Que el actual gobierno intente gobernar para el voto minoritario se entiende, pero seguir ninguneando nuestros emblemas patrios es…¿Qué es?
Bien por el "pie atrás", pero ¿cómo llegamos a esto? ¿Qué nos pasa a los chilenos? ¿Flojera, temor?
Para qué estamos con cuentos. En estos últimos 35 años, algunos chilenos cambiaron utopías por Audi y suéter artesanal por Armani. Hasta el año pasado, pipiolos y pelucones veraneaban en Maitencillo, enviaban a sus hijos a colegios pagados y compraban departamentos en Miami. Así de macanudos
¿Y? Y este sí que es pelambre ¿Cómo diantre cambiamos tanto? ¿Como llegamos a permitir que la ignorancia, ineficiencia, ordinariez, frivolidad o de frentón la "mala leche" se instale en el gobierno? ¿Cuándo convertimos un país pujante y trabajador, en una carpa de circo con payasos y saltimbanquis?
¿En qué momento perdimos el norte? ¿Dónde estamos parados?
¿Estamos? ¿Pero quiénes somos los chilenos? Si mister Ercilla tuviera que describirnos hoy, tendría harto material para agregar a la lista de características propias. Y tal vez, la más representativa es esa, que nos convirtió en una raza cuya idiosincrasia más propia es "el pago de Chile" (y nada que ver con indemnizaciones a criminales, primera línea, exonerados o sueldos de políticos).
Si las actuales autoridades, por incapacidad o desconocimiento, prefieren ningunear nuestra bandera y fechas conmemorativas, desaparecemos. Sin raíces, sin cultura que nos identifique estamos muertos como nación.
Mucho discurso, sensibilidad laboral, ceremonias; pero a la hora del "orgullo patrio", seguimos utilizando la misma moneda que usamos para pagar a los Carrera, O'Higgins y a tantos uniformados que sin dudar, dieron su pellejo para que usted y yo nos llamemos chilenos.
¿Y cómo se paga eso? ¿Quemando colegios, liberando terroristas, dibujando clítoris, desconociendo lo que somos? ¿Así se agradece a esos chilenos que aún hoy dan su vida por los hijos de nuestros hijos?...A usted le pregunto, el de la mala memoria, nunca es tarde para ponerse al día con nuestra historia ¿O si?
Vivian Arend