El Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron ayer la reanudación de las negociaciones de paz tras la "pausa" solicitada por la guerrilla este lunes tras unas declaraciones del presidente del país, Gustavo Petro.

Las delegaciones negociadoras de ambas partes informaron en un comunicado conjunto que tomaban esta decisión "después de haber hecho un primer intercambio de aclaraciones" y tras reafirmar "el carácter político" de la mesa de diálogo y del ELN "como organización armada rebelde".

"Reiteramos nuestro compromiso de lograr en este ciclo los acuerdos de cese al fuego bilateral y nacional, participación de la sociedad en la construcción de paz, y acciones y dinámicas humanitarias", suscribieron los negociadores del Gobierno y el ELN.

El comunicado conjunto, fechado en La Habana -donde tiene lugar el tercer ciclo de negociaciones-, también ratifica la "firma decisión" de ambas partes de "permanecer en la mesa hasta lograr un acuerdo de paz con las transformaciones que necesita el país".

"Continuaremos desarrollando una visión conjunta del conflicto y de las salidas que requiere el país", indicaron las delegaciones, que avanzaron que "en lo inmediato" pretenden articular el Acuerdo de México, alcanzado este marzo, así como "el conjunto de acuerdos que se han hecho en la mesa con las visiones y propuestas" de Petro.

El ELN declaró este lunes en "pausa" el tercer ciclo de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano tras la "crisis" que a su juicio generaron las palabras de Petro el pasado viernes en un encuentro con altos cargos de las Fuerzas Armadas.

En ellas, el presidente puso en duda el liderazgo de los comandantes del ELN y consideró que el principal objetivo de la guerrilla en estos momentos son "las economías ilícitas".

El jefe negociador del ELN, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, exigió a raíz de esto una aclaración: "Si la mesa está diciendo una cosa y el presidente dice otra, nosotros quedamos en el medio y lo que pedimos es una explicación".

El Alto Comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda, y la delegación negociadora gubernamental reiteraron este martes que "el Gobierno colombiano reconoce una vez más al ELN su carácter político de organización armada rebelde".

Recordaron que el reconocimiento del ELN como entidad política quedó plasmado en "la arquitectura institucional" de la mesa de diálogo, que hasta el momento ha adoptado "nueve acuerdos políticos", incluido el Acuerdo de México.

También hay una resolución presidencial, la 036, que reconoce que las negociaciones son "de carácter político".

La delegación destacó asimismo los avances logrados en los últimos meses, en los que se han construido "consensos" entre los equipos negociadores a un ritmo que no había sido posible previamente y abogó por seguir avanzando.

Ésta es la tercer ocasión en que la mesa entra en crisis.

Agrupaciones piqueteras de Argentina acamparon ayer en la Plaza de Mayo de Buenos Aires frente a la Casa Rosada para protestar contra las medidas de "ajuste" del Fondo Monetario Internacional (FMI), la disminución de planes sociales y falta de asistencia alimentaria en comedores comunitarios.

Las organizaciones sociales iniciaron su marcha el lunes pasado en la norteña ciudad de La Quiaca, en la provincia de Jujuy, hasta la capital del país, tras de tres días de viaje "recogiendo reclamos" por cada localidad que atravesaron.

"Estamos frente a un ajuste brutal que está aplicando el FMI (organismo con el que el país tiene un acuerdo financiero) y que viabiliza el Gobierno Nacional. En el Ministerio de Desarrollo Social tenemos una ministra al servicio del ajuste, en vez de tener una persona que esté cuidado a los compañeros que tienen enormes necesidades sociales", exclamó a Efe el dirigente de los movimientos Polo Obrero y Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni.

Bajo este contexto, cientos de familias estaban dispuestas a pasar la noche acampando en los alrededores de Plaza de Mayo, un aspecto que llamó la atención de las autoridades, en especial a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, que pidió la intervención de la Defensoría Nacional del Niño para evitar que haya menores en las calles.

"Nunca pondríamos en tela de juicio el derecho constitucional de organizarse y efectuar peticiones a las autoridades gubernamentales, pero es inaceptable ver cómo un grupo de dirigentes sociales vulnera los derechos de los niños, exponiéndolos a pasar horas e incluso a dormir en la calle", escribió Tolosa Paz en Twitter.

La manifestación continuará hoy, cuando organizaciones piqueteras se movilicen por la Avenida 9 de Julio hasta el Ministerio que conduce Tolosa Paz con la intención de hacer valer sus reclamos.

El presidente boliviano, Luis Arce, informó ayer que la planta industrial de carbonato de litio, que se construye en el departamento occidental de Potosí, tiene un "92% de avance" y que servirá para colocar a Bolivia en el circuito de producción de baterías.

El mandatario escribió en Twitter que con el 92% de ejecución en las obras, la planta "ingresa en su etapa final" y que "posicionará a #Bolivia como un importante productor de carbonato de litio para su aplicación en baterías".

Según Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), la nueva planta situada en la localidad de Llipi, en el salar de Uyuni y que es parte del Complejo Industrial de Litio, producirá anualmente 15.000 toneladas cuando opere en su máxima capacidad.

YLB hace unos días indicó que después de la conclusión de la construcción "están planificadas las operaciones de precomisado, comisado y puesta en marcha".

El inicio de las operaciones de la nueva planta podría efectuarse dentro de "tres a cinco meses", según YLB.

La construcción de la planta comenzó en septiembre de 2018 con la asignación de cerca 100 millones de dólares, durante la administración del entonces presidente Evo Morales, pero quedó paralizada raíz de la crisis de 2019, cuando las obras alcanzaron 38% de ejecución.

El Gobierno de Luis Arce retomó el proyecto en 2021 y forma parte de una de las varias plantas que el mandatario anunció la semana pasada como parte del proceso de "industrialización" en el país.

Bolivia posee unas reservas calculadas en 21 millones de toneladas de litio, una de las mayores del mundo, principalmente en el salar de Uyuni, pero se estima que el país "podría duplicar" esos niveles este año gracias a las tareas de exploración e investigación que se ejecutan.