En las últimas décadas ha existido un aumento exponencial en el uso de aparatos electrónicos a nivel mundial. Este incremento implica la generación de grandes volúmenes de Residuos de Artefactos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), dado su corto periodo de vida útil y la obsolescencia programada de algunos de ellos. El consumo de tecnología y el bajo tratamiento de estos residuos se considera una problemática en crecimiento; solamente durante 2019, se generaron 53,6 millones de toneladas de estos residuos a nivel mundial. Estos volúmenes tienen un aumento sostenido de entre 3 y 5% por año, lo que constituye un tremendo problema ambiental.

Este aumento sostenido de volúmenes de residuos, sumado al bajo porcentaje de recolección y tratamiento, tal como lo plantea Romina Cayumil, directora de la Escuela de Ingeniería, Medio Ambiente y Recursos Naturales de Duoc UC, constituye sin duda un gran desafío a nivel país; prueba de esto es su priorización en la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, que busca que donde se produce, se deseche. Por otro lado, la importancia de tener procesos formales de recolección de RAEE para toda la población, se vuelve una necesidad a la hora de minimizar los riesgos asociados al almacenamiento y manejo de estos residuos, dados los elementos potencialmente peligrosos que están presentes en estos artefactos.

El potencial de Chile de desarrollar e implementar procesos de minería urbana aparece como una enorme oportunidad para el país, y un ejemplo de economía circular. Están las capacidades para convertirnos en pioneros en procesar localmente estos residuos y así contribuir a una producción responsable y a un desarrollo más sostenible de la sociedad.

La vivienda social es uno de los temas más relevantes en Chile en la actualidad. Con un déficit habitacional que afecta a una gran cantidad de personas, se hace imprescindible encontrar nuevas soluciones constructivas que permitan avanzar en la solución de esta problemática.

En este contexto, la industrialización se presenta como una alternativa innovadora y eficiente para abordar la construcción de viviendas sociales.

La industrialización en la construcción de viviendas sociales en Chile no es algo nuevo, pero en los últimos años ha cobrado mayor relevancia debido a su capacidad de entregar soluciones habitacionales de manera más rápida y eficiente. Esta metodología permite reducir los tiempos de construcción, disminuir costos y mejorar la calidad de las viviendas.

Es importante destacar que la industrialización en Chile es una alternativa que debe ser apoyada y fomentada por el Estado y la sociedad en general. La implementación de esta metodología permitirá avanzar de manera más rápida y eficiente en la solución del plan de emergencia habitacional del gobierno, el cual tiene como meta llegar a las 260 mil viviendas y que hasta ahora tiene un avance de 40 mil unidades. Actualmente, el déficit afecta a 600 mil personas en nuestro país.

Construir Innovando a través de su "Reto Vivienda Industrializada" es una iniciativa innovadora impulsada por la CChC y Déficit Cero, que busca encontrar soluciones industrializadas viables para afrontar el déficit habitacional a través de la micro radicación en Chile, un nuevo concepto. Esta idea tiene varias fortalezas; tales como la colaboración entre diferentes actores, la estandarización del proceso constructivo y la reducción de residuos al optimizar el uso de los materiales.

En cuanto a solucionar el déficit habitacional en Chile, es necesario adoptar un enfoque multidisciplinario y colaborativo que incluya la participación de diferentes actores, la estandarización de procesos constructivos y la adopción de tecnologías y modelos financieros innovadores. Debemos trabajar en conjunto para fomentar y apoyar esta metodología, que permitirá mejorar la calidad de vida de muchas personas en Chile.

Durante la Semana de la Construcción de la CChC recientemente celebrada, el presidente de la República, Gabriel Boric, destacó en su discurso inaugural el espíritu colaborativo, y siempre propositivo de la Cámara. Ese es el tono que necesitamos para avanzar.