Biden exige la protección de hospitales en Gaza ante el asedio de tropas israelíes
GUERRA. Ejército israelí denunció que el grupo Hamás utilizó al menos un hospital como refugio para terroristas el pasado 7 de octubre, situación que se replicaría en otros centros asistenciales de la Franja, incluido el más grande.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, exigió ayer la protección del hospital Al Shifa de Gaza después de que las autoridades de la Franja advirtieran que el centro médico enfrenta una situación crítica debido al asedio israelí.
Consultado por la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el mandatario dijo que está en contacto con las autoridades de Israel y expresó su esperanza de que "haya menos acciones intrusivas en los hospitales".
También aseguró que siguen las conversaciones con Israel para lograr una "pausa" humanitaria en los combates y la "liberación de prisioneros" por parte de Hamás, un proceso en el que está mediando Qatar, sostuvo Biden.
"Tengo cierta esperanza, pero hay que proteger los hospitales", reiteró.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, añadió en otra comparecencia ante la prensa que el Gobierno israelí ha dicho a EE.UU. que está preparado para suministrar combustible a los hospitales para que puedan seguir funcionando.
La postura estadounidense, según destacó, es clara: "Los hospitales deberían protegerse y ser capaces de funcionar para que se pueda ofrecer cuidado médico a los pacientes", y se debe poder evacuar de forma segura a los enfermos de un hospital a otro en caso de que sea necesario.
"El gobierno israelí nos ha dicho hoy que habrá otras rondas de evacuación", recalcó Sullivan.
La pérdida de una vida civil inocente, según el asesor, "es una tragedia", ya sea palestina o israelí.
Sullivan admitió la complejidad de la situación: "Se está lidiando con una organización terrorista que toma a civiles como rehenes, incluidos niños, que usa a civiles como escudos humanos y a la infraestructura civil, como los hospitales, de la forma más cínica posible. Israel tiene que afrontar eso sin querer lanzar ataques contra hospitales que podrían poner en el fuego cruzado a inocentes".
Al shifa, situación crítica
El Ministerio de Salud de Gaza advirtió ayer que el principal hospital de la Franja, el Al Shifa, enfrenta una situación crítica debido al asedio israelí y la falta de electricidad y comida, que pone en gran peligro a los cientos de pacientes y miles de desplazados que se encuentran allí.
Al menos 32 pacientes han muerto en las últimas 48 horas en Al Shifa debido al corte de electricidad, indicaron médicos citados por la agencia oficial de noticias palestina, WAFA.
Según informaciones de Salud, el hospital Al Shifa y el Indonesio son los únicos centros médicos que siguen funcionando bajo mínimos en el norte de la Franja de Gaza, tras quedar ayer fuera de servicio el hospital Al Quds.
"Hamás usa hospitales"
Ayer también, el Ejército israelí denunció que el grupo terrorista Hamás utilizó el hospital infantil Rantisi, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, para esconder a milicianos que perpetraron la masacre del 7 de octubre en Israel y para retener a algunos de los rehenes que fueron secuestrados en ese ataque.
"Abajo del hospital, en el sótano, encontramos un centro de comando de Hamás, con chalecos bomba (para ataques) suicidas, granadas, rifles de asalto AK-47, artefactos explosivos, lanzacohetes antitanques y otras armas, computadoras y dinero. También encontramos señales que indican que Hamás mantuvo a rehenes en ese lugar", añadió un vocero.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque terrorista masivo del grupo islamista en el sur de Israel que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicanos en las aldeas israelíes cercanas a la Franja, quienes masacraron a una 1.200 personas y secuestraron a otras 240, entre ellas mujeres, niños, bebés y ancianos.
Israel enfrenta crecientes críticas internacionales por sus bombardeos cerca o sobre hospitales y ambulancias en la Franja de Gaza, donde la guerra ha dejado más de 11.200 muertos, 29.000 heridos, 3.000 desparecidos y más de 1,5 millones de desplazados que viven hacinados y en medio del colapso generalizado de los hospitales y la escasez de agua, alimentos, medicinas y electricidad.