hoy aquejan, por ejemplo, a Temuco ocurren también en otros enclaves del planeta.

Las ciudades, más que los países, sufren estos cambios. Las distintas sociedades cambian, metamorfosean, entran en pánico, conviven con la incertidumbre, pero con todo, deben construir futuro y esto pasa por compromisos, por convocar, por trabajar juntos y aspirar a altos estándares de trabajo.

Lo hemos dicho antes, Osorno debe aspirar a más, superando el cambio de época que parecemos vivir y esto implica en la práctica, ser capaz de retener talento y atraer mucho más.

Para esto, es fundamental aspirar a una ciudad de alto estándar, de alto bienestar. La educación es clave en todos los niveles, la entretención y, por cierto, la salud.

Y aquí tenemos mucho espacio por mejorar. En el hospital, clínicas, universidades, gremios, autoridades, ciudadanos, porque la ciudad se lo merece y nuestro futuro se juega en ello. El colapso vial es un ejemplo de esa urgente necesidad.

En sociedades tan móviles como la nuestra, la creatividad e inventiva son claves, pero también entender el mundo que vivimos y qué reclaman los nuevos ciudadanos.