Fue el escape de 60 mil salmones desde un centro de cultivo de Caleta Bay, en el lago Llanquihue durante febrero, el hecho que encendió la mecha de una serie de debates, dudas y circunstancias que deben ser aclaradas con celeridad por parte de las autoridades competentes. Esta semana que termina recién, El Llanquihue dio cuenta no sólo del debate entre parlamentarios y expertos en materia medio ambiental, respecto a los efectos de la actividad salmonera en las aguas lacustres, donde si bien las conclusiones no son tajantes, existe certeza de que la presencia de seres vivos introducidos a un medio ajeno, sumado a la actividad acuícola, agrega elementos que de mayor o menor medida altera el lago. Eso es un hecho.

Ahora, respecto a lo que provocó el escape de unos 60 mil peces, desde el Ministerio Público se reveló como un dato de la investigación penal la existencia de pruebas que darían cuenta de un grupo de personas que llegó en dos embarcaciones para romper redes peceras de Caleta Bay, lo que daría sustento al reporte dado desde un primer momento por la empresa acuícola, en torno a que ocurrió un acto de sabotaje. Esta palabra, tan frecuentemente repetida por organizaciones que usan la violencia con fines políticos en la macrozona sur, fue una advertencia hecha por la propia Coordinadora Arauco Malleco, en 2022, cuando su líder, Héctor Llaitul, fue detenido y encausado por delitos asociados a la violencia en zonas rurales. ¿Existe un nexo entre la amenaza de la CAM y lo que pasó en el lago Llanquihue? Por ahora no se sabe. Ni el ente liderado por Llaitul ni nadie ha dicho tal cosa, por lo que estas aristas deben ser aclaradas por el Ministerio Público y las policías a cargo de la indagatoria.

A todo este escenario se sumó una querella presentada por una agrupación mapuche huilliche, que apunta a la propia empresa Caleta Bay, acusándola de daño ambiental por el escape de salmones. Con celeridad urge saber la verdad y tomar las acciones que corresponda contra los responsables.

Los chilenos hacemos esfuerzos por pasar de un escenario lleno de incertidumbres económicas, haciendo los llamados a las autoridades a provocar cambios que signifiquen un dinamismo positivo en nuestra economía, y que la creación de políticas públicas de diversa índole no sea más socavones que se encuentran en el camino que se vislumbra en nuestro futuro.

El avance significativo de indicadores regresivos, que afectan al bolsillo de la economía de los chilenos, una inflación latente, una recesión técnica en proceso, altos costos en la canasta familiar, reformas que generan incertidumbre, sectores productivos amenazados, desempleo en alza, nos muestran un escenario de sombras, en las cuales se han hechos los mejores esfuerzos por parte de Hacienda, uno los ministerios mejor evaluados en manejar dinámicamente las alternativas para que se conjuguen con las decisiones del Banco Central; en eso al parecer nos estamos saliendo las penumbras.

Pero como dice el dicho, "una golondrina no hace verano": el Imacec de enero creció en un 0,4%, rompiendo la tendencia decreciente de los últimos 12 meses, dando luces que necesitamos un mayor esfuerzo para mejorar las decisiones que provoquen crecimiento y más desarrollo para nuestra economía.

Considero que debemos ser cautos y mantener los espacios de diálogo para acercar a todos los sectores económicos, con la finalidad de no polarizar, ideologizar, ni tampoco romper lo poco bueno que se ha hecho hasta ahora en el desempeño del Gobierno.

¿Pasamos a ver la luz?, probablemente aún no. Pero debemos visualizar el destello del progreso al final del túnel. Falta mucho todavía para ello, sin embargo necesitamos que el mejor de los esfuerzos sean en dar pasos para enfocarse en un Chile mejor.

El llamado es a nuestros sectores políticos a conciliar los deseos de la ciudadanía, y no ponerse en el lado de los intereses propios del juego del poder. Un deseo mayoritario es que se enfoquen en elaborar soluciones para disminuir la delincuencia, el narcotráfico, la inmigración desenfrenada, que algo se ha logrado a pesar de las volteretas de un gobierno que ha debido aprender en el camino.

La prioridad es pasar de las sombras a la luz, un camino difícil pero no imposible, y el dialogo, la caridad, solidaridad, como el apoyo al emprendimiento son vitales.

Carlos Bustos, presidente Multigremial Osorno