Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

Detalles y minuto a minuto de la coronación de Carlos III, la primera en los últimos 70 años

CEREMONIA. A las 06:00 horas de Chile estaba prevista la llegada del monarca y la reina consorte, Camila, desde el Palacio de Buckingham a la abadía de Westminster.
E-mail Compartir

Agencias

El espectáculo de la coronación del rey Carlos III del Reino Unido, rodeado de gran pompa por ser el primero en 70 años, y cuyo inicio estaba programado para hoy a las 05: 20 de la mañana hora chilena (10:20 en Londres), tenía previsto comenzar con la procesión en carroza del monarca y la reina consorte, Camila, desde el palacio de Buckingham, residencia de la familia real, hasta la abadía de Westminster.

El recorrido desde palacio, a bordo de una de las carrozas más modernas, como es la "Diamond Jubilee", seguirá por la gran avenida The Mall y la zona de Whitehall, donde están los principales ministerios, hasta llegar a la abadía, para la ceremonia formal.

La carroza de roble, que dispone de aire acondicionado y tiene suspensión hidráulica, es tirada por seis caballos y escoltada por miembros de la guardia real.

La llegada de Carlos III y Camila a la abadía estaba programada para poco antes de la 06:00 horas de Chile.

Una vez en el templo religioso, atiborrado de numerosos invitados, comienza el servicio formal de la coronación, el primero desde que Isabel II fue coronada en junio de 1953.

El rey debe avanzar hacia el altar precedido por una procesión formada por líderes religiosos, representantes de algunos países de la Mancomunidad Británica de Naciones (antiguas colonias), así como por el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak.

El príncipe George, nieto de Carlos III y segundo en la línea de sucesión al trono, fue designado como uno de los pajes de la coronación, junto con los nietos de Camila -Lola, Eliza, Gus, Louis y Freddy-. Algunos de los integrantes de esta procesión transportan insignias reales a utilizar en la ceremonia.

La coronación del rey está prevista frente al altar mayor de la abadía, en la silla de San Eduardo, construida en el siglo XIV y en la que han sido coronados numerosos jefes de Estado británicos.

Entre las etapas de la coronación, destaca el momento en que Carlos III es presentado al "pueblo", antigua tradición en la que el rey mira a la congregación y esta grita: "Dios salve al Rey" entre trompetas, para continuar con los dos juramentos del rey.

Luego Carlos III se sienta en la silla de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido, para que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, derrame aceite sobre cabeza, pecho y manos.

El momento más importante es cuando el rey recibe las insignias reales antes de que el arzobispo de Canterbury le coloque en la cabeza la corona de San Eduardo. Aquí se escucha el repicar de las campanas de la abadía mientras se disparan cañonazos en la Torre de Londres y también otros lugares del país.

Después, el príncipe William heredero de la corona británica, se arrodilla ante su padre para rendirle pleitesía.

Tras la coronación de Carlos y Camila , el rey se quita la corona de San Eduardo para colocarse la Imperial, usada en la apertura formal del Parlamento británico.

4.000 militares

A las 08:00 horas de Chile se programó el término de la ceremonia, cuando los reyes ya coronados vuelven al palacio de Buckingham en la carroza de Estado de 260 años de antigüedad, acompañados por casi 4.000 miembros de las Fuerzas Armadas.

El protocolo estableció para las 09.00 de la mañana el tradicional saludo de los reyes, desde el balcón del palacio de Buckingham, y ante la multitud allí congregada, acompañados por algunos miembros de la Familia Real designados por los reyes.

Recepción y almuerzo

Durante la mañana de ayer, Carlos III y la reina consorte, Camila, llegaron a la abadía para los últimos ensayos de la ceremonia. Al lugar también llegó el príncipe William, heredero de la corona británica.

Tras el ensayo, Carlos III se acercó a estrechar la mano a las miles de personas agolpadas en las cercanías de Buckingham, acompañado del príncipe William y su esposa Kate.

