"En Osorno aprendí a dialogar, a ser paciente, a valorar y acoger las opiniones"
El religioso franciscano, Jorge Concha Cayuqueo, realizó un positivo balance respecto al trabajo realizado como obispo de la diócesis local, cargo que asumió el 8 de marzo del 2020 tras permanecer 18 meses como administrador diocesano.
Reconoce que dentro de sus principales desafíos estuvo buscar un punto de unión en la comunidad local, la cual estaba muy dividida al momento de su arribo a la comuna en junio del 2018, luego que el Papa Francisco aceptara la renuncia de Juan Barros Madrid, que hasta ese momento ejercía como obispo de Osorno.
Hace una semana sorpresivamente el Papa Francisco lo confirmó como nuevo obispo de la diócesis de Temuco, cargó que asumirá a fines de abril. A pocas semanas de su partida de la zona donde ejerció por primera vez como obispo titular analiza su futuro y reconoce que mantiene sentimientos encontrados con este nuevo voto de confianza que recibe del Sumo Pontífice.
-¿Qué sentimientos y emociones le genera este nuevo llamado que realiza el Papa Francisco al entregarle este nuevo desafío?
-Nunca tuvo tanto sentido la expresión "sentimientos encontrados", porque le tengo mucho cariño a Osorno, donde me he sentido muy acogido y puedo decir que tengo mi corazón en Osorno con su gente. En ese escenario, la llamada que me hace el Papa de ir a otra diócesis repercute en esos sentimientos causando un poco de tristeza; y por otro lado alegría, porque la Región de La Araucanía -y concretamente Temuco- es mi diócesis de origen, donde nací, crecí para irme a los 18 años, pero ahí sigue mi familia.
Experiencia
-¿Qué enseñanza le dejó la diócesis de Osorno, donde fue por primera vez obispo titular?
-Siempre se aprende mucho del ejercicio del episcopado, pero como mi primera diócesis, ha sido de un aprendizaje tremendo en muchos aspectos. En Osorno aprendí a dialogar mucho más, a ser paciente, a valorar y acoger las opiniones. Le tengo un enorme cariño a esta diócesis. También, en el ejercicio del ministerio pastoral acá conocí mejor la diversidad carismática en sacerdotes, religiosas, en los laicos, en todas las personas que hacen y trabajan en la iglesia día a día, y que el aporte de cada uno de ellos es importante para el todo y para mirar hacia el futuro.
-¿Qué fue lo más difícil de abordar cuando llegó a Osorno, en un momento de mucha tensión en la comunidad laica y religiosa?
-Fácilmente identifico dos, primero cuando llegué me di cuenta de inmediato las tensiones que había al interior de la Iglesia en la diócesis, con una división entre muchos de nuestros fieles y de los pastores. Eso fue muy doloroso, porque nunca antes lo había visto, menos un ambiente claramente tensionado, que incluso hacía difícil visualizar puntos de entendimiento. Pensé y pedí ayuda a nuestros Señor para poder superar esa etapa que era nueva, dolorosa y muy difícil de abordar.
-¿Otro punto…?
-Lo segundo, el diálogo y el encuentro con víctimas de abusos. El escuchar testimonios de abusos fue desgarrador porque lo vivido por esas personas fue algo que los marcó para toda la vida. Lo que más pensaba, era que algo así no debió pasar nunca, esos abusos ni ningún otro debió haber ocurrido. Nunca se está preparado para algo así.
-Uno de los momentos más complejos fue la pandemia. ¿Cómo enfrentó la Iglesia la muerte de tantas personas en la pandemia?
-Sin duda fue uno de los momentos más duros, difíciles y dolorosos la muerte de un ser querido. Esto, más aun, pensando que ni siquiera se podía acompañar al familiar fallecido, que marcó la vida de quienes pasaron por eso, que recibían un cuerpo sellado y al cual sólo podían darle un último adiós desde lejos, algunos pocos y en un breve tiempo. Aquí se hizo un acompañamiento de muchas personas desde lejos, pero con todo el esfuerzo posible para entregar consuelo y una palabra de aliento.
-El habilitar las parroquias como vacunatorios fue muy bien recibido por la comunidad, ¿fue una forma de reencontrar a la Iglesia local con la ciudadanía después de momentos tan tensos?
-Los templos son muy importantes, porque es donde celebramos la eucaristía, pero surge esta opción por la circunstancia en la que estábamos. Ver a tantas personas esperando a la intemperie para ser vacunados, por eso le propuse al alcalde de ese momento (Jaime Bertín) que podríamos abrir los templos para que la gente no estuviera expuesta a las condiciones climáticas. Y así nace de forma espontánea, que permitió ofrecerles un servicio muy bueno a tantas personas. Nunca fue la idea de reencontrar a la comunidad, sino que la Iglesia y los templos deben estar al servicio de la comunidad de las personas.
Nuevo llamado
-¿Se imaginó que lo iban a trasladar con sólo tres años de obispo titular? ¿Qué cree que fue el factor determinante para que lo trasladaran a la diócesis vacante
"Pensé y pedí ayuda a nuestros Señor para poder superar esa etapa que era nueva, dolorosa y muy difícil de abordar"