La expansión urbana genera creciente presencia de fauna en medio de la ciudad
ANIMALES SILVESTRES. Recientes avistamientos de especies como el zorro chilla, guiñas y coipos han llamado la atención de los osorninos. Expertos señalan que este es un fenómeno cada vez más frecuente por el crecimiento de Osorno hacia sus hábitats naturales, con corredores biológicos que pasan por el interior del radio urbano.
Paola Rojas Mendoza paola.rojas@australosorno.cl
Una problemática que llegó hace años a la ciudad, pero que sólo se ha visto casi como una anécdota, es la aparición de especies de fauna nativa en zonas urbanas, las que son víctimas de atropellos o presas de animales domésticos como perros y gatos, pero que producto de la invasión de sus hábitats por el avance de la ciudad, comienza a ponerse en peligro su subsistencia.
Recientemente se reportó la aparición de un zorro chilla en pleno centro de Osorno, que al parecer habría bajado por Pilauco, lo que más allá de causar la curiosidad y sorpresa de la comunidad, indica que se debe tomar conciencia a través de la educación ambiental efectiva, ya que este tipo de avistamientos serán cada vez más frecuentes, por la invasión y alteración de sus ecosistemas, que incluso los lleva a buscar alimento en la ciudad, teniendo en cuenta que Osorno además cuenta con más de un corredor biológico por el que transitan estas especies.
Equilibrio ecológico
En relación a este fenómeno, el doctor en conservación y gestión de la biodiversidad y director académico de la Universidad Santo Tomás, Alexis Santibáñez, explicó que en las adyacencias de Osorno existen agrosistemas, donde en la zona periurbana de la ciudad hay ambientes nativos, mezclados con ambientes productivos, por lo que en el caso del zorro chilla, por ejemplo, es una especie que habita regularmente estos espacios y se acerca a la ciudad cuando puede encontrar alimento en ella. En particular la alimentación de ese animal es en base a roedores que están muy relacionados a ambientes productivos, pero también a parques, como por ejemplo el Chuyaca o el Cuarto Centenario.
"Se desenvuelven en estos ambientes y pueden ocurrir accidentes. Y puede que se acerquen más a los centros urbanos, como lo que ha ocurrido últimamente", expresó.
El experto agregó qué hay un tema en ecología denominado fragmentación de los ambientes y, en este caso, estas especies han habitado siempre en el mismo lugar, sin embargo, el desarrollo y el impacto humano, por medio de las carreteras y ciudades, genera la fragmentación de sus ecosistemas, por lo tanto, la fauna silvestre se ve afectada por accidentes.
Asimismo, las especies nativas se ven atraídas por malos manejos, como por ejemplo la acumulación de basura, lo que aumenta la proliferación de roedores. Animales como los zorros se acercan a las áreas urbanas, muchas veces por falta de comida que genera el impacto humano, como la deforestación y uso agrícola de sus antiguos hábitats.
"También es porque nosotros vamos creciendo como ciudad, vamos aumentando y abarcando más terreno y afectando a estas especies", añadió.
Entre las especies que se han podido encontrar con mayor frecuencia en la ciudad están también los coipos y huillines en las zonas urbanas ribereñas, los zorros chilla, las lechuzas blancas, los murciélagos, entre otras.
Pero para lograr una protección a la fauna nativa que llega a la ciudad, Alexis Santibáñez indicó que es fundamental en primer lugar fortalecer la educación ambiental en toda la población, para que la gente pueda reconocer la importancia de su existencia y para el control de plagas por ejemplo, porque en general estos animales se alimentan de roedores que son vectores de enfermedades zoonóticas. También se requieren otras medidas, como señalética adecuada, que indique que se trata de una zona de fauna silvestre.
"La explicación biológica de por qué una especie se encuentra en la ciudad, es porque es una especie circundante, periurbana, que vive en agrosistemas, por lo tanto, se alimenta en particular de roedores y también de coleópteros e insectos. Los roedores están en las ciudades y además tenemos parques muy colindantes con sectores periféricos periurbanos y con agrosistemas. Puede que ahora los este