Los accidentes de tránsito bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad suelen tener una amplia cobertura noticiosa. Sin embargo, hay otras sustancias que son igual de peligrosas a la hora de manejar, pero respecto a las cuales la población todavía no toma real conciencia. Es el caso de la marihuana, cada vez más extendida en nuestro país y en el mundo, cuyas consecuencias al volante pueden ser nefastas.

La Asociación Médica para la Prevención dio en su momento la voz de alerta al decir que "conducir después de haber consumido marihuana es tan peligroso como hacerlo después de haber ingerido alcohol, porque el consumo afecta la capacidad de tomar buenas decisiones, baja el tiempo de reacción y pone más lentos los reflejos, por lo que implica un peligro cuando hay cualquier actividad que puede poner en riesgo la vida de otros".

Dependiendo del tipo de droga que se consuma, ésta puede actuar de formas distintas. Por ejemplo, algunas provocan estados de estimulación o euforia, en cuyo caso la persona se impacienta y podría no esperar la luz verde sino que acelerar antes. Otras deprimen la actividad cerebral, y el conductor podría no alcanzar a reaccionar ante un peatón que se cruza repentinamente. En otros casos, es posible que el conductor cometa una infracción pero no recuerda qué ocurrió.

Los efectos del consumo de alcohol y otras drogas siempre son un riesgo en la conducción, no existen cantidades de bajo o menor riesgo. En ese sentido, la autoridad pretende intensificar controles con el fin de seguir transmitiendo el mensaje sobre la importancia de prevenir accidentes y establecer una buena convivencia vial.

El reciente proceso de Audiencias Públicas en el territorio, para insumar la discusión en el Consejo Constitucional de la nueva Constitución, dejó mucho que desear en cuanto a participación ciudadana. Quizás los años de ausencia de educación cívica hayan tenido que ver en la baja convocatoria, tanto en Osorno, Puerto Montt y Castro. Pero no todo está perdido.

El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de sus respectivas Seremis y Subdirecciones Regionales, incluida la Región de Los Lagos, está en el proceso de actualización -o renovación- de su Política Nacional, y de lo que hoy es la Estrategia Quinquenal Regional de Cultura (EQR, o políticas regionales proyectadas a 5 años).

Esta EQR está en estrecha relación, y constante diálogo, con lo que son los Planes Municipales de Cultura (algunos de los 30 de la región están en proceso de re-elaboración o actualización). Los PMC, además, deben estar insertas como parte de los Pladecos de cada comuna, por lo tanto, se vislumbra una coherencia -tanto en la construcción, ejecución y evaluación de la política pública- entre el nivel local y el nivel nacional, para el periodo 2023-2027, lo que debería resultar en un factor importante en su validez y pertinencia al concluir este quinquenio que estamos iniciando.

La elaboración de esta EQR ha tenido un buen nivel de sintonía y resonancia con actores locales, habiéndose generado interés en la participación ciudadana de ésta y también -en su próxima implementación- volviendo del periodo en que el estallido social y la pandemia generó estragos en la ejecución de planes y programas regionales y comunales en todo el territorio.

No podemos decir aún qué efectos tendrá la EQR de Los Lagos, en el entorno de las culturas, las artes y el patrimonio de Osorno, se aprecia un gran interés en que sus objetivos se cumplan y tengan resultados virtuosos en el desarrollo a nivel local de las expresiones culturales; desde pueblos originarios a comunidades migrantes; en la creación artística desde el nivel infantil hasta la tercera edad; en el resguardo y la valoración del patrimonio material e inmaterial local.