Prioridad para la biodiversidad
Proteger la Tierra es urgente y sabemos que debemos redoblar los esfuerzos para cuidar el ecosistema, revirtiendo la grave crisis climática que mantiene al mundo amenazado. Es preocupante verificar la falta de lluvias, el decrecimiento de los glaciares, pero también, cómo un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción y gran parte lo estarán en sólo unas décadas.
Pese a la compleja realidad, en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15), se tomaron acuerdos esperanzadores. Allí se produjo un consenso histórico para orientar las acciones mundiales en favor del ecosistema, de aquí al 2030. El plan estratégico incluye medidas para detener la pérdida de la naturaleza, conservar y gestionar de manera eficaz al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales, costeras y marinas, además de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos. A su vez, las naciones ricas se comprometieron a pagar unos US$ 30.000 millones anuales de aquí a 2030 a las naciones más pobres a través de recursos especiales para la biodiversidad.
Acercar a cero la pérdida de superficies es de suma importancia para la biodiversidad y su sana evolución, incluidos los ecosistemas de gran integridad ecológica, más aún cuando tan sólo el 17% de las zonas terrestres y el 8% de las zonas marinas, han sido declaradas áreas protegidas. Sin embargo, para el sector privado, queda relegada en última prioridad, de acuerdo a diversos estudios, el más reciente, de Gestión Social, en que, a través de entrevistas a 200 ejecutivos de primera línea de compañías en Chile, la protección de la biodiversidad solo aparece en tres menciones, como área prioritaria, considerada entre los aspectos relevantes de la sostenibilidad.
Un nuevo avance en la institucionalidad es el proyecto de Ley Para la Naturaleza que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Si bien, Chile ha sido reconocido mundialmente, ya que cuenta con aproximadamente un 22% del área terrestre declarada protegida, y un 42% de la Zona Económica Exclusiva, no basta su clasificación, sino que requiere gestión y recursos.
Pacto Global a nivel mundial, ha hecho un llamado, repensar un sistema que respete el ciclo de vida de la tierra, y aprender de las soluciones basadas en la naturaleza. La restauración de hábitats, gestión de los recursos hídricos, la reducción del riesgo ante desastres o la infraestructura verde para abordar los problemas sociales.