Energías limpias
La generación a partir de las Ernc representa más del 35% de la producción total. El sector energético ha planeado sus estrategias y hojas de ruta, acelerando una transición hacia una matriz más eficiente.
Desde hace bastante tiempo la comunidad ha puesto objeciones al desarrollo de las centrales termoeléctricas a carbón, por ser muy contaminantes. Por ello, se realizó un programa para el cierre paulatino de esas termoeléctricas, y si bien las autoridades se han dado plazo hasta el año 2040 para el cierre de las plantas a carbón, se siguen buscando alternativas para avanzar rápido hacia una matriz más renovable, económica y amigable con las comunidades locales. Pese a ello, la crisis hídrica que se ha derivado de la prolongada sequía por más de una década, ha llevado a retrasar la salida de circulación de algunas plantas.
Se señala con frecuencia que las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) son las del futuro y Chile no está ajeno a esta tendencia. Los gobiernos las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, porque se ve en ellas la solución limpia al abastecimiento. Se prevé que las Ernc que más prosperarán en Chile serán la solar y la eólica.
La generación a partir de las Ernc representa más del 35% de la producción total, mientras que en 2021 el indicador a esta fecha llegaba al 26%.
El sector energético ha planeado sus estrategias y hojas de ruta, acelerando una transición hacia una matriz más eficiente, económica y limpia, capaz de sostener el desarrollo del país y, a la vez, reducir su impacto sobre su entorno y el clima. Si bien el cambio hacia la producción de energías más limpias es un camino sin retorno, en este proceso también hay que actuar con el mayor cuidado para proteger a los trabajadores de las plantas a carbón que deberán cerrar, con el fin de atenuar el problema social en sus familias.