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El amor de los osorninos por los vehículos japoneses

El comercio de autos usados lideraba el mercado local en 1983. Los nuevos casi no tenían salida. Los utilitarios y modelos como el Daihatsu Charade eran "grito y plata" en ese entonces.
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Datos y fotografías: Archivo diario El Austral de Osorno

El comercio de automóviles ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. El acceso a vehículos nuevos masivamente es la gran diferencia con la realidad que vivieron nuestros padres y abuelos en los años '70 y '80, donde acceder a un auto "de paquete" era un sueño, algo que pocos alcanzaban. La mayoría optaba por un auto usado, aunque también con esfuerzo. Era otro Chile y los créditos no estaban al alcance de la mano como hoy, donde si alguien se "envuelve en llamas" con determinado modelito, y califica comercialmente, sale con su vehículo nuevo de la automotora al instante.

Este medio abordó el tema del comercio de automóviles en abril de 1983, donde la noticia fue que "Aumenta la demanda por autos usados". En aquel entonces la novedad eran los autos japoneses (de las marcas Toyota, Mazda, Suzuki, Datsun, Mitsubishi, Subaru y Daihatsu) que circulaban por las carreteras del país desde mediados de la década del '70, con muy buenos resultados. Su presencia sigue firme en el mercado local, aunque las marcas chinas se expanden rápidamente entre los osorninos.

Amor por los japoneses…

"Permanente demanda por autos usados japoneses de los años 1980 a 1982 está creando una espiral alcista para este tipo de vehículos, según afirmaron los comerciantes osorninos del rubro. En un sondeo realizado en locales que se dedican a la compra y venta de vehículos nuevos y usados en Osorno, se estableció que las preferencias del público se inclinan a determinadas marcas y que reúnen ciertas características, tanto de comodidad en su manejo como en ahorro de combustible", señala la nota de este medio.

"Yo diría que la demanda se inclina para los vehículos japoneses pequeños, especialmente utilitarios", manifestó en ese entonces el gerente de Covenco Autos, René Rojas, automotora que se ubicó por años en la esquina de Bilbao con Matta.

Y ejemplificó que desde principios de ese año (1983) notaron una clara diferencia entre los precios de los vehículos usados americanos, incluso franceses, como es el caso de Peugeot, y algunas marcas japonesas: "un Chevy Nova en muy buen estado de 1978 puede costar entre $350 mil y $450 mil, mientras que un pequeño Daihatsu Charade se vende sin problemas a $440.000", precisó.

El ejecutivo agregó que en ese momento el valor de los autos nuevos se había incrementado entre un 30 y 40 por ciento, "sin embargo, en valores de moneda dura -dólares- ellos han bajado. En el caso de la camioneta Chevrolet LUV, que antes del cambio de paridad costaba 10.400 dólares, en estos momentos sólo vale 7.953 dólares. Otro tanto ha ocurrido con el Chevette".

Curiosamente, en 1983 casi no había demanda por camiones. A tanto llegó el fenómeno, que en Covenco vendieron unas pocas unidades a mitad de su precio real.

"Nosotros hemos notado un repunte en los últimos meses y le diría que aquí vendemos autos americanos, japoneses o de otras procedencias sin problemas", indicó en la nota el comerciante Víctor Pérez, cuyo negocio de compra y venta de automóviles se ubicaba en ese entonces en Ramírez 740. Aunque fue tajante en decir que "el mejor pagado entre los vehículos usados, y que por supuesto tiene gran demanda, es el japonés. Lo malo es que tampoco hay gente que quiera deshacerse de ellos".

No tienen salida

Víctor Pérez estimó que en ese momento (1983) los precios de los autos usados subieron entre un 20 y 30 por ciento, según marcas y series. "Los autos nuevos prácticamente no tienen salida", enfatizó. Detalló que el Datsun 1 costaba un millón 240 mil pesos, en circunstancias que el mismo vehículo, del año 1981 y con 55 mil kilómetros, se vendía como máximo a 550 mil pesos.

"La reposición es muy cara. Si hiciera una estadística real de mi negocio, las ventas serían alrededor de un 70% para los vehículos de los años 1980, 1981 y 1982. Las 'gangas' de un tiempo a esta parte ya no existen", explicó.

Otros comerciantes del ramo señalaron que era complejo acceder a un vehículo nuevo en ese entonces, ya que los trámites se volvieron más exigentes. Algo diametralmente opuesto a lo que sucede hoy.

"Hay que llenar una serie de antecedentes cuando el crédito lo otorga la misma empresa y hay casos en que los compradores desisten sólo al ver el listado de existencias", relató el gerente de Covenco Autos, René Rojas.

1. Los autos japoneses maravillaron rápidamente a los osorninos, especialmente el Daihatsu Charade y el furgón Suzuki Carry, que se ven a la derecha en la imagen.

2. En la imagen se observa el stock de vehículos usados para le venta en la desaparecida automotora Convenco, en 1983.

3. Clientes viendo autos en el local de Víctor Pérez en 1983.