Correo
Salvavidas temporal
El sector público, y en especial los municipios de todo el país, enfrentan una debacle financiera producto de la aplicación de los dictámenes en que el contralor extiende la inamovilidad de los funcionarios de planta a los a contrata en base al principio de la confianza legítima, y la obligación de traspasar a los honorarios a la contrata.
Ante este absurdo administrativo, el Ejecutivo arrojó un salvavidas a través del proyecto de ley de reajuste al incluir el Código del Trabajo al sector público municipal. Así, al menos por 4 años, los municipios podrán contratar y terminar vínculos laborales, en lugar de solo engrosar sus filas de funcionarios, asumiendo el costo de su estabilidad.
Pero es una solución temporal a un problema estructural que requiere máxima atención para modernizar nuestro Estado.
Amaya Fraile y Rafael Palacios
Prudencia presidencial
Casi al finalizar el año 2022 el Presidente Boric hizo uso de la atribución especial establecida en el art. 32 No. 14 de la Constitución que consiste en "otorgar indultos particulares en los casos y formas que determine la ley".
Los beneficiados de la decisión presidencial fueron 12 condenados por delitos vinculados al llamado "estallido social" y un ex frentista acusado por delitos ajenos a su anterior actividad subversiva.
La facultad de indultar es una atribución exclusiva del Presidente que ya ha sido ejercida en varias ocasiones desde el año 1990.
No pretendo cuestionar el fondo de la decisión de Boric, sin embargo, me parece que las declaraciones posteriores efectuadas por el primer mandatario han carecido de la prudencia que se espera de un Jefe de Estado y de Gobierno.
Hace pocos días declaró refiriéndose a estas personas que ellas "son jóvenes y no delincuentes". El 2 de enero señaló en relación con Jorge Mateluna: "ustedes pueden revisar todos los detalles y los razonamientos respecto a los indultos que hemos otorgado. Yo tengo la más profunda convicción de que en el juicio a Jorge Mateluna hubo irregularidades y una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia. Esto no es una opinión personal ni algo que yo haya discutido de manera individual, sino que es la opinión de todos los juristas que se han acercado con seriedad al caso y, por lo tanto, invito a todos quienes quieran revisar los antecedentes que hay respecto a esto. Tengo la plena convicción de la inocencia de Jorge y por eso hemos llevado adelante este indulto".
Si se analizan las apreciaciones del Presidente, es posible constatar la gravedad de las acusaciones que se hacen al Poder Judicial. En efecto, Boric denuncia que personas inocentes fueron condenadas por los tribunales de justicia y con ello pone en duda la imparcialidad, el profesionalismo y la ética de los jueces que sustanciaron estos procedimientos.
Este discurso pone en jaque, desde un punto de vista político, la legitimidad de un poder del Estado.
En buenas cuentas, Gabriel Boric, en un intento de justificar ante la ciudadanía su decisión política de cursar estos indultos, traslada al Poder Judicial la responsabilidad de actuar con parcialidad y arbitrariedad en el juzgamiento de estos casos, sin ser capaz de medir las consecuencias de sus palabras.
Considero que Boric pudo haber fundado sus indultos en razones políticas, humanitarias, de coherencia con sus compromisos de campaña, etcétera, y todas ellas debatibles, aunque válidas, con independencia de si se comparten o no por la ciudadanía, pero no puede escudar estos indultos en una "mera convicción personal respecto de la inocencia o culpabilidad de personas condenadas por delitos", ya que ello es una atribución que corresponde exclusivamente a los tribunales de justicia.
Si bien cualquier persona puede tener una opinión similar a la del Jefe del ejecutivo respecto del ejercicio de la función jurisdiccional en estos procesos y hacerla pública en ejercicio de su libertad de expresión, el Presidente debe observar un trato más respetuoso y prudente porque, en buenas cuentas, buscar la justificación de sus decisiones en el actuar de otros órganos del Estado, acusándolos de acciones tan graves como condenar a inocentes de forma irregular, trae como consecuencia un cuestionamiento a nuestro Estado de Derecho.
Jorge Astudillo Muñoz, Facultad de Derecho UNAB sede Viña del Mar
Indultos de Boric
Reconociendo que es una facultad del Presidente de la República el tema de los indultos, pero considerando todos los esfuerzos transversales que se hacen para superar el sentimiento de inseguridad que sufren los chilenos... Presidente Gabriel Boric, ¿usted sigue pensando lo mismo que dijo cuando informó su decisión de indultar, o al comprobar que no existió una sincera reflexión, una profunda recapacitación de un beneficiado, para reinsertarse y sumarse al objetivo de sacar adelante a Chile, por la vía que usted ha explicitado?.
¿Comprende, entiende y se hace parte de la gran preocupación e inseguridad que sienten los chilenos al respecto?.
¿Siente usted, Presidente, que no logró satisfacer convenientemente la ecuación de justicia e igualdad que buscaba con el mencionado indulto, tras enterarse de la "incendiaria" declaración de uno de los beneficiados?
Luis Enrique Soler
Indultos de Boric II
En lo personal, difícil creer de aquí en más las promesas del Presidente Gabriel Boric en contra de la delincuencia. Fácil es hablar, pero cuando se ejerce el poder, lo importante, más que las palabras, son las acciones.
Y aquí los indultos son una muestra mucho más clara de lo que es Boric, que cualquier otra palabra que quiera decir. Es difícil de confiar en su estampa presidencial en la crisis de seguridad que vive hoy el país.
Julio Soto
Ceguera ideológicaYa no sorprenden los innumerables cambios de opinión que ha experimentado Gabriel Boric en relación a sus posturas. Sin duda es positivo que el mandatario se encuentre abierto a reflexionar, a cambiar de opinión, revisar y enmendar sus propias decisiones. Sin embargo, resulta sorprendente y, al mismo tiempo preocupante, cómo ideas erróneas preconcebidas, como la negativa a decretar un Estado de Excepción "completo" o no ratificar del TPP11, siguen impactando la calidad de vida de todos los chilenos. La ceguera ideológica se paga caro.
Pablo Venezian