Alabado seas mi Señor…
Carlos Godoy Labraña,obispo de Osorno
El 24 de mayo del año 2015 el Papa Francisco publicó "Laudato si", una carta encíclica cuyo título se debe a las primeras palabras del cántico de las creaturas compuesto por San Francisco de Asís: "Alabado seas, mi Señor". En ella, el Pontífice nos advertía acerca de la urgencia que tiene el sentirnos responsables del cuidado de la casa común, nuestro planeta. Asimismo, advertía del daño que le hemos provocado a la tierra por el uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Más tarde, al cumplirse ocho años de esa encíclica, publica otra llamada "Laudate Deum" (Alaben a Dios), donde vuelve a relevar el cuidado de la casa común como algo fundamental constatando que las reacciones a esta advertencia todavía han sido insuficientes "mientras el mundo se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre". No se trata de una inquietud meramente ecológica. Se trata, ante todo, de descubrir que el cuidado mutuo va íntimamente unido al cuidado de la tierra y que el descuido de la tierra tiene efectos dramáticos en la vida de los seres humanos. El cambio climático tiene fuertes repercusiones especialmente en los más pobres y vulnerables. Por esa razón es que se trata ante todo de una cuestión de bien común. Todos somos responsables de cuidar nuestro planeta y favorecer espacios cada vez más adecuados para el desarrollo integral de los pueblos. En este sentido, podríamos preguntarnos ¿cuál es el grado de compromiso que tengo con el cuidado de la casa común? El compromiso de cuidar la tierra pasa por cultivarnos en pequeñas actitudes, desde evitar botar basura en la calle a intentar implementar procesos sustentables que nos permitan el uso responsable de los recursos naturales. Es bueno también preguntarnos si como ciudad hemos avanzado significativamente en el cuidado de nuestra tierra. Gozamos en nuestra provincia de Osorno de bellezas naturales extraordinarias. Asimismo, contamos con dos ríos bellísimos que cruzan toda el radio urbano. También un número significativo de humedales y esteros con una rica flora y fauna. Es digno de felicitar algunas iniciativas de vecinos y organizaciones ambientales preocupadas de cuidar y proteger los ecosistemas. Sería interesante que todos nosotros pudiésemos avanzar en una reflexión más seria, responsable y comprometida con el tema. Asimismo, exigirles a los candidatos que se presentarán a las próximas elecciones municipales que contengan en sus programas de gestión un decidido compromiso con el cuidado de la casa común. "Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas" (San Francisco de Asís).