Tras ser aprobada en enero de este año en el Congreso, fue promulgada hace algunos días la Ley que crea el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones de Tránsito (Cati) y que permitirá implementar una red de cámaras para fiscalizar el exceso de velocidad de los vehículos y otras infracciones a la norma del tránsito.

Esta iniciativa comenzará a nivel nacional con 38 dispositivos que permitirán automatizar la fiscalización y la aplicación de multas mediante sistemas tecnológicos, algo que hasta ahora sólo podían practicar Carabineros o fiscalizadores del Ministerio de Transportes.

Se trata de una ley que busca evitar la accidentabilidad, toda vez que desde el mismo Ministerio de Transportes aclaran que al año los fallecidos en siniestros de tránsito alcanzan 1.600 personas en la última década, por lo que, con la implementación de este control automatizado de las infracciones del tránsito se podrá reducir -según las estimaciones del ministerio- en un 30% este número de fallecimientos, lo que se traduce en unas 600 personas al año.

Sin embargo, otro de los aspectos positivos de esta ley es que permitirá controlar las infracciones a la Ley de Tránsito sin la necesidad de que exista un carabinero presente, lo que ayudará a descomprimir a la policía uniformada de la serie de labores que debe cumplir. La denominada Ley Cati si bien no cambia las sanciones a quienes infrinjan las normas del tránsito, sí abre un espacio para la detección de estas infracciones, muchas de las cuales no estaban siendo detectadas y que ahora, gracias a las cámaras, quedarán sujetas a sanción.

Ahora, tras su promulgación y publicación en el Diario Oficial, en los próximos días, hay plazo de seis meses para redactar un reglamento antes de comenzar la marcha blanca.

Abril siempre es un mes esperado por Carabineros de Chile. Es el mes de nuestro aniversario, un tiempo de júbilo, en el que reconocemos el aporte que hacemos al desarrollo del país desde la fecha de nuestra creación. Al comenzar el mes en que estamos cumpliendo 96 años de vida institucional, tenemos encontradas emociones.

Por una parte, estamos felices por el reconocimiento y la valoración que la opinión pública ha hecho de nuestra labor. Nuevamente, estamos entre las instituciones más apreciadas del país, fruto del esfuerzo y trabajo profesional de todos los carabineros.

Lo asumimos como un desafío constante que nos motiva a mejorar cada día más, bajo el contexto del proceso de reforma institucional, consolidando una institución que cumplirá 100 años de vida, integrada por profesionales con una sólida formación, con pleno respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana y cuyo eje principal de la labor policial es proteger a las personas. Eso no lo olvidamos un instante.

Por otro lado, sentimos una profunda tristeza, debido a la trágica partida de nuestros camaradas. El cobarde asesinato de la suboficial mayor Rita Olivares -y antes el de Álex Salazar- será una herida abierta en nuestros verdes corazones que costará, por largo tiempo, sanar; camaradas que pasan a engrosar la lista de mártires a 1.232 carabineros, mujeres y hombres fallecidos en el cumplimiento del deber, entregando la vida en defensa de quienes nos necesitan, haciendo latente su promesa de servicio.

Nuestro general director lo ha dicho: "Pocos son los que están dispuestos y deciden jurar ante la bandera rendir la vida si fuese necesario por los demás. Rita sintió ese llamado. Rita decidió jurar ante la bandera y ella dio su vida por estar donde la ciudadanía necesitaba que estuviera".

El ejemplo de la suboficial mayor Rita Olivares representa los valores más intrínsecos de una institución que pertenece a todos los chilenos y que continuará cumpliendo con la función de proteger a quienes más nos necesitan.

La muerte de Rita Olivares y todos los mártires que la antecedieron no será en vano, será la luz del faro que iluminará a nuestros carabineros, ante el llamado de necesidad de la ciudadanía.