"Maldición del Chaurakawin"
Cuando proyectaron la obra, todo era alegría, la gente de Francke podría acceder a Rahue sin tener que pasar por el centro, excelente.
Pero llegó la realidad, puente nuevo, pero con malas vías de salida, avenida jibarizada con jardines y obstáculos en ambos extremos, lo que hace una espera de 15 minutos más o menos, llegando la cola de vehículos a la Escuela Sánchez en la mañana, igual cosa en la tarde.
Soluciones: habilitar una vía exclusiva para los vehículos que salen de Francke hacia Rahue. Ensanchar la avenida, con las florcitas en la orilla. Reparar la calle paralela a Los Héroes a fin de que circule locomoción colectiva al norte. Utilizar calle nueva desde la iglesia católica hasta el río Damas, a fin de evitar taco en el cruce a Pilauco.
Señor alcalde, no cuente con mi voto ni con el de mi comunidad si no coloca urgencia en resolver nuestro drama diario.
Manuel Céspedes Cruz
Bolsas y perros vagos
Con respecto a la carta del señor Guido Bello Martínez (publicada en la edición de ayer), quiero decir que los perros vagos no existen, son perros "abandonados", y ojalá el camión de la basura pasara a una hora exacta, así la dueña de casa sacaría su basura y evitaríamos la suciedad que dejan los pobres perritos.
Ximena Pérez
Homenaje al héroe de Pisagua
Prontamente se cumplirán 167 años desde que en una fría y otoñal mañana de un 17 de abril de 1849 naciera en esta ciudad de Osorno, Juan Amador Barrientos Adriazola, el segundo hijo de una numerosa familia de 12 hermanos. Fueron sus padres Luis Antonio Barrientos Lorca y Balbina Adriazola Pérez.
Hizo sus estudios profesionales en la Escuela Naval cuando estalló la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Barrientos ya estaba navegando sobre los barcos que presagiaban el desenlace bélico y se preparaban para la guerra en el norte de Chile. Participó el 8 de octubre de 1879 en el glorioso combate naval de Angamos que significó la captura del Huáscar. El joven oficial no soñó que antes de transcurrir un mes de salir airoso de Punta de Angamos desempeñaría en la guerra un papel que lo llevaría a la inmortalidad y al eterno recuerdo y reconocimiento de sus conciudadanos con la Toma y Asalto de Pisagua.
Un 2 de noviembre de 1879, un hijo de esta tierra osornina, teniente de marina Juan Amador Barrientos Adriazola, estaba al mando de 450 valientes soldados que con sólo bayonetas, corvos y fusiles se tomaron la bahía peruana de Pisagua. Fue el primer chileno en clavar nuestro pabellón patrio en dicha bahía.
Ha transcurrido más de un siglo de esta gesta memorable, por eso quiero recordar que los pueblos civilizados acostumbran a premiar a sus grandes servidores rindiéndoles honores mientras vivan y honrando debidamente sus cenizas cuando mueren. Es de esperar que se realice el monumento aquí en su ciudad natal que está gestando el diputado Sergio Ojeda y se cumpla una sagrada deuda que Osorno le debe a este gran marino, que se distinguió en la Guerra del Pacífico; un héroe que debe ocupar un puesto de honor en nuestra Armada Nacional y en nuestra historia de Chile.
Este joven soldado nos entregó un legado que debemos recoger y mantener una luz de patriotismo y entrega. Lo saluda su sobrino nieto.
Ismael Barrientos Martínez
Alcalde y calle Mackenna
El alcalde pidió acelerar las obras de Mackenna en el tramo del edificio municipal. ¿Y por el resto por qué no reclama?
Esteban Meza
Quema de iglesias
El intendente de La Araucania señaló que no descartaba que fuera un pirómano el que quemaba iglesias. Sin embargo, hay que recordar que la piromanía es un trastorno psicológico que disfruta el fuego, en cambio, un incendiario es el quema intencionadamente y planificadamente para hacer daño.
Si fuera pirómano quemaría cualquier cosa, pero el hecho de que sean sólo iglesias tiene un propósito. ¿Cuál será ese propósito?, ¿será ateo?, ¿le cargarán los curas?, ¿o será terrorismo?
Jaime García Covarrubias, Doctor en Ciencias Políticas y Sociología
Panamá e inversiones
Panamá es una sociedad donde los inversionistas no son perseguidos ni vigilados por el Estado, como corresponde, excepto robo o fraude. No hay banco central y el intercambio monetario es libre. Al mundo esto le parece un horror e inmoral: pues bien, así está el mundo.
Gabriel Zanotti, Doctor en Filosofía