Expertos llaman a cuidar la calidad del agua ante la sostenida baja en caudales
CAUCES. El cambio climático disminuyó niveles de ríos y esteros, por lo que esa menor cantidad de corriente debe protegerse para asegurar el abastecimiento y la salubridad del vital líquido.
Cada vez está más presente el tema de la escasez hídrica y desde hace varios años que se registra una afectación de los cursos de agua de la zona, debido principalmente al cambio climático que se vive a nivel mundial. Los ríos, esteros y lagos en verano traen un nivel muy bajo, lo que según voces expertas, es un problema que llegó para quedarse, por lo que se debe procurar cuidar cada vez más las reservas de este vital elemento.
Baja en caudales
La doctora Norka Fuentes, PhD y limnóloga de la Universidad de Los Lagos (ULagos), explicó que en general las precipitaciones han disminuido en los últimos años, lo que se suma a la falta de nieve, lo que finalmente genera la disminución del caudal en los ríos y arroyos.
La experta señaló que, de acuerdo a los datos de la Dirección Meteorológica, si se comparan los promedios históricos de precipitaciones, se observa un déficit menor al 12% y hay una proyección de disminución de 12% a 13% para los próximos años.
"La disminución de los caudales en los ríos y arroyos se debe principalmente al cambio climático, aunque también a las acciones humanas, como la construcción de represas, desvíos de agua para la irrigación agrícola y también a la deforestación", dijo.
Es así como el cambio climático provoca un aumento de la temperatura, lo que afecta a los patrones de precipitación e incrementa la tasa de evaporación; también causa el derretimiento de los glaciares, que en definitiva almacenen el agua, entregado lentamente el agua a las cuencas hidrográficas que luego se almacenan en las napas, desde donde se extrae para el consumo humano, animal y actividades agrícolas.
Por otro lado, cuando se dan lluvias intensas, estas podrían compensar los periodos de sequía, pero en esta disminución prolongada de agua el suelo está más seco y no hay una infiltración para que el líquido se infiltre, a lo que se suma la tala de bosque nativo.
"El efecto negativo es directamente con el hombre, porque nosotros en los últimos años hemos aumentado en población, por lo tanto, necesitamos más agua para nuestro consumo y para nuestras actividades productivas", precisó.
Calidad del agua
La bióloga especialista en aguas continentales, Teresa Donoso, señaló que este es un proceso normal, que al final del verano los cuerpos de agua bajan su caudal, pero las condiciones más extremas que se ven últimamente se debe a los factores que hay en el entorno, como escasas lluvias y las altas temperaturas, además del cambio climático.
"Es un fenómeno multifactorial, pero no le encuentro mucho dramatismo desde el punto de vista de la disminución, pero sí en cuanto a lo que significa la necesidad que tenemos todos los seres vivos del agua", manifestó.
La experta agregó que lo más preocupante es la actual calidad del agua y para conservarla de manera óptima hay que resguardar el entorno de los ríos y esteros, es decir, de todo el recorrido que hace cualquier curso de agua, desde su nacimiento hasta la desembocadura.
"Ahí tenemos que participar todos, pero principalmente las autoridades. No hay preocupación por el cumplimiento de las normativas a nivel ciudadano y creo que es falta de educación en general y de educación ambiental en particular. El agua se cuida prácticamente sola, los cursos de agua tienen una capacidad que se denomina 'autodepuración', pero hay que dejarlas tranquilas, que se desplacen, para que se vayan oxigenando y recuperando sus niveles físicos, químicos y biológicos", indicó Teresa Donoso.
Fenómeno anunciado
El problema fue advertido hace más de 20 años por la Red Ambiental Ciudadana de Osorno y así lo recordó el presidente de la entidad, Ricardo Becerra.
"Cuando nosotros nacimos como organización, en el año 2002, ya hablábamos de esta crisis hídrica y que debíamos enfrentarla en ese entonces para el futuro", comentó.
El ambientalista mostró su preocupación, ya que en la actualidad la mayoría de los cursos de agua están contaminados, en mayor o menor medida.
Becerra, que ha sido un ferviente defensor de los humedales de la zona, destacó que la importancia de estos ecosistemas radica en que son reservas de agua dulce, que alimentan las napas, desde donde se extrae el agua de pozos, principalmente en sectores rurales.
"El efecto negativo es directamente con el hombre, porque nosotros en los últimos años hemos aumentado en población".
Norka Fuentes, Limnóloga de la ULagos
12% podrían disminuir los niveles de cursos de agua en los próximos años.