Conciencia ecológica
Las escenas de los microbasurales en las calles de Osorno se repiten en todas las comunas de nuestra provincia. Es frecuente que muchas personas asignen a los demás la responsabilidad de mantener limpio el ambiente y sus ciudades.
Todo hace parecer que hoy la conciencia ecológica crece. Así también se desprende de los movimientos sociales que han puesto de relieve estas discusiones, como el cambio climático, el reciclaje y la contaminación.
En nuestro país, el tema energético ha sido relacionado en el último tiempo con eventuales daños a la naturaleza. Sin embargo, más allá de los grandes temas medioambientales, existen aquellos particulares o menores, pero no menos importantes, confinados a las comunidades, en los que la conciencia ecológica no existe. Están desde quienes lanzan basuras a los ríos, lagunas o al mar, o incluso quienes tiran a diario sus desperdicios en la calle o en las playas.
Las escenas de los microbasurales en las calles de Osorno se repiten en todas las comunas de nuestra provincia. También las de sitios eriazos que de a poco comienzan a transformarse en botaderos de desechos. El aumento de la población se traduce en aumento de desperdicios en las calles. Pero no tendría que ser necesariamente así, si cada uno hace lo que corresponde.
Es frecuente que muchas personas asignen a los demás la responsabilidad de mantener limpio el ambiente y sus ciudades, pero no entienden que es una tarea que parte por cada uno. En la medida en que cada adulto actúe en forma responsable en este tema, irá formando a sus hijos en esa misma cultura. Hay que entender que la Tierra es nuestra gran casa.