Estamos en la semana de la educación técnico profesional, que se celebra a raíz de la creación de la Dirección de Enseñanza Profesional en el 26 de agosto de 1942, reconociendo la necesidad de formar para el desarrollo productivo del país. Hoy sigue vigente esta necesidad, ahora más que nunca, ya que la evolución de los sectores productivos es constante y las necesidades de formación son permanentes a lo largo de la vida.

Por ello, constantemente veo cómo las empresas requieren contratar egresados con una sólida formación técnica y con la capacidad de aprender y actualizarse periódicamente para insertarse en distintos rubros de la región. Esta alta empleabilidad es la que explica la alta valoración de la Educación Técnico Profesional.

La formación técnica además es un agente de movilidad social. En un estudio reciente de nuestra Institución se evidencia que las instituciones técnico profesionales son las que más aportan a la movilidad social, incluso más que la formación universitaria.

Tenemos un compromiso tan alto con esta modalidad formativa y vemos cómo muchas empresas se han sumado a programas, proyectos y convenios para involucrarse más con la formación, donde buscamos un aprendizaje contextualizado y con experiencias formativas que le den la pertinencia a las necesidades del territorio.

En varios países la formación técnico profesional es conocida como formación vocacional, por lo que justamente refleja una educación práctica y especializada, destinada a formar personas con las habilidades y conocimientos específicos necesarios para el mundo laboral. Se enfoca en el aprendizaje práctico, lo que mejora su empleabilidad en áreas como tecnología, construcción, salud, administración y otras más.

En todas las sedes hemos desarrollado actividades hito, y en el caso de Osorno nos reunimos con más de 300 estudiantes, oportunidad en que compartieron experiencias con nuestros docentes, participaron en talleres, y diferentes actividades de carácter vocacional.

Nuestras carreras son dinámicas, por ello estamos incorporando diversas alternativas para sintonizar aún más con los requerimientos de empleabilidad y buscamos seguir contribuyendo con programas que aporten al desarrollo de nuestra región y a los estudiantes que quieran transformar sus vidas.

La semana pasada se celebró el Día de la Educación Media Técnica Profesional (EMTP), educación fundamental para el desarrollo de los países. Tiene particularidades que la hacen única y un ambiente propicio para el desarrollo de habilidades de orden superior como la creatividad, pensamiento crítico, colaboración y comunicación.

Según cifras que aporta el Ministerio de Educación (Mineduc), existen 936 establecimientos EMTP, donde imparten 35 especialidades, con un total de 116.346 estudiantes, de los cuales el 38% está en una comuna de contexto rural.

De acuerdo a Gonzalo Plaza, director ejecutivo Fundación 99; y Rocío Espinoza, directora ejecutiva Fundación MC, se ha evidenciado que, si bien existe un gran interés por las y los jóvenes de EMTP por continuar estudiando, esto no se refleja en la realidad de los egresados de los 7 liceos TP de La Araucanía con los que trabajamos: de los estudiantes que han egresado de estos liceos entre el 2012 y 2020, sólo un 50% se ha matriculado en Educación Superior y sólo un 23% se ha titulado. Sólo el 43% se tituló de su especialidad. Esto se relaciona con el desconocimiento respecto al financiamiento y proceso de admisión a educación superior.

Existe la necesidad de conocer cuáles son las expectativas en torno a las trayectorias post secundarias de estudiantes que cursan este tipo de enseñanza, para poder así trabajar junto a sus comunidades educativas y las empresas vinculadas a sus especialidades, para de esta manera fortalecerlas y potenciar la formación de estos jóvenes, a partir de sus necesidades formativas, en donde es de vital importancia ajustar las mallas curriculares de sus especialidades, considerando su realidad social, cultural y territorial y los requerimientos del mercado laboral.