El drama de los residentes del edificio Kauak tras el siniestro
EN OSORNO. Un vecino relata los difíciles momentos que vivió durante y después del incendio. Alberto Kauak, hijo del constructor de la obra, recuerda el hito en la edificación que demoró más de 5 años y destaca la seguridad con que se diseñó. Bomberos advierte que el emblemático inmueble debe ser sometido a una completa revisión.
Luego de los daños que se registraron en el edificio Kauak (ubicado en O'Higgins con Ramírez) el martes 12 de noviembre, a raíz del incendio que comenzó en un edificio contiguo, sus residentes viven momentos de pena y molestia. Muchos no quieren hablar, pese al intento reiterado de este medio por entrevistarlos, debido a que el tema los afecta emocionalmente, y otros temen exponerse debido al contexto de violencia y desmanes que se ha registrado en el centro de la ciudad desde que comenzó la crisis social.
Si bien preliminarmente el edificio levantado en la década del '70 -y una de las construcciones más emblemáticas de Osorno- no sufrió graves daños estructurales, hay pérdidas totales o parciales en los departamentos, muchos de ellos arrendados o habitados por adultos mayores, que con dificultad pudieron evacuar la construcción la noche del siniestro.
"crisis de pánico"
Quien sí decidió entregar su testimonio acerca de la tragedia, es el constructor civil José Ignacio Osman, que vive junto a sus padres y hermana en uno de los departamentos. Y si bien no resultó incendiado, sí sufrió daños considerables producto del agua y el humo, por lo que debieron arrendar por ahora otro lugar para vivir mientras lo reparan.
Detalló que el departamento se ubica en el piso 14 del costado que resultó afectado, donde se incendió el que está justo arriba de su residencia.
"Nuestro departamento tuvo un par de vidrios quebrados y trizados. El agua que caía de arriba dañó bastante y me parece que los bomberos se metieron a nuestro departamento para tirar agua hacia abajo. Hay que reacondicionarlo todo de nuevo", dijo.
Su relato de los minutos en que se produjo el incendio es estremecedor, ya que tras ayudar en la evacuación, este vecino entró en estado de shock.
"Había barricadas por todo el centro, con llamas que superaban los tres o cuatro metros de altura. Ese día estaba grabando todo desde el balcón y la barricada que estaba afuera de la AFP Hábitat y vi que luego empezó a salir fuego desde atrás de donde estaba la boutique Glam. Bajé y me di cuenta que estaba ardiendo por dentro. Llegaron los bomberos y me preguntaron si vivía acá, así que se metieron a los departamentos para mirar y luego de eso ayudé a evacuar. Cuando ya no quedaba nadie, bajé y desde el Club Alemán entré en una crisis de pánico", indicó.
Debido al estado de shock, debió ser trasladado hasta la Clínica Alemana, donde fue estabilizado.
Un coloso que sobrevive
"Era chico y me acuerdo que acompañé a mi papá cuando anunció que construiría el edificio más alto de Osorno. Eso fue a principios de los 70".
Así recuerda el arquitecto Alberto Kauak el día que fue con su padre -el también arquitecto Alejandro Kauak- hasta el antiguo diario La Prensa para informar que construiría la gran torre de 20 pisos, que hasta los días de hoy da una identidad propia a la plaza de Armas.
Relató que el edificio se comenzó a levantar en la época del gobierno de la Unidad Popular, trabajo que tomó alrededor de cinco años, por lo que concluyó en el régimen militar.
"Nunca usaron una grúa pluma. Todo se hacía con carretilla y lo único mecánico que tuvo fue un motorcito que levantaba un balde con cemento. Se demoró cinco años. Recuerdo que había carpinteros amigos de mi papá, que hicieron todo el trabajo de carpintería del edificio. El diseño fue realizado por mi papá junto a dos compañeros de universidad", explicó.
El arquitecto señaló que fue una obra bien osada para la época y construida a pulso, ya que su mismo padre iba a comprar los materiales a Santiago, como unos calefonts que tuvo que pagar y ni siquiera le dieron una factura por ellos, además de la perfilería, donde toda es diferente; los balcones se hicieron con distintas barras de acero, ya que en ese tiempo no existían los metros lineales del producto, por lo que debían comprar barras en diversos lugares de un espesor similar.
Agregó que el cálculo estructural de este edificio se verificó con el primer computador que llegó al país y que estaba en la Universidad de Chile. Tomó 15 minutos corroborar que lo calculado a mano estaba bien.
El profesional explicó que en el caso del edificio Kauak, los rangos de resistencia son otros, muy por encima de lo que se exige hoy en día.
Fue construido con la ordenanza general de los años '70, donde el calculista llegaba a la dimensión de los pilares, multiplicaba por tres, por lo cual los factores de seguridad eran altísimos.
"La cantidad de hormigón que se usó es para hacer dos edificios de ese tipo, con la tecnología de construcción de hoy", aseveró Alberto Kauak.
El profesional explicó que los departamentos incendiados se quemaron por las altas temperaturas, no por fuego directo: "el edificio se defendió, porque cuenta con dos muros cortafuegos muy resistentes", advierte.
En cuanto a la estructura, señaló que si hay daños, serían superficiales, dadas las características con que fue construido; sin embargo, se debe hacer un informe técnico, revisar si no perdieron resistencia los perfiles de los balcones del lado expuesto a las altas temperaturas y recomienda que, por ahora, la gente no se apoye en ellos.
"Creo que hay que revisarlo completo. Si uno choca un auto, lo lleva al taller. No obstante, la probabilidad de que el edificio se caiga es bajísima", indicó Alberto Kauak.
Añadió que también es necesario hacer mejoras al sistema de evacuación, por la antigüedad del diseño, como escalas presurizadas, es decir, una columna de hormigón que va en el medio y tiene máquinas en la base que le van inyectando aire, para que el humo no pueda colarse por los orificios de las puertas, además de un sistema activo para que en caso de incendio lance agua, aunque todo ello tiene un alto costo.
Revisión a fondo
El comandante de Bomberos de Osorno, Marcelo Millar, precisó que las llamas en el edificio de La Riojana (donde comenzó el incendio) provocaron la irradiación de calor que causó que 35 departamentos del edificio Kauak resultaran dañados, de los cuales seis presentan destrucción total, mientras que los otros son de diversa consideración.
Agregó que tras el siniestro, Bomberos considera que dentro de las mejoras que se le deben hacer al Kauak está identificar cada piso con un número reflectante, ya que sin luz, ese día bomberos no tenía claro a qué altura estaban a medida que subían.
Además, afirma que es necesario revisar periódicamente su red seca. "Es para ver en qué condiciones está. No hay que olvidar que este edificio es de los años 70", indicó.
"Cuando ya no quedaba nadie, bajé y desde el Club Alemán entré en una crisis de pánico".
José Ignacio Osman, Residente del edificio Kauak
"Es para ver en qué condiciones está. No hay que olvidar que este edificio es de los años 70".
Marcelo Millar, Comandante del Cuerpo de Bomberos de Osorno
20 pisos tiene esta construcción realizada por el arquitecto osornino Alejandro Kauak, quien quiso traer el progreso a la ciudad
35 departamentos con esta megaobra emblemática de Osorno.
15 minutos resultaron con daños de diversa consideración, de los cuales seis fueron destruidos totalmente, mientras que los otros fueron afectados principalmente por el agua y el humo.