Según su agenda oficial, Carlos almorzó con los gobernadores y primeros ministros de los países y territorios en los que es todavía jefe de Estado y completó la jornada con la recepción que ofrece en Buckingham a los invitados especiales (ver recuadro).

Los invitados ilustres a la ceremonia

E-mail Compartir

Entre los ilustres invitados a la ceremonia de coronación, en la abadía de Westminster, que destacan entre las 2.200 personas convidadas, figuran los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y el hijo del rey, Harry, duque de Sussex, sin su mujer, Meghan. Entre los jefes de Estado de América, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Los demás, estaban representados por sus cancilleres, embajadores (en el caso chileno la diplomática en Londres Susana Herrera), e incluso cónyuges, como en el caso de la Casa Blanca, que envió a la primera dama Jill Biden.

Carlos vivió bajo el peso de una leyenda y Camila luchó por ser aceptada

PERFILES. La pelea de los nuevos reyes.
E-mail Compartir

Siete décadas a la sombra de su legendaria madre han configurado la personalidad y la imagen de Carlos III, quien hoy se coronaba pese a haberse convertido en rey a todos los efectos desde la muerte de Isabel II, el 8 de septiembre.

El simple hecho de que haya decidido rebajar el tono y la dimensión de una ceremonia tan fastuosa como la coronación habla, no solo del compromiso con la sostenibilidad del que presume, sino también de que su reinado no debe aspirar a compararse con el de su madre.

Los 74 años de Carlos permiten vaticinar que su reinado será a la fuerza mucho más breve que el de Isabel II.

Asimismo, su popularidad, siempre en entredicho, tampoco le augura un sitio en el panteón de la realeza, aunque por ahora haya desempeñado su papel con solvencia.

Nacido el 14 de noviembre de 1948, Carlos ha pasado a la historia como el heredero que más tiempo ha aguardado para convertirse en monarca del Reino Unido y parte de las excolonias de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).

Dedicó esa larga espera a la filantropía, la espiritualidad y a su compromiso con el medioambiente, aunque fueron su separación de Diana en 1992 y su matrimonio con Camila en 2005 lo que le atrajo más titulares de la prensa británica.

Pese a un carácter que en ocasiones parece arrogante y altivo, el rey ha hecho en los últimos años esfuerzos por acercarse al ciudadano y modernizar así una institución que siempre se ha distinguido por mantener las distancias.

A diferencia de su madre, si por algo se destacó Carlos como príncipe de Gales fue por defender de forma mucho más desinhibida las causas ambientales y humanitarias a través de más de 20 ONG y fundaciones.

Como soberano se ha mostrado más discreto, aunque no han faltado las filtraciones desde su entorno que reflejan su disgusto con las políticas migratorias del Gobierno conservador o con la forma en que el Brexit se ha llevado a cabo.

Camila

La vida de Carlos Felipe Arturo Jorge de Windsor está definida por tres mujeres: su madre Isabel, su exmujer Diana de Gales y su esposa, la reina consorte.

Si Isabel le legó una monarquía consolidada en los turbulentos tiempos de la posguerra y del fin del imperio, el fallido matrimonio con la difunta Diana de Gales determinó en buena medida la imagen pública de Carlos en el Reino Unido y más allá del país.

Camila, mientras, ha pasado de ser la culpable de acabar con el cuento de hadas entre Carlos y Diana a ser aceptada como el gran amor de la vida del monarca, tras una operación para "amabilizar" su figura en la que la Casa Real no ha escatimado recursos.

Ella se ha convertido contra todo pronóstico en reina de los británicos tras una vida vinculada a Carlos III y tras sacudirse la etiqueta de "enemigo público" de la nación para ganarse a la ciudadanía.

Tras 16 años de matrimonio y otros muchos más de idilio oculto con el hoy monarca, la trayectoria de Camila hasta sentarse en el trono real nunca ha sido convencional.

Hoy abuela de cinco nietos y otros cinco por parte de Carlos, consiguió algo que parecía imposible: llegar al trono convertida en una figura respetada en el país.