La obesidad y el sobrepeso en la población es uno de los problemas que hoy enfrenta nuestro país. Se trata de una enfermedad que tiene variadas causas y que ha alcanzado niveles epidémicos a escala global, llegando a ser definido como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2010.

Los datos sobre este problema son del todo preocupantes, ya que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tres de cada cuatro adultos (el 74%) padecen esta enfermedad, cifra que se ha duplicado en los últimos 13 años y que posiciona a Chile como el país con mayor obesidad y sobrepeso de la OCDE.

Este problema de salud pública, que también afecta a La Araucanía, tiene múltiples causas, pero entre ellas la más notoria es la mala alimentación de un importante porcentaje de la población. Lo que es respaldado por la Sociedad Chilena de Obesidad, que plantea que este problema de salud se produce cuando alguien ingiere más calorías de las necesarias, ya que el cuerpo almacena estas calorías en exceso como grasa corporal, y con el tiempo los kilos de más se acumulan.

Asimismo, el organismo observa otros factores, como los ambientes y hábitos poco saludables, donde además de una mala alimentación se agrega la poca actividad física, como no hacer deportes o pasar demasiadas horas frente a los dispositivos móviles, eso, además de una mala calidad del sueño.

Para revertir esta realidad es necesario que la población tome conciencia de este problema que puede derivar en múltiples enfermedades y, de hallarse dentro del porcentaje de personas que sufren sobrepeso y obesidad, se debe recurrir a acciones tendientes a tener un peso corporal adecuado, ya que eso redundará en una mejor salud y una mejor calidad de vida.

La consulta a un médico especialista en el tema debiera ser el punto de partida.

Observar y entender las necesidades de las comunidades indígenas vigentes en nuestra región, escucharlos y tener la capacidad de responder, es clave a la hora de conocer las aspiraciones de quienes están buscando mejorar su capacidad productiva junto a sus pares.

Como Gobierno Regional hemos comenzando con la entrega de herramientas y maquinarias que los mismo beneficiarios priorizaron cuando conversamos. Así, Familias completas, que viven del sector silvoagropecuario y que ansiaban ayuda estatal logran el empuje para avanzar en aquello que los hace felices, el campo.

Apoyar el desarrollo del mundo campesino, tiene los componentes que buscamos a la hora de financiar ideas nuevas, la pertinencia con el territorio, la pertenencia para las personas que viven del campo y la trascendencia que se genera con los apoyos que entregamos, comprometidos con las comunidades de nuestra región.

Cuando apoyamos al mundo campesino, fortalecemos la seguridad alimentaria y potenciamos las utilidades que las comunidades pueden lograr trabajando juntos. De eso se trata la entrega de equipamientos que dejan de ser meramente máquinas o fierros, sino que se transforman en nuevas oportunidades para seguir creando y creciendo.

Los beneficiaros, trabajaron por meses organizados en mesas de trabajo en las que participó el Gobierno Regional, donde plantearon sus dudas, temores y preocupaciones, sin que nada detenga la labor conjunta, con objetivos y propósitos claros que paso a paso fuimos cumpliendo en conjunto.

Y así, 31 comunidades indígenas en 8 territorios cambian su paradigma y la forma de ver a las instituciones que al alero del Estado están dispuestas a sentarse en una mesa de iguales, pero en distintos roles, donde ellos plantean sus necesidades - por ejemplo - en el ejercicio de priorizar maquinarias que necesitan, concretando de esta manera lo necesario para cumplir ese plan de trabajo, que planificado llega a puerto y sigue su viaje.

Esta iniciativa financiada por el Gobierno Regional y ejecutada por la fundación experta, El Canelo de Nos, alcanza los 740 millones de pesos, recursos que sabemos serán utilizados de forma responsable y pertinente porque estamos creando oportunidades, haciendo carne el crear y cuidar la región.

Patricio Vallespín, gobernador regional