Verónica Salgado
El Premio Nacional de Medicina 2024 fue otorgado este año al médico cirujano Jorge Rojas Zegers, conocido por fundar en 1979 la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), que desde su apertura con un centro de atención en Pudahuel, en la Región Metropolitana, hasta la fecha, suma cuatro centros de rehabilitación (incluido uno en Puerto Montt), donde han recibido atención gratuita más de 150 mil pacientes.
El reconocido profesional de 77 años de edad, en una entrevista con El Austral de Osorno, profundizó en la importancia de la ayuda que le entrega la comunidad a la fundación que brinda atención gratuita integral a sus pacientes infantiles. Además, destacó el apoyo que le ha dado por décadas la comunidad de Osorno y de la provincia como socios, así como en las colectas anuales a la institución y realizó un llamado a la prevención de las quemaduras en menores.
Jorge Rojas Zegers es especialista en cirugía plástica y reconstructiva, y subespecialista en las áreas de cuidado y rehabilitación de quemaduras y malformaciones craneofaciales. Ha dedicado su vida a la atención infantil ejerciendo en el servicio público y privado, en recintos como el Hospital Roberto del Río, la Clínica Alemana de Santiago y Coaniquem. Además, fue precursor de la ficha médica electrónica y telemedicina en el país, impulsor de la Ley 19.680, promulgada en el año 2000, que prohíbe el uso particular y venta de fuegos artificiales, y regula los espectáculos pirotécnicos, gestor y líder del primer Registro Latinoamericano de Pacientes Quemados, entre otros.
El profesional llamó a colaborar con la colecta nacional que se realiza en junio y ser socios de la institución, apoyo clave para dar continuidad a esta labor; además, agradeció a quienes ayudan siempre con esta importante causa social.
-¿Cómo tomó recibir el Premio Nacional de Medicina 2024?
-Este reconocimiento de mis pares lo tomé con una gran alegría, fue algo absolutamente inesperado, ya que nunca pensé en ser Premio Nacional de Medicina. También lo recibo con humildad, pensando que este reconocimiento también es para las 600 personas que trabajamos actualmente en Coaniquem y todos quienes han estado con nosotros desde su fundación en 1979. La mayor parte de mi trabajo profesional y personal ha sido realizado desde Coaniquem y siempre he creído que es un trabajo colaborativo, no individual, y el resultado que este trabajo en equipo tiene es precioso. No lo veo como un reconocimiento individual a mi persona, más bien a la gestión de un gran equipo comprometido y muy querido.
-¿Qué lo motivó a fundar Coaniquem hace 45 años?
-En 1976 nos tocó atender en el Hospital Sótero del Río a un paciente de 6 años quemado gravemente por fuego en un incendio. Eso nos llevó a pensar qué hacemos con este niño que se mantuvo con vida después de 100 días de tratamiento, el pequeño era una sola cicatriz. Nos pusimos a estudiar y descubrimos que en el mundo estaba comenzando el concepto de rehabilitación de las cicatrices, esto no es simple, porque mientras va creciendo el niño se va deformando. Ahí partimos a tratar las cicatrices, pero también a dar apoyo sicológico al paciente y su familia, pero llegó un momento donde me dijeron 'doctor, no tenemos recursos para seguir haciendo estas atenciones' y ahí dije si podía hacerlo como entidad privada sin fines de lucro y muchos me apoyaron. Así nació Coaniquem, que sigue hasta la actualidad, trabajan 3 de los que fuimos fundadores y siempre se están sumando profesionales, pero también personas que son voluntarios, socios permanentes, en las colectas, etcétera.
Una ciudad solidaria
-¿Cómo ha sido su vínculo con las regiones y con la provincia de Osorno particularmente?
-Osorno es un lugar precioso, lo quiero mucho. Tenemos una de las oficinas regionales en Osorno desde hace muchos años, en el Centro de Puerto Montt se atienden muchos niños de la provincia y también de la Región de Los Ríos. Osorno para Coaniquem es muy importante, porque es una zona con personas muy solidarias, además ahora estamos trabajando con profesionales del Inia Remehue y Cooprinsem para desarrollar un producto para el tratamiento de la mastitis bovina, que será un aporte para una provincia y región agropecuaria.
-¿Qué recomendaciones entrega para el manejo de pacientes quemados al momento de ocurrir un accidente?
-Lo primero es abrir la llave del agua que corra y poner bajo el chorro del agua a los afectados al menos 20 minutos, si es un niño que está muy herido, es bueno ponerlo sobre una toalla mojada e irle cambiando los paños limpios mojados. No ponerle nada más que agua, por más que les digan secretos de naturaleza, por favor evitarlos. Sólo agua y llamar a emergencia y escribir al WhatsApp (+56934319987) de Coaniquem para orientación de cómo tratar las quemaduras. Los agentes más riesgosos siguen siendo los líquidos calientes, por lo tanto, hay que evitar exponer a los niños, no usar mantel largo, evitar que los menores estén en la cocina, que está llena de peligros, crear barreras a las estufas, cocinas, combustiones, entre otros. La prevención es vital para evitar tragedias y eso en el sur es clave con las instalaciones, porque la mayor ocurrencia de quemaduras son en los incendios